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Diez años han pasado desde la primera edición del campeonato internacional de la Vaca Gigante que acoge la zona de La Cantera-Cueto, donde se descubrió que se forman olas que pueden sobrepasar los ocho metros de altura. Se corrió la voz y surfistas de ... renombre vienen de todas partes del mundo para participar en este campeonato. Ahora, tras una década de «mucho trabajo y esfuerzo», según señalan los organizadores, este campeonato de surf extremo ha entrado a formar parte del circuito mundial de olas grandes (de nueva creación), dentro de un club en el que están solo cinco pruebas más que se desarrollan en Brasil, Chile, Méjico, Portugal y Punta Galea (Getxo).
«Es como entrar a formar parte de la Champions League. Estar dentro del circuito mundial le dará mucha más visibilidad a La Vaca Gigante, a Santander y a Cantabria y supone un gran orgullo para el surf cántabro», destacó Pedro García Rivas, al frente del club deportivo ObsessionA2, que organiza la prueba, y juez del comité organizador.
Además, lo más notorio es que los finalistas de cada evento que integra el circuito mundial se verán las caras en una gran final, en categoría femenina y masculina. La prueba se celebrará cada año en una de las ciudades que forman el club, en el que ahora también está Santander.
Pedro García
ObsessionA2 y juez del comité de La Vaca
De esta forma, Santander se consolida como referente para el surf de olas grandes junto a Thriller at Killerse, en Méjico; el Nazare Big Wave Journey, en Portugal; el Punta Galea Challenge, en el País Vasco; el CBSurf Big Wave Mormaii, en Brasil y el Buey Santos del Mar, en Chile.
El club deportivo ObsessionA2 organiza el evento de la La Vaca Gigante cuando se dan unas condiciones mínimas en cuanto a la altura de las olas, así como de seguridad. En la pasada edición la prueba congregó a 10.000 espectadores que acudieron a ver la prueba, un número muy elevado teniendo en cuenta que la era un día entre semana, un miércoles.
El periodo para la posible fecha de celebración de La Vaca se abre el 15 de octubre y no finaliza hasta el 10 de mayo. La 'alerta verde' (la fecha definitiva) depende de las condiciones meteorológicas; se busca que haya viento sur con las fuertes marejadas propias del otoño. Otros años se ha celebrado en octubre, noviembre o incluso en el puente de La Constitución, aunque también puede celebrarse en enero, febrero y marzo, cuando son inviernos atípicos.
«El número de espectadores depende mucho de que el aviso se pueda hacer con más de 24 horas de antelación. El año pasado se hizo con 48 horas de antelación, lo que permite a la gente organizarse», continuó García, que explicó que la antelación la marca la propia climatología.
«El dispositivo de seguridad que se despliega en La Vaca difícilmente puede superarse a nivel mundial, tanto en tierra (en colaboración con el Ayuntamiento de Santander), como en mar», aseguró Pedro García, que enumeró que se dispone de un barco medicalizado, motos de rescate, barco de apoyo, moto de prensa, moto de socorrismo y protocolos. Un total de 20 personas forman el equipo de seguridad dentro del agua.
Cada prueba del circuito mundial es autónoma. De momento, La Vaca Gigante no tiene patrocinador pero «puede que las marcas vuelvan a apoyar la prueba con la gran difusión internacional que supondrá alzarse a nivel mundial como una de las cunas del surf de olas gigantes», destacaron desde ObsessionA2.
Los vencedores de cada competición, tanto en categoría masculina como femenina, se clasificarán para una gran final a nivel mundial del que saldrá el campeón mundial de olas grandes.
La Vaca Gigante -junto al Punta Galea y el Illa Pancha Challenge- son los únicos eventos de surf extremo que tienen lugar en España, traspasando fronteras en muy pocos años y consolidándose como una de las competiciones relevantes de olas gigantes en Europa.
Se trata de un evento invitacional, así que las plazas se otorgan por invitación directa del club organizador ObsessionA2.
Lo que hace realmente especial a La Vaca son las características de la ola: cuando se dan las condiciones meteorológicas adecuadas, pueden elevarse hasta 6 u 8 metros de altura. Para asegurar que el evento se celebra con unas condiciones óptimas, se establece un periodo de espera prolongado –desde octubre hasta marzo- y se convoca la prueba con una semana de antelación, cuando el pronóstico de oleaje y viento es favorable.
Las olas de este evento miden lo mismo que un edificio de tres alturas. Los competidores tienen que remar 500 metros hasta el muro de las olas y sus tablas son especiales y se denominan pinchos por ser larga de más de diez pies (tres metros). Si una ola de este calibre te cae encima son cuatro toneladas de agua. Las motos de agua son el seguro de los riders cuando algo sale mal, el mejor método de rescate.
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