Los concursales comienzan el despiece de Sniace con las primeras subastas de activos

En concreto, se va a proceder a la subasta pública de parte de los bienes que integran la masa activa a través de 'www.subastastrademat.com'. Los activos en cuestión son dos fincas, una situada en Santillana del Mar con una extensión de 48.185 m2; y otra en Torrelavega, con una superficie de 23.265 m2.

El plazo para empezar a pujar comenzará el próximo día 19, mientras que el proceso expirará el 19 de octubre. El valor de los activos, a efectos del proceso de liquidación, se sitúa en los 6,48 millones.

El paso no es uno más, puesto que implica el despiece por bienes de todos el patrimonio de Sniace y su desaparición definitiva después de no conseguir un inversor que diera continuidad a la histórica actividad papelera, en los últimos tiempos centrada en la producción de fibra y celulosa, en las instalaciones de Torrelavega.

Todo ello mientras todavía está pendiente de resolverse la adjudicación del perímetro forestal de la compañía. Ence registró a finales de julio un escrito en el que defendió que no deben tenerse en cuenta las ofertas recibidas previamente -en concreto la de IBS y la de la cántabra Globaliste (1,32 millones)- ya que, a su entender, no se ha dado la publicidad recogida por ley del plan de liquidación, por lo que cabría dejar sin efecto el informe de evaluación de ofertas hasta que no transcurran seis meses desde que se publique el citado plan en el Registro Público Concursal.

Aquel movimiento no era más que una vuelta de tuerca a la polémica entre el gigante industrial y los concursales. El Juzgado admitió la personación semanas atrás y otorgó a la organización, que se autodenomina de cara al juez como «la empresa líder en Europa en la fabricación de pasta de papel de madera (principalmente de eucalipto) y, en España, la compañía líder en generación de electricidad a partir de fuentes renovables, especialmente mediante la utilización de biomasa como materia prima», cinco días para decidir si ofertaba.

Ence respondió a esa diligencia con una suma superior a la de IBS Capital: 9,1 millones, condicionada a que los activos fueran los que en 2020 le relataron los administradores, meses después de que se concretara el cierre de las factorías de Torrelavega y la solicitud de liquidación. De hecho, reclamó un peritaje externo para que se comprobara el estado de los activos forestales y si estos se correspondían con el inventario inicial.

Sin embargo, los administradores se oponen a esta puja. De hecho, en un escrito de julio volvieron a rechazar tal escenario. Primero, reiteraron que la oferta de Ence llegó fuera de plazo y que luego, sus diferentes condiciones, podrían hacerla decaer y poner en peligro la puja firme de IBS Capital.

De hecho, la compañía vasca se ha opuesto en el Juzgado a los argumentos de Sniace. En paralelo, ha recordado que tiene inmovilizados ocho millones para la adjudicación de los activos y que, en último término, señala que «es posible que se produzcan vencimientos» de diferentes concesiones ante la dilación de la adjudicación, lo que llevaría a reducir el importe definitivo por el que se traspasarían los activos vía judicial.