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Tres semanas para las vacaciones con cuatro exámenes por el camino. En ocasiones, las fechas se cuentan al revés. Las vacaciones son tan exiguas que poco importan, con una eliminatoria copera entre Año Nuevo y Reyes, pero el camino por cerrar 2024 como líder y ... campeón de invierno, que es lo mismo que transitar por una temporada eterna, sobre todo cuando la expectativa emociona, tiene para el Racing un primer parcial en Granada.
Mal adversario y mal campo, por eso de la dificultad de un equipo que, pese a su mal arranque, también piensa en el ascenso. Así que lo de esta tarde va de tres puntos en juego, pero también un poco de sensaciones y jerarquía. Los de JAL tienen argumentos a los que agarrarse: una autoestima reforzada tras la clasificación copera que ha desterrado los atisbos de pesimismo que asomaron tras dos jornadas -sí, solo dos- sin ganar en Liga; una plantilla que recupera efectivos y un rival de los grandes, de esos a los que les gusta jugar e intercambiar golpes.
Son los más fuertes, pero también los que más le gustan a los verdiblancos. O, al menos, los que mejor se les dan y frente a los que más puntos sacan. Esto no es de ahora; es de toda la era JAL. Quien no lo crea solo tiene que observar la estadística: el Racing solo ha perdido esta temporada frente al modesto Cartagena, incrustado en la cola de la clasificación, y frente un enorme Mirandés que juega a grande, pero parapetado en una férrea defensa y cómodo dejando hacer, a la espera del zarpazo. Como le hizo a los cántabros. Sin embargo, jugando al roncanrol el Racing se siente cómodo y suele tocar el mejor rif.
Por si alguien no se había percatado aún, este Racing va muy en serio. Ascenderá o no, pero va en serio. Tanto como para haber llamado la atención del fútbol español. Siempre capaz de una paparda épica, porque eso va en los genes, pero desde la de El Madrigal, úlitmo 'mememto mori', no ha habido más.
Tras bucear en el fondo del armario para la Copa, aunque al final demostró que tampoco quería dejar escapar ese cachito de gloria o autoestima, todo apunta a que JAL, tras aplicar un plan B que aunque efectivo demostró que no funciona igual, regresará al A. Porque el plan A es la Liga, aunque quizá deba recurrir de nuevo a las rotaciones durante estas dos semanas y media muy intensas con una plantilla no tan amplia como parece.
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Álvaro Machín
ASER FALAGÁN
Además del evidente regreso de Jokin Ezkieta a la portería, la defensa no diferirá mucho de la línea formada por Michelin, Manu Hernando, Javi Montero y Mario. No mucho o, incluso, nada. Pese a la progresión de Maguette, Vencedor y Aldasoro siguen siendo los dueños del volante y la línea de mediapuntas es poco menos que intocable: el centenario Íñigo Vicente, Pablo Rodríguez y Andrés.
Si no se salta su propio guion, que escribe de forma recidivante desde que arrancó la Liga, JAL tirará de su equipo de cabecera. Solo él sabe si ocurrirá así, pero incluso puede escribir el nombre de Arana en la receta. Ha dicho que está para jugar, con lo que no parece temer la recidiva, pero el jueves jugaba al despiste en La Albericia. «Hay que preguntarle a él; él sabe cómo está», deslizaba críptico. Si el canario está en plenas condiciones, es titular inapelable salvo rotaciones o guiños al banquillo para que nadie se caiga del barco, pero también hay pistas contradictorias.
El asturiano reservó a Karrikaburu frente al Sporting: ni un solo minuto. A Arana de dio medio partido para que cogiera ritmo tras el mes de inactividad por su esguince de rodilla. ¿Para foguearle antes de Granada o para intentar resolver el cruce mientras se reservaba a Karri para esta tarde? José Alberto lo tiene decidido desde hace días, pero solo él y su cuerpo técnico, y quizá los protagonistas, saben la respuesta. Si hubiera que apostar, el canario parece un valor más seguro, pero si bastara con la observación para acertar, miles de hinchas serían millonarios y las casas de apuestas no patrocinarían clubes, sino que estarían buscando el modo de no echar el cerrojo.
La gran duda verdiblanca es así, siempre que un entrenador nada dado a sorpresas -aunque a veces se guarda alguna- barrunte una vuelta de tuerca, si el delantero centro verdiblanco llevará el 9 o el 19 a la espalda. Uno u otro porque los minutos en los que han coincidido sobre el césped son mínimos. Una muestra.
A los racinguistas les ha venido bien la inyección copera de autoestima. Un triunfo en una segunda ronda de Copa que nadie tenía muy claro si prefería pasar. Pero al final el gol de Íñigo Vicente clasificó a los verdiblancos y la sensación ha cambiado de nuevo en la ciclotimia habitual del fútbol.
Dos partidos sin ganar -no perdidos, sino sin ganar- han bastado para despertar a los adivinos a posteriori. Que si el equipo no tiene gasolina para todo el año. Que si le han cogido la medida. Que si ya no gana a nadie, aunque haya perdido dos de los 19 partidos oficiales disputados hasta ahora.
Frente a otro de los aspirantes al ascenso, los racinguistas tienen la oportunidad de reivindicarse y, sobre todo, mucho interés por conservar un colchón que se ha visto reducido estas dos últimas semanas. Por eso, y a pesar de que un empate a domicilio frente a un rival directo jamás puede darse por malo, el Racing necesita tanto una victoria en Los Cármenes. No tanto por mantener la renta, que también, como por evitar que comiencen los murmullos y mantener la flecha hacia arriba, sobre todo, en una jornada sin apenas enfrentamiento directos entre los equipos de cabeza.
El Granada llega con sensaciones contradictorias. En plena remontada -interrumpida la semana pasada- desde que Francisco Escribá sustituyó tras la sexta jornada a Guillermo Abascal (que había sumado seis puntos en otros tantos partidos), tiene muy buen índice goleador, pero encaja demasiado. Recuerda en algunos aspectos al Racing de la temporada pasada y el duelo invita a pensar en una tarde de goles en Los Cármenes.
La sanción de Ricard ha abierto la puerta del lateral a Rubén Sánchez y una de las incógnitas es si Escribá dará continuidad a Mariño o alineará a un Luca Zidane que, con él, no ha sido nunca titular en Liga. Su buena actuación copera, no solo en su marco, sino incluso marcando uno de los goles en la tanda de penaltis, le da opciones. En la delantera Uzuni es indiscutible y Reiner parte con ventaja sobre Weissman, gafado de cara a gol hasta que marcó en el pase copero de los nazaríes frente al Zaragoza.
La derrota de la semana pasada ante el Almería, que tras su mal comienzo ya se ha colocado donde le corresponde por su inconmensurable presupuesto salarial, ha sacado a los andaluces de la zona de ascenso, pero la siguen teniendo a tiro y una victoria ante el Racing puede devolverles, incluso, al sexteto privilegiado. Los de José Alberto López, a lo suyo. Su estilo es «innegociable» y ahora son más sólidos en defensa, con lo que ante un equipo abierto, de esos que se les dan mejor tienen motivos para imaginarse con 40 puntos.
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