La vida sigue igual

Es lo que le puede pasar al nuevo Racing de Cristóbal en Elche. Se enfrenta a un rival directo -que le aventaja, eso sí, en ocho puntos- con la autoestima recuperada después de su 3-0 al Extremadura en los Campos de Sport. Si el rey del empate consigue marcar sin perder la solidez defensiva, si consigue taparse la cabeza y los pies a la vez, por tirar de aquella 'teoría de la manta' de Gustavo Benítez, este nuevo Racing, que tampoco es tan nuevo, saldrá de nuevo de los puestos de descenso a los que ha caído de nuevo con los primeros resultados de la jornada. Por tirar de la estadística, tendría siete puntos de nueve posibles con Cristóbal.

Pero lo malo de los castillos en el aire es que se derrumban con facilidad. Así que hacen bien los cántabros en ser prudentes en uno de esos partidos especialmente trascendentes porque no solo permiten sumar puntos, sino que impiden que lo haga el que apunta a ser un adversario por seguir en la categoría de plata, aunque su buen arranque de curso le haya alejado de los puestos de descenso cuando se acerca ya el ecuador de la temporada.

El caso es que el Racing, providenciales intervenciones de Luca Zidane e inesperados goles de Karim Yoda por medio, ofrece algunos síntomas de recuperación. Y hoy tiene un examen en el que acreditar que de verdad ha aprendido la lección. Varias lecciones, de hecho. Que no conviene dejar para el último día el fichaje del delantero franquicia, entre otras. Mientras confía en solucionar ese problema en la convocatoria de enero, el cambio de profesor ha servido para algo, aunque el director del instituto sea el mismo. Lo que tenía claro es que, a diferencia del instituto, en el fútbol los malos estudiantes no tienen segunda oportunidad. Ni en julio ni en septiembre; de modo que había que buscar la reacción a cualquier precio. Aun a costa de sacrificar al entrenador del ascenso.

De momento la apuesta ha salido bien, aunque aún no haya transcurrido el tiempo necesario para sacar conclusiones definitivas. De ahí que lo de esta tarde en Elche comience a esbozar, al menos, impresiones. Y en el ciclotímico mundo del fútbol se puede pasar del optimismo que significaría una victoria a la desazón que generaría caer ante otro rival directo.

De momento el Racing, que con el cambio de entrenador sigue jugando al escondite con las convocatorias y no las comunica oficialmente, durmió ya ayer en Elche. Cristóbal Parralo ha dejado en Santander a un David Barral a quien ya se le enseña la puerta de salida, aunque él no quiere abrirla, Óscar Gil, que sigue marginado, Abraham, Nkaka, Cayarga y Jon Ander. Una lista que, sin bajas obligadas, comienza a dejar ver cuál es la jerarquía en la plantilla con el nuevo entrenador.

David Rodríguez y Nuha son además los únicos delanteros que se han desplazado a Elche, en lo que puede ser una pista de lo que ocurra esta tarde en el Martínez Valero. Cristóbal, convencido de la necesidad de afianzar la defensa y terminar con esos errores que han constado tantos puntos en el tramo final del partido.

Además viajan seis defensas y cuatro mediocentros en la que es una de las incógnitas de la tarde: si Sergio Ruiz ha desbancado o no a Mario Ortiz. Si el astillerense, que en la última etapa de Iván Ania había perdido protagonismo, le quita el puesto al santanderino, como parece la evolución constante desde que se produjo el relevo en el banquillo. Así, con la lección bien aprendida y un equipo más junto que ha renunciado a la circulación -y a sacar el balón jugado en las botas de su portero, casi un líbero con guantes- para unir más las líneas y buscar un fútbol más directo, el Racing tiene al mismo tiempo un reto y una ocasión.

La que tienen Jordi Figueras y Alexis de consolidarse como pareja titular de centrales y la que busca Buñuel para desbancar a Carmona, que se quedó con el lateral derecho aprovechando la ausencia del navarro, a quien no haber renovado su contrato tampoco le ayuda, con la selección sub 21. La que tiene Sergio Ruiz, si se produce el relevo, de ser titular junto a Toribio. Y la que tienen David Rodríguez y Nuha, que también compiten por un puesto; por convertirse en el 'nueve' verdiblanco de referencia, al menos hasta enero.

Con estos argumentos, los que hoy jugarán de negro deberán pasarse el balón entre ellos y batir a Badía, el portero del Elche. Buscar una victoria que les aleje lo máximo posible de los puestos de descenso cuando se aproxima el final de la primera vuelta. Y los cántabros llegan, pese a sus dos solitarias victorias, vivos. ¿Cómo es eso posible? Porque fútbol es fútbol.