Garmendia pide adaptar la educación a los cambios para evitar brechas «inasumibles»

La que fuera ministra de Ciencia en el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero entre 2008 y 2011 habló en la capital cántabra del 'Valor de lo intangible', esto es, aquellos elementos que están empezando a ser decisivos en los éxitos, o supervivencias, empresariales, así como consecuentemente en la evolución económica y social de un país. En un contexto en el que los cambios son cada vez más disruptivos y acelerados, Garmendia llamó la atención sobre estos otros elementos imperceptibles pero que han situado en una posición dominante a las grandes tecnológicas. Digitalización y transición sostenible, sí, pero con un fuerte elemento de I+D que ejerza como palanca tractora. En la base, las generaciones venideras. De hecho, la invitada reclamó adaptar la educación a las nuevas realidades para evitar que se abran «brechas inasumibles» en términos de desigualdad, de manera que el talento pueda salir a flote, y ser localizado, con independencia del estrato social del que provenga.

En un acto moderado por el director de El Diario, Íñigo Noriega, la ponente partió de la misión de Cotec, sencilla pero terriblemente ambiciosa. «Convertir a España en un país más innovador». Ni más ni menos, reto complejo más si cabe cuando el país viene de «una década perdida» en la apuesta por el I+D. Por ello, recordó que, en su opinión, «la política es la que debe transformar la sociedad. Hay que reivindicarla más que nunca».

En ese sentido, abundó en la necesidad de que ese impulso a la innovación sea coordinado, para lo que hay que trabajar de «forma público-privada para poder competir ante los grandísimos gigantes tecnológicos que se han convertido en pseudo estados». Todo ello en pos «del bien común, la transparencia y la rendición de cuentas», anotó.

A más, apostó por impulsar estas alianzas «sin demagogias» porque «es la única manera de llegar lejos» en materia de desarrollo. «Sólo podemos hacerlo de manera colaborativa», sentenció, opinando que las empresas van «por delante» y deben «ayudar».

No fue la única idea fuerza sobre la que puso el foco la exministra. Como ejemplo, remarcó la importancia que tiene en la actualidad tanto para las empresas como para las administraciones públicas invertir en intangibles como la I+D+i, sostenibilidad, datos, etcétera, cuya inversión supera ya la de los tangibles, y aunque en España «vamos retrasados» en ellos, «estamos creciendo bien».

Al hilo, recordó que España ha retrocedido dos puntos en el ranking de innovación de la UE recientemente publicado –European Innovation Scoreboard 2021–, en el que ocupa el puesto 16 de 27. «Nos cuesta muchísimo converger con países europeos» y «no es que no estemos avanzando», sino que «los demás avanzan más», explicó.

En dicha clasificación también se hace un desglose por regiones. Cantabria no sale muy favorecida en el mismo, a tenor de los datos que se mostraron durante la participación en el foro. La ponente estuvo elegante y apenas quiso tocar lo evidente: «Ha subido cuatro posiciones», subrayó en relación a la Comunidad. Lo que no mencionó es que la autonomía ocupa el lugar 168 de 240 en toda Europa en términos de I+D, así como el puesto 12 de 17 en el conjunto de comunidades españolas. De hecho, en los informes anuales de la propia Cotec, Cantabria sigue apareciendo a la cola en inversión y empleo en relación a 2009.

También remarcó que la innovación y las capacidades digitales son una «gran fuente de vulnerabilidad y desigualdad», pues apuntó que en España el 40% de los ciudadanos no tiene acceso a las competencias básicas que se utilizan ya en el ámbito de la sanidad o la educación, además del ocio y entretenimiento. De hecho, Cantabria es una de las comunidades que se encuentra por debajo de la media, que señala que el 60% sí tiene acceso a la tecnología. En este vagón de cola también se encuentran Galicia y Murcia.

Por tanto, dado el retraso evidente tanto a nivel nacional como local en determinados ámbitos, Garmendia entró en materia. ¿Qué es innovación? «Para nosotros en Cotec es todo cambio en el conocimiento que genera valor. Cotec se fija en los grandes cambios silenciosos», aquellos que no hacen ruido pero que coadyuvan a transformaciones profundas. Como ejemplo, tres ejes: los flujos de información; la inversión; y las materias primas y la energía.

La invitada igualmente puso el foco en la crisis vírica y en las vacunas. La innovación «no es ejemplar en términos de igualdad», algo que es necesario paliar con políticas activas para que «no se ensanchen las brechas», según Garmendia, que apuntó el acceso a las vacunas contra el coronavirus. «¿Quienes se han beneficiado primero de ellas? Los que las tenían cerca y han sido capaces de producir», sentenció.

En esa línea, añadió que «nadie hubiéramos pensado que una vacuna de ARN –como las de Pfizer y Moderna– podría funcionar» por cuestiones como la ultracongelación que necesita, y sí ha funcionado «porque no ha habido mas remedio» y se ha hecho «muy rápido, cerró la experta.

Cristina Garmendia también opinó acerca de la gestión sanitaria española durante la primera ola del covid, en la primavera del pasado año. En su opinión, más allá del elevado nivel clínico nacional, el sistema falló claramente en la gestión de la información y el tratamiento de esos datos. «Nos faltó organización», sostuvo, a la vez que defendió que ella hubiera recomendado «estar más cerca de una organización militar».

¿Qué quería decir con esto? «Un equipo tendría que ocuparse de curar; otro de ver qué es lo que hacía falta; otro de analizar y emplear los datos...», explicó.

De vuelta a las vacunas, lamentó que España no pudiera participar en la solución de la actual crisis y llamó a tomar nota de cara al futuro. «Los intangibles están aquí para quedarse. Hay que prestar muchísima atención a esta transición más allá de la que se está produciendo en el ámbito digital y verde. Si no, habrá una crisis social sin precedentes», declaró.

¿Cómo puede España recortar ese déficit acumulado en inversión y desarrollo? «El Presupuesto es el principal paso. Hay que fijarse más allá de la ratio de inversión», opinó Cristina Garmendia. Para la invitada, la clave es saber «qué perseguimos. Ahora que la Unión Europea tiene un enfoque misional está claro que además de más presupuesto hay que tener mejor organización y mejor orientación».

¿Se puede innovar por decreto? «Claro que no. Ni con presupuestos únicamente tampoco se puede», respondió Garmendia. A este respecto, dijo que «hay instrumentos interesantes que permiten incluso cambiar la regulación en un momento determinado. Hay que identificar y tener claras las políticas orientadas hacia lo que necesita el país», concluyó, para evidenciar que los decretos por sí solos no son útiles.

¿Se puede vivir únicamente de valores intangibles? Cristina Garmendia dejó claro que «algunas ya viven. La gran ventaja para ellos es la falta de regulación. Viven de los datos. Por el camino y ante esta falta de marco regulatorio se producen crecimientos increíbles. No se puede combatir de una forma ordinaria, si acaso sólo contrarrestar», anotó la exministra en relación a las grandes corporaciones tecnológicas del planeta.

En este futuro que ya es presente, ¿qué opciones tienen las pymes para salir exitosas en una apuesta por la I+D y generar ventajas competitivas? «Su ventaja principal es que pueden adaptarse más rápido o aliarse con otras compañías para elevar su tamaño. Al final el éxito radica en seguir haciendo muy bien lo que hacemos y apostar por la cadena de valor del espacio conjunto», anotó la invitada al Foro de El Diario.

¿Cómo está en España la protección de la propiedad intelectual? Para Cristina Garmendia, «patentamos poco y hacemos poco uso de aquello que patentamos». Además, apuntó a un fenómeno que se está dando a día de hoy consistente en «compartir patentes entre empresas y volver a generar conocimiento. Se está transaccionando mucho el uso». Como cierre, recordó que «hay que proteger bien».

¿Puede la FP ayudar a evitar esa potencial desigualdad de la que advierte Cristina Garmendia? «Es fundamental adaptar los nuevos modelos de educación y formación. Desgraciadamente se ha parado el ascensor social. Si naces en una familia pobre tienes muchas menos oportunidades. Todo arranca con la educación. Hay que dar herramientas a los profesores. Necesitamos a los mejores como docentes», expresó.