El Racing se pone colorado

La ristra de tarjetas rojas racinguistas comenzó en Tenerife, en la cuarta jornada, aunque en esa ocasión apenas tuvo incidencia en el juego. Ya en el tiempo añadido, en un desastroso encuentro que terminó con 1-0 favorable a los canarios, Germán Sánchez fue expulsado por una plantilla sobre un rival. Nada que objetar.

Dos semanas después, frente al poderoso Las Palmas en los Campos de Sport, en el minuto 40 de la primera mitad, Pombo realizó una fuerte entrada en un balón dividido. El árbitro le mostró la cartulina amarilla, pero desde el VAR avisaron para que la acción fuese revisada. Tras una ojeada a la pantalla, el aragonés, a la calle. El Racing dio una lección de supervivencia para mantener el empate a cero en el marcador.

En la jornada 9, los de Romo visitaron al Levante. Allí, ración doble. Primero fue expulsado Aritz Aldasoro con doble amarilla. Justa. Y posteriormente, Juergen Elitim. El colombiano, sustituido, aplaudió a la grada mientras caminaba por detrás de una portería. El colegiado lo entendió como una mofa a la hinchada rival y le castigó con el caramelo de fresa, aunque, por fortuna, no tuvo incidencia numérica para el Racing, que aguantó el triunfo por 0-1.

De nuevo, la cartulina colorada salió a pasear en la visita cántabra a Leganés. Jornada 13. En el minuto 63, otra entrada a destiempo de Jorge Pombo le llevó a recibir la segunda amarilla y, por lo tanto, dejar al equipo con diez por segunda vez en lo que va de temporada.

Los arbitrajes para el Racing no están siendo especialmente favorables esta temporada, pero en el capítulo de expulsiones en contra poco pueden protestar los verdiblancos más allá de la de Juergen. De ahí el mosqueo de Romo en el partido en casa frente al Burgos. Ya en los últimos minutos del encuentro, una dura entrada de Íñigo Sainz-Maza mandó al capitán a refrescarse bajo la ducha.

Yluego está lo del sábado, donde cayeron otros dos. Uno de ellos, repetidor. Primero, Fausto Tienza, con una doble amarilla que, tal y como reconoció el propio entrenador racinguista, se podía haber evitado. Yel otro, de nuevo Aldasoro, con un plantillazo, probablemente sin mala intención, pero plantillazo al fin y al cabo.

Hay cinco futbolistas en Segunda División que ya han sido expulsados en dos ocasiones y dos de ellos son del Racing. Los citados Aldasoro y Pombo. En seis partidos, el equipo cántabro ha terminado en inferioridad numérica y, aunque ha sabido sobrevivir y sólo ha perdido en dos de ellos –Tenerife, sin incidencia de la expulsión, y Albacete–, tal y como dice el técnico verdiblanco, esa sangría es «algo que no se soporta». Porque el Racing ya tiene suficientes dificultades en su lucha por la permanencia en la categoría como para ponerse más obstáculos por no saber controlarse. Un dato: la pasada temporada, en Primera RFEF, los verdiblancos sólo sufrieron una expulsión en 39 partidos. La de Cedric, por revolverse, en León.