![El turismo de Liébana no respira sin el teleférico](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2023/07/02/85137674-kCv--1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
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El teleférico de Fuente Dé es una de las infraestructuras más rentables de Cantur; pero además de los ingresos diarios por los tickets -en pleno verano son más de 35.000 los visitantes mensuales-, se ha convertido con el paso de las décadas en ... la principal atracción turística de la comarca lebaniega, con permiso del santuario de Santo Toribio. Por eso la avería en el cable, que lo ha tenido parado durante 22 días, hasta el pasado martes, ha causado estragos en la caja de muchos bares, restaurantes, hoteles y casas rurales.
«Se ha notado muchísimo. Cuando sucede esto te das cuenta de lo dependientes que podemos llegar a ser de ello», cuenta Nando Agosti, propietario del camping El Redondo, en Fuente Dé. Incluso pese a que su público es eminentemente extranjero y no condiciona su visita al funcionamiento del teleférico, la caída del resto de visitantes sí que ha impactado en su negocio.
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«Estaremos en que han caído las reservas del orden de un 30%, podríamos decir», afirma el responsable del camping. Se veía estas pasadas semanas a simple vista en el parking de Fuente Dé, que suele estar abarrotado de vehículos «y estos días pasados estaba con apenas dos coches que tenían matrícula extranjera».
Nando Agosti
Camping El Redondo (Fuente Dé)
El visitante inglés busca alternativa si se encuentra con un contratiempo de estas características. Tiene planes para ir a la zona asturiana, etc. «Pero si hablamos de los cántabros, de los visitantes de las comunidades limítrofes o del resto de turistas nacionales, la mayoría vienen a subir en el teleférico».
Tantas ganas había de recuperar la experiencia de ascender hasta lo alto del mirador del cable que este pasado martes, cuando se reabrió la infraestructura al público, se formaron largas colas para subir. «Mucha gente viene a esto y el problema es que no nos han informado nada de lo que estaba pasando ni de lo que iba a durar la avería», protesta el responsable del camping. No es una opinión exclusiva suya. Cayo Gómez, conocido hostelero en Potes, propietario de Casa Cayo, denuncia lo mismo. «Al final ya no sabíamos ni qué contarle al público. No sabes lo que va a estar inoperativo el teleférico, ni en qué consiste la avería, ni nada. Ha habido momentos, de verdad, en que he pasado vergüenza porque ya no sabía qué decirle a mis clientes», asegura.
Cayo Gómez
Restaurante Casa Cayo (Potes)
En Potes se ha notado algo menos el impacto de la caída de las visitas. «Al fin y al cabo somos el lugar de paso de la comarca; pero hay sitios, como en Camaleño, donde sí que lo han notado considerablemente», asegura Gómez. El problema, dice, es que el visitante vaya acumulando malas experiencias. «Muchos vienen hastiados por las obras del desfiladero de La Hermida, luego se encuentran con que quieren subir en teleférico y no funciona, y si encima tienen la mala suerte de que comen mal, pues no vuelven a Potes en la vida», lamenta el empresario lebaniego.
A todo el que se dedica a este negocio le preocupa esta sensación que se lleva el que viene de vacaciones a la comarca. Sea por el teleférico, por la naturaleza, por la gastronomía o por el Año Santo Lebaniego. «Este último está más flojo de lo que esperábamos así que no podemos permitirnos que nos falle también el teleférico», argumenta Wences Rodríguez, propietario del Cenador del Capitán, en pleno centro de Potes. Él también ha notado una caída en la afluencia, «del orden de un 20%», matiza. «Lo que ocurre es que ahora, en verano, podemos salvar bien el negocio porque siempre viene gente, pero vamos a ver cómo va a ser el otoño», avanza.
A otros empresarios la situación les ha obligado a exprimir la creatividad. «Como el teleférico estaba estropeado, hemos tenido que plantear alternativas a los clientes», explica Jesús Remoña, propietario del hostal y apartamentos Remoña, en Espinama. «El cliente va a venir porque le gusta la comarca y la naturaleza. Entonces lo que hacemos es plantearles rutas de montaña y otras actividades que les llevan a conocer la comarca de otra manera». Esta forma de turismo tiene otras ventajas. «Estamos aprovechando un problema como es la avería de esta infraestructura que es crucial para nosotros para plantear al visitante otras formas de ver Liébana. Y como siempre les quedan cosas por hacer, al final logramos fidelizarles».
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