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El pasado mes de junio –el del año 2019– el Racing y el Mirandés acabaron bañándose en champán en el mismo escenario. Los cántabros ... adelantaron la fiesta del ascenso un mes; lo hicieron el 2 de junio y los burgaleses el 30, pero ambos alcanzaron el objetivo en el mismo estadio: Son Malferit. En aquel campo con graderíos circunstanciales y de hierba artificial. Allí, sufriendo de la misma manera ante un Atlético Baleares envalentonado que se quedó por dos veces rozando la gloria. Un gol. Tan solo un gol les permitió a los dos dar el salto al fútbol profesional; el del Racing lo marcó Aitor Buñuel (0-1) y el Mirandés, obra de Matheus (3-1). Vidas paralelas. Por la mínima... Los dos en Segunda. La única diferencia que les separó a estos dos equipos fue que el Racing ascendió por la vía rápida al quedar campeón de grupo, mientras que el Mirandés tuvo que superar tres rondas al ser tercero por detrás de los racinguistas y de un Logroñés que remontó a última hora. Sin embargo, esa estrecha grieta que les separó hace un año se ha convertido doce meses después en un agujero sideral.
El Racing es colista con 29 puntos, a nueve de la salvación, y el Mirandés es octavo con 48, a tan solo uno de los puestos de play off a Primera División –además llegó a las semifinales de la Copa del Rey–. Ver para creer ¿Quién hubiera imaginado algo así? En Miranda, desde luego nadie y en Santander, más bien pocos.
Las trayectorias de uno y otro fueron similares hasta que se consumó el ascenso. Una vez que se produjo el éxito, las políticas deportivas de unos y otros se fueron distanciando. Un dato que habla por sí solo; mientras que el Mirandés es la tercera plantilla más joven de la Liga, solo superado por Málaga y Almería, con numerosos futbolistas del filial, el Racing tiene la más veterana. La media de edad de los burgaleses es de 25,7 años de edad y la del Racing 28,4. Las cifras definen perfectamente a golpe de vista qué fue lo que priorizó el pasado verano en las negociaciones de un club y de otro, que ya de por sí venían lastradas de la temporada pasada. Mientras que el Racing apostó por la contratación de futbolistas muy veteranos como David Rodríguez (34) o Alexis (33), los de Anduva se fijaron en Merquelanz (24) o Marcos André (23). Los primeros con mucho fútbol a cuestas en la élite, los segundos con todo por demostrar. El resultado ha sido totalmente dispar. La decisión de darle la oportunidad a los jóvenes y de resistir con paciencia ante un inicio titubeante les ha dado la razón.
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Después de 34 jornadas de Liga, los argumentos para defender una tesis están suficientemente avalados. Los burgaleses tienen en una plantilla de 23 futbolistas tan solo dos con más de 30 años; Limones, el portero, y Kijera, ambos con 33. El Racing, por su parte, está formado por diez futbolistas que superan esa edad –once si se añade a Yoda (31)–: Iván Crespo (35), Jordi Figueras (32), Alexis (33), Abraham Minero (33), Dani Toribio (31), David Rodríguez (34), Álvaro Cejudo (35), David Barral (36) y Ritchie Kitoko (31). No quiere decir que la veteranía sea sinónimo de fracaso, ni mucho menos, pero sí se asume un riesgo si el rendimiento no es el esperado y en el Racing está visto que no ha surtido efecto. Futbolistas como David Barral, David Rodríguez o Alexis han pasado inéditos o incluso han demostrado que ya están muy lejos de su mejor momento; otros como Kitoko o Figueras, si bien han estado a la altura, las lesiones les ha apartado de la regularidad. Tan solo Cejudo le lleva la contraria a todo este 'sindios' verdiblanco. El cordobés pasa por una segunda juventud, aunque es lógico que se le noten las carencias físicas toda vez que tiene que soportar el peso del equipo partido tras partido.
Fichajes: Incorporó a quince futbolistas.
Cedidos: Apostó por traer 'prestados' a nueve jugadores.
Equipo del año anterior: Ha mantenido la base del equipo con el que logró el ascenso. Diez jugadores de aquella plantilla siguen en la actual.
La otra pata del banco donde se sostiene el camino exitoso de los de Anduva es el mantenimiento de la base que logró el ascenso. Limones, Carlos Julio, Kijera, Odei, Sergio, Guridi, Matheus, Álvaro Rey y Ernest fueron la columna vertebral del grupo que ascendió y pese a la poca experiencia en Segunda –algunos nula– siguieron contando para la secretaría técnica del club. Tan solo Kijera y Álvaro Rey habían jugado en la categoría actual y de forma testimonial. Lizoain, el portero suplente, es el único que tiene en su currículum un debut en Primera.
Los responsables burgaleses apostaron también por la política de cedidos, algo en lo que coincidieron con el Racing aunque los resultados han sido muy distintos. El Mirandés ha sido el artífice de la explosión de Martín Merquelanz, un extremo corpulento procedente de la Real Sociedad, y del delantero llegado del Valladolid, Marcos André. Las fatalidades del destino han hecho que este último futbolista se quedase a las puertas de hacer las maletas para venir a Santander y únicamente un cambio inoportuno en la negociación le cambió el viaje y le llevó a Miranda. Hoy, los trece goles de Merquelanz y los nueve de André hablan por sí solos. El Racing, por su parte, logró cerrar la cesión de Enzo Lombardo, como punta del proyecto, así como las de Carmona, Moi Delgado o Nkaka, todos ellos jóvenes y con proyección, pero ninguno ha dado una nota. En la misma línea pero peor aún acabaron los otros préstamos que llegaron en invierno, como Papu –inédito y sin participación– y Borja Galán, muy gris. Su joya, Lombardo, al que no se le discute la calidad, se ha quedado muy lejos de la explosión que sí han sufrido Merquelanz o André y que todo el mundo presagiaba para él. Así como el obstinamiento innegociable por la veteranía que la dirección deportiva del Racing puso en práctica con consecuencias funestas, casos como el de Lombardo no son reprochables del todo. Nadie esperaba un rendimiento tan pobre del francés. Tampoco han tenido la misma suerte los dos clubes en la política de entrenadores; el Racing le dio el premio merecido a Iván Ania, debutante en la categoría y con mucha proyección, y el Mirandés se lo dio a Andoni Iraola. El primero fue destituido en la jornada quince, el segundo está a un paso de meterse en el play off a Primera. Quizás, el tiempo ha demostrado que no toda la culpa fue de Ania y sí, más bien, de que la plantilla racinguista no era lo que parecía.
En lo deportivo, las diferencias de gestión no ofrecen muchas dudas. Y todo ello entre dos clubes a los que les separan muchas cosas y la gran mayoría de ellas le darían ventaja al Racing. Lo primero, el presupuesto, los cántabros manejan uno de 9,1 millones de euros y los burgaleses de 6,5. En los límites salariales impuestos por LaLiga también sale ganando el Racing; 5,07 por 4,2 millones de euros, pese a que ambos son de los más bajos de la competición, ya que sólo superan a Ponferradina y Fuenlabrada, los otros dos equipos que ascendieron la pasada temporada. Ni que decir tiene que en cuanto a socios y estructura, los vediblancos también golean a los de Anduva; 10.000 por 3.350. No obstante, los datos y la historia se rinden ante la evidencia.
Se mire por donde se mire, el Racing es el 'patito feo' de los recién ascendidos. La comparación con el Mirandés es odiosa, pero qué decir de la que se establece con la Ponferradina o el Fuenlabrada. Los del Bierzo, rival mañana de los cántabros, están a tan sólo un punto del Mirandés y a tres del play off de ascenso. Apuran incluso las opciones de ascender a Primera, algo impensable cuando acabaron segundos de grupo tras el Fuenlabrada y tuvieron que pasar por tres eliminatorias para llegar a Segunda. Tanto la 'Ponfe' como el Fuenlabrada son los únicos equipos –además del Mirandés– a los que LaLiga impuso en verano un límite salarial menor que al Racing;los leoneses pudieron gastarse 4,1 millones de euros y los madrileños, 4,05. Los dos clubes apostaron por mantener los equipos del ascenso ante la imposibilidad de acudir al mercado por la poca liquidez con la que contaban. Sin embargo a los dos parece haberles salido bien su gestión deportiva. Los del Bierzo mantuvieron a doce futbolistas de la pasada temporada en su plantilla y el Fuenlabrada, que se sorprendió a sí mismo liderando la clasificación y peleando por la segunda posición hasta Navidad, ha repetido con catorce jugadores de la campaña pasada.
Los presupuestos son muy similares a los del Mirandés, 5,9 es el montante que maneja la Ponferradina por los 6 millones de euros que gestiona el Fuenlabrada. Dada la condición de ascendidos que comparten los cuatro –Fuenlabrada, Ponferradina, Mirandés y Racing–, los límites salariales son muy similares y, por tanto, aunque quieran los responsables poco pueden mejorar la capacidad adquisitiva de sus entidades.
La clave estaba en acertar deportivamente. De los tres, la clasificación arroja que el que más se equivocó fue el Racing y es probable que le cueste muy caro.
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