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La Romoneta se salió de la vía. Averiada en la cuneta. Y mientras el nuevo entrenador del Racing busca su propio vehículo, lo primero que debe hacer es poner en marcha el que tiene. Como si estuviese a su lado Luis Moya. Trata de arrancarlo, ... José Alberto. Trata de arrancarlo, por Dios. Asturias y Cantabria son tierras de buenos pilotos y el racinguismo se encomienda al nuevo técnico. Tampoco le queda otra. El trayecto empieza hoy en Cartagena. Frente al séptimo clasificado. Se vienen curvas. También es verdad que este equipo, en Segunda División, hace mucho tiempo que no encuentra una recta en la que acelerar. Con no salirse de la carretera y evitar caer otra vez al pozo –que ya es importante reto– será suficiente.
Para cualquier inquilino de cualquier banquillo a lo largo y ancho del planeta fútbol es primordial hacer valer el tópico. «A entrenador nuevo, victoria segura». La frase está muy bien, pero no hay respaldo ni científico ni estadístico a esta ley no escrita, más allá de que los jugadores pinen las orejas con un jefe de estreno en la oficina o hayan podido encontrar alguna motivación renovada. Porque las recetas mágicas, en este deporte y en este club, se fueron con Nando Yosu.
En el caso de José Alberto, lo de sacar un resultado positivo hoy cobra más importancia por las fechas. Con el Racing en descenso y a tres puntos de la permanencia, será complicado que los verdiblancos logren abandonar las plazas peligrosas en este último partido de 2022 y de la primera vuelta de la competición. Ganar y que la Ponferradina no lo haga, en Miranda, ante otro rival directo. Pero sobre todo la clave está en las sensaciones. Que el conjunto verdiblanco abandone el encefalograma plano de las cinco derrotas que encadena y sea capaz de dar señales de vida.
Para no faltar a las tradiciones, tan navideñas ellas, el problema de las bajas que arrastró Guillermo Fernández Romo durante toda la campaña no sólo no se ha solucionado para el debut del nuevo míster, sino que se ha agravado aún más. A los ya descartados Juerguen Elitim y Cedric se les han sumado otros dos lesionados: Unai Medina y Pablo Bobadilla. Además, el Racing continúa fomentando la natalidad. Va camino de tener más niños que goles. Fausto Tienza, que acaba de ser padre, se quedó en Santander. Así, a José Alberto le ha quedado una convocatoria de sólo veinte futbolistas que incluye al tocado Rubén Alves.
Eso acota las opciones, pero es difícil adivinar la posible primera alineación del asturiano al frente del equipo verdiblanco. Su predecesor tenía predilección por una línea de cuatro atrás a base de hormigón armado. Hasta con cuatro centrales. Al nuevo le molan más los laterales largos. Una preferencia que le abre la puerta de la titularidad al cántabro Saúl García en la izquierda, que hasta ahora era terreno dominado por Eneko Satrústegui. Todo va a depender mucho también del estado de Rubén Alves. Si el hispano-brasileño anda renqueante, Satrústegui podría pasar a su puesto original en el perfil zurdo del centro de la zaga. ¿Junto a Pol Moreno? Eso dice la lógica, pero habrá que ver qué impresiones le ha dado Germán Sánchez al recién llegado.
Si la idea de José Alberto es no propiciar cambios abruptos y mantener el 4-2-3-1, algo que está por ver, en el doble pivote la ausencia de Juergen Elitim se convierte en aún más crucial. Porque el asturiano quiere más fútbol ofensivo que Romo, al que, aunque el colombiano era titular con él, no le disgustaba la versión musculosa de la sala de máquinas. A Íñigo Sainz-Maza no lo quita nadie de ahí. La duda es su compañero. Por especialidad, Aldasoro parece lo lógico, pero el entrenador ya ha dejado caer que a Arturo Molina lo ve por el centro. ¿En el doble pivote? Ante el Lugo la propuesta no salió nada bien.
El cambio en la dirección le puede pasar factura a un Mboula que ya estaba probando el banquillo en los estertores de la anterior etapa. A José Alberto le gusta dejar espacio para las subidas de los laterales. Es decir, extremos capaces de meterse hacia adentro. Íñigo Vicente cumple con esa premisa, aunque su punto de partida ideal siempre es desde la izquierda. Por la derecha quizá este paisaje le pueda dar por fin la alternativa a Alfon. Omandar al vasco a la diestra y meter a un puñal más puro como Marco Camus en la zurda. ¿Y si le da la banda derecha a Pombo para poner dos puntas arriba? ¿Quién sabe?
En la delantera, pues a elegir. Salvo que decida jugar con los dos arietes disponibles. El nuevo entrenador promete enviar más balones al área. Para recibirlos, el idóneo parece Sekou Gassama. Pero, a la vez, también apunta a presionar más arriba la salida de balón de los rivales. Y ahí Matheus Aiás gana la partida. Hay ganas de ver, una hora antes del partido, la elección final del míster.
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Enfrente, el Racing se encontrará a un equipo que mira hacia arriba. Y, además, en un entorno al que al equipo cántabro le tienen ganas. Después de 31 años, en Cartagena se ha recordado bastante a lo largo de toda la semana el ascenso verdiblanco de 1991 y el gol en propia puerta de Pombo. Del otro Pombo. Luis. La sombra de un presunto amaño en aquel partido, que dejó al cuadro murciano en Segunda División B, aún colea en Cartagonova. Fíjense si fue importante en Santander, que hasta le pusieron el nombre a una plaza... Bromean los racinguistas. Pero vamos, que ni el Cartagena es el mismo club –fue refundado– ni gran parte de la afición blanquinegra se acuerda de aquello más allá que por la hemeroteca.
El Racing sabe que se encontrará un rival fuerte, con un centro del campo veterano, con bajas importantes en el centro de la defensa, dominador y comprometido. Sin embargo, el Cartagena no tiene ni idea de qué se le va a poner enfrente. El nuevo equipo de José Alberto, la mano que haya podido meter el técnico en estos pocos días que lleva al frente del banquillo verdiblanco, es una auténtica incógnita, más allá de las promesas o anuncios que haya podido hacer el míster en sus dos comparecencias. Mejorar lo de las últimas cinco jornadas no parece complicado. Mejorar lo suficiente para lograr el objetivo innegociable de la permanencia, ya se verá. Habrá que darle tiempo, pero de cara a esta tarde, ya se sabe que lo que bien empieza...
. El entrenador del Cartagena, Luis Carrión, compareció ayer ante los medios. En su opinión, el Racing «es un equipo que ha hecho bastantes cosas bien en Liga y ha tenido acciones de VAR que le han afectado. El cambio de entrenador provocará un cambio en el equipo, porque tienen modelos diferentes. Intentaremos aprovechar lo que conocemos del míster, pero lo importante es lo que hagamos nosotros».
Los albinegros reciben en el Cartagonova al conjunto cántabro en el que será el último partido de la primera vuelta. «Estar arriba al empezar la segunda vuelta ya no es algo anecdótico pero para eso hay que ganar este partido que no será nada fácil», afirma Carrión.
El cuadro murciano afronta el encuentro con las bajas de Kiko Olivas y de Pedro Alcalá en el centro de la zaga. «Pablo Vázquez hizo un partidazo el otro día ante un gran rival como el Sporting. Tenemos a Farru, que está entrenando increíble. Tenemos a Calero, que puede jugar en las dos bandas y a Delmás. Tenemos gente de sobra. Seguro que la defensa que saquemos estará muy bien», aseguró.
Por último, sobre la supuesta rivalidad con el Racing por lo que sucedió hace 31 años en Getafe, le quitó trascendencia: «Leemos y sabemos todo, al final los clubes cambian. Para nosotros el partido es el más importante de los que hemos tenido hasta ahora. Nuestra ambición a día de hoy es muy grande. Tenemos recuerdo de lo que pasó pero nuestro objetivo es ganar para acabar la primera vuelta con 35 puntos», destacó.
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