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En un debate con tantas aristas como el del modelo territorial de una Comunidad, en este caso Cantabria, la disparidad de opiniones suele ser una ... desembocadura habitual. El último ejemplo, el de la Ley del Suelo. Cerca de 50 personas se han concentrado hace unos minutos frente al Parlamento de Cantabria para protestar contra la iniciativa legislativa que promueve la Cámara autonómica a instancias del Gobierno PRC-PSOE.
Impulsada por los colectivos conservacionistas bajo la identidad 'Cantabria Sostenible', con ARCA a la cabeza, el acto de protesta giró en torno a la culminación, tras cuatro décadas de actividad en el antiguo Hospital San Rafael, «de un largo proceso de progresiva degradación territorial y continuo declive económico de nuestra comunidad. Los partidos políticos con representación parlamentaria han sido incapaces a lo largo de estas cuatro décadas de reorientar y potenciar el sector primario tras la entrada en la Unión Europea, y procurar un modelo económico diverso, moderno y sostenible», sostuvieron los convocantes.
En el centro de la discusión, el espíritu de la Ley. «Contrariamente a las tendencias actuales y a la normativa de las demás comunidades autónomas, del Estado español y de la Unión Europea, consolida la anomalía de autorizar la construcción dispersa y generalizada de viviendas en suelo fértil, así como de instalar en él proyectos y ocurrencias improvisadas a capricho del Gobierno de turno».
Para 'Cantabria Sostenible', con este nuevo texto la región «se sitúa a la cabeza de la involución territorial por las graves e irreversibles consecuencias destructivas que va a causar al presente y futuro del sector primario, la ordenación del territorio, la economía, el paisaje e, incluso, la calidad turística de nuestra comunidad. En lugar de construir en los prados y mieses fuera del núcleo, como impulsa esta ley, la construcción de viviendas y su rehabilitación debe hacerse en el interior de los pueblos. La alternativa a construir en suelos fértiles, donde nunca se debe construir, es reorientar y relanzar el sector primario de nuestra comunidad, buscando la rentabilidad económica, además de en la ganadería, potenciando los cultivos hortofrutícolas, las plantaciones forestales maderables, la industria maderera y agroalimentaria, fomentando los cultivos y productos de proximidad», dijeron.
En el fondo, una asignatura pendiente: la del modelo económico y productivo. Según los convocantes, «toda Cantabria necesita reorientarlo para que sea diverso, moderno y sostenible, superando el actual y obsoleto modelo, centrado en la construcción, la especulación, las grandes infraestructuras y el turismo masivo, que excede la capacidad de acogida del territorio y provoca su degradación».
«Nos jugamos mucho; nos jugamos todo. Por una Cantabria con dignidad. Otra Cantabria es posible», clamaron los manifestantes.
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