«El Racing está preparado para volver a Primera»

«No es la primera vez que vengo pero había pasado ya bastante tiempo.Estuve una vez en Santander, pero desde la última vez que estuve en el campo creo que han pasado 21 años.Ha sido una idea de mi mujer, que me quería regalar por el cumpleaños un viaje al lugar donde mejor me encontré como futbolista», confiesa.

«Esto es como mi tierra española; estoy enamorado de Santander, quería volver, volver a ver a la gente, conocer a la nueva y ver cómo iba el club», explicaba en la sede social, arropado por aficionados, directiva y patrocinadores. Tardó mucho en regresar, pero se le veía cómodo; como si nunca hubiera dejado los Campos de Sport del cambio de siglo, mucho mejor conservados pero también mucho más austeros.

El de Lemmens ha sido un reencuentro con un club muy cambiado, pero en el que le quedan unas cuantas caras conocidas, entre el personal no deportivo y entre los técnicos de las categorías inferiores:«He visto a varios; a Colsa, a José Ceballos, y ha sido muy bonito poder volver a estar con ellos; porque nunca se sabe qué puedo hacer yo en el futuro», decía medio en broma. Medio.

Precisamente con Ceballos compitió cuatro años por la titularidad. Difícil así trabar una amistad imperecedera, pero también tiene buenas palabras para el de Pámanes, con el que se ha reencontrado en un contexto muy diferente: «Éramos compañeros y si nos vemos nos damos un abrazo –explica–. Siempre hay rivalidad entre los porteros; cada cual quiere jugar y solo puede hacerlo uno.En aquel momento creo que fue una rivalidad muy bonita que además te hace ser mejor, porque tienes que superar a tu compañero».

El portero del ascenso se desenvuelve cómodamente en castellano. Con acento, claro, pero con ganas de practicar el idioma, otro de los incentivos de su regreso a Cantabria. «Dicen que soy muy tímido», comenta, pero los hechos; el resto de sus palabras, le contradicen. «He estado hablando con todo el mundo; no soy un tío que viene aquí y no quiere relacionarse con los demás. Vine al Racing para aprender rápido el español, poder hablar con la gente y entrar en sus corazones».

Sobre los motivos de su marcha al terminar contrato en 2003 es muy claro. «El Racing ha cambiado mucho.Yo me fui en una época difícil, con un mal presidente –en su última temporada, de nuevo en Primera, tuvo sucesivamente a Dimitri Piterman ySantiagoDíaz— y por eso me marché alEspanyol.Me ofrecían –Piterman– diez años de contrato, me decían que me iban a hacer un contrato vitalicio, pero yo no me lo creía.Pensaba que era mentira y precisamente por eso me fui al Espanyol». Pero rápidamente acota que fue feliz enSantander: «Aquí me acogieron de corazón y creo que eso significa que algo has hecho bien.Ahora mismo estoy hablando español, y eso fue gracias a mis compañeros».

De cara al futuro lanza un mensaje claro, más allá de los guiños personales: «Ahora que he vuelto veo que el club ha sufrido mucho, pero que después de ese sufrimiento está cambiando mucho y a mejor, así que estoy seguro de que van a venir muchas alegrías».

Le ha llamado especialmente la atención la implicación de la hinchada. «Lo más bonito es que los jóvenes, chicos y chicas, están con el Racing, y eso es muy importante para un equipo de fútbol. También cuando llegué al estadio y vi los cambios que se han hecho me ha dado la impresión de que es un equipo que está buscando subir y está preparado para volver a Primera División».Lo dice el portero del último ascenso, que algo tiene que saber de ello.

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