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La cuenta es sencilla de hacer. Quizá no tanto de plasmar sobre el césped, pero las matemáticas mandan. Quedan once jornadas. En realidad, diez partidos, porque el choque frente al Extremadura, para ambos contendientes, es un +3 por anticipado. Si el Deportivo lo gana ... todo de aquí al final, al Racing le bastará con vencer ocho de sus compromisos. 24 de los 30 puntos aún por decidir serán suficientes. Dos tropiezos están permitidos. Hay colchón sobre el que caer y no hacerse daño. Seis puntos y la diferencia de goles. Teniendo en cuenta la escasa probabilidad de que los gallegos, en su peor momento de la temporada, resurjan para completar una racha espectacular, el listón para los de Guillermo Fernández Romo seguramente esté un poco más abajo. Sin embargo, como se suele decir, los verdiblancos deben aspirar a un diez y después, si les vale con un siete, mejor. El peligro de relajación y autocomplacencia es a día de hoy el peor enemigo con el que se puede encontrar el Racing.
Hay un dato precedente que cuenta a favor del Racing. El equipo cántabro tiene una capacidad enorme para caerse y levantarse. Ha perdido cuatro partidos en lo que va de campaña. Pero siempre después de una derrota se ha redimido a continuación con un triunfo. La única vez que ha encadenado dos pinchazos seguidos fue con el empate en casa frente a Unionistas y la posterior goleada sufrida contra el Valladolid Promesas. Y se encuentra en el momento actual invicto en los Campos de Sport y en una racha de doce partidos sin conocer la derrota. Desde principios de diciembre. Así que le ha levantado doce puntos a su principal enemigo en apenas un mes y medio.
Todo lo contrario que un Deportivo que lleva tres partidos sin ganar. Y lo que es peor, suma cinco puntos de los últimos 21 en juego. Por eso, si quiere aspirar a quitarle el campeonato y al ascenso directo al Racing debe ejecutar una transformación radical a nivel de rendimiento. Es complicado, con un entrenador, Borja Jiménez, que parece haber tocado fondo y se le terminan los recursos.
Es cierto que el Racing se ha quitado unos cuantos cocos en el inicio de la segunda vuelta. Racing de Ferrol, Deportivo, Unionistas... Pero aún le quedan partidos complicados. El primero, este mismo fin de semana. Porque el Calahorra es, junto a los cántabros, uno de los equipos más en forma del grupo. Los riojanos, séptimos, son los mejores de las últimas seis jornadas, con quince puntos de 18 posibles. Y las peculiares características del modesto estadio de La Planilla le dan un plus como local.
Posteriormente visitará Santander la Sociedad Deportiva Logroñés. Justo antes de iniciar los de Guillermo Fernández Romo un realmente complicado mes de abril. Especialmente por las tres salidas. Todas a Madrid. Y dos de ellas consecutivas. Ambas sobre césped artificial. El primer fin de semana viajará a San Sebastián de los Reyes y, unos días después, a Villaviciosa de Odón para verse las caras con el Dux. El tercer desplazamiento a la zona será al feudo del Rayo Majadahonda.
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Pero antes de jugar en el Cerro del Espino, visitará Santander uno de los aspirantes al play off de ascenso: la Unión Deportiva Logroñés. Una de las ventajas del Racing es que dos de los contrincantes más potentes los recibirá en su casa. El siguiente en pasar por El Sardinero será un Celta B, tercero, que se encuentra a diez puntos de los verdiblancos tras su inesperado pinchazo del sábado frente al colista, el Tudelano.
La localidad navarra será el posterior viaje racinguista. Y lo hará en unas fechas en las que, salvo sorpresa máxima, los blanquinegros ya serán equipo de Segunda RFEF. A trece puntos de la permanencia a falta de once jornadas -aún tienen pendiente la cita con el Extremadura-, precisan de un milagro para salvar la vida. Pero bueno, que eso no sirva como excusa.
El Racing cerrará la campaña ante otros dos equipos de la parte baja de la tabla. En Santander, frente a un Valladolid Promesas que ahora mismo tiene sólo un punto más que el Tudelano -aunque con un partido menos y también con el Extremadura por delante-. En el mejor de los casos, ese sería la jornada ideal para sellar el ascenso. En casa, fiesta absoluta. Por soñar... Porque el último partido del curso será en la jornada 37, en Lezama, frente a un Bilbao Athletic que ha cambiado su suerte y ya tiene los puestos de descenso a cinco puntos. En la última fecha, a finales de mayo, al Racing le tocará ver lo que hacen los demás, sea cuál sea la situación, ya que era el momento fijado para recibir al expulsado Extremadura.
El entrenador del Deportivo, Borja Jiménez, afronta esta semana lo que parece un ultimátum, en casa, frente a la Cultural Leonesa. Pero una cita clave será la de la siguiente jornada, cuando visitará a un rival directo y enemigo acérrimo: el Celta B. Una cuesta pindia que mantendrá su desnivel con la llegada a Riazor del Rayo Majadahonda.
El cuadro gallego viajará a Lezama y recibirá después al Dux. Parte como favorito, pero últimamente cae ante cualquiera. Tendrá que enfrentarse también al Talavera, en descenso pero que ya le mojó la oreja al Racing, en El Prado. La Unión Deportiva Logroñés también será otro rival en La Coruña, justo antes de una jornada en la que el Deportivo sumará sin jugar -la segunda del campeonato- por su enfrentamiento contra el Extremadura.
Tudelano (casa), Valladolid Promesas (fuera) y un Unionistas que quizá ya no se juegue nada por esas fechas serán los últimos obstáculos del Deportivo en esta carrera que lidera el Racing con una buena ventaja. Aunque ya se ha visto que todo puede cambiar en un instante. Ya habrá tiempo de relajarse.
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