El juez sentencia que Digitex puede trasladar a toda su plantilla de Maliaño a Jaén y Barcelona

Al tiempo, reconoce el derecho de los afectados a extinguir su contrato de trabajo en el plazo de 15 días desde que la sentencia sea firme. Cada uno se llevaría una indemnización de 20 días por año trabajado, por debajo de lo obtenido por los trabajadores que ya han renunciado a continuar la relación laboral (un centenar, en su mayoría mujeres) que fueron indemnizados con 29 días por anualidad. En la actualidad, quedan en la planta cántabra unas 40 personas. En su defensa CGT ha avanzado este jueves que recurrirá la sentencia, ya que cabe recurso de suplicación ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, TSJC.

Una portavoz de CGT (María Gómez) ha señalado a Europa Press que en el sindicato han recibido «mal» la noticia del juzgado. A sus ojos, el magistrado ha primado que «la mayoría» de los sindicatos ya firmaron un acuerdo económico con Digitex, lo que implicaba, ha lamentado, «admitir que sí había causa para la movilidad». La central tiene a partir de ahora 15 días para recurrir -algo que ya ha anunciado que hará- y, mientras tanto, los trabajadores que siguen en Digitex continuarán en sus puestos.

El ponente del fallo estima que las causas que alega la empresa para deslocalizar la instalación de Maliaño «son idóneas para mejorar su posición competitiva y, por ende, la productividad». Además, no aprecia mala fe en la negociación que la firma mantuvo con los representantes de los empleados.

El juzgado había acordado en junio la suspensión temporal del traslado hasta la resolución del pleito que la Confederación General del Trabajo había presentado mayo. Pero ahora esta medida cautelar decae, «salvo que CGT decida recurrir la sentencia, solicite el mantenimiento de la medida y el magistrado lo acepte», han informado fuentes del TSJC.

En su demanda, el sindicato consideraba que no existen causas objetivas que justifiquen el traslado y que Digitex (que pertenece al entramado empresarial Konecta) no había negociado de buena fe durante el periodo de consultas con la plantilla.

Pero el magistrado no comparte esos argumentos. Explica que la decisión de traslado está justificada por «causas organizativas y productivas», tal como exige la ley. La empresa apuntó ante la Justicia al elevado nivel de competencia del sector y a que, pese a que el mercado del 'contact center' se ha incrementado en los últimos años, Digitex ha perdido cuota, en parte, por el elevado número de plataformas de pequeño tamaño que tiene, «lo que representa una desventaja competitiva respecto a sus competidores».

En cuanto a la negociación del periodo de consultas -obligada siempre que un traslado afecte a toda la plantilla-, la sentencia establece que «de la lectura de las actas de las reuniones no cabe colegir que Digitex negociara sin sujetarse a la buena fe». Por ejemplo, «no ha existido obstrucción de la firma a facilitar la documentación que los representantes de los trabajadores han requerido ni ha sido inmovilista, pues ha ofertado mejoras de las condiciones de trabajo a las personas afectadas».

Así, el magistrado recuerda que después de la celebración de la vista de medidas cautelares y su resolución se inició un nuevo periodo de consultas que, «tras una mejora de tales condiciones, finalizó con un acuerdo ratificado por todos los sindicatos, a excepción de CGT». A ese pacto se acogió gran parte de la plantilla.

La antigua Unitono comunicó esta primavera a su personal (ahora trabajando para Konecta a través de su marca Digitex) sus intenciones, lo que provocó una oleada de concentraciones y medidas de presión por parte de los trabajadores, que no querían ser desplazarse a otros centros, máxime con las distancias de las propuestas que hacía la firma.

En función del servicio que cada operador estaba prestando en aquel momento, su nuevo empleo se ubicaría en Andalucía o Cataluña. A la localidad jienense de La Carolina marcharían los trabajadores adscritos al Servicio de venta telefónica de Naturgy mientras que los que atienden a CaixaBank, así como el personal de estructura, les propusieron mudarse a Viladecans (Barcelona).