«Queremos unas condiciones económicas acordes a una factoría puntera mundial»

Las cifras que maneja el comité de huelga difieren de las aportadas por el director, Ernesto Sánchez-Lastra, y el responsable de Recursos Humanos, José María Roncal. Los trabajadores toman como referencia los datos auditados antes de impuestos, aunque los del último ejercicio, 2022, aún no lo están: 16,74 millones en 2018; 21,86 en 2019; 18,55 en 2020; 19,26 en 2021, y 32,5 en 2022. Los representantes sindicales también incluyeron las cifras de negocio «auditadas por el Registro Mercantil», que experimentaron un crecimiento desde los 232,14 millones de 2017 a los 300,24 de 2021. «Como en cualquier conflicto, el vaso puede verse bien medio lleno o bien medio vacío», apostillaron.

El comité también aseguró que ni la guerra en Ucrania ni la pandemia del covid «han tenido repercusión económica» en los resultados de Aspla.

Además criticaron que la empresa se «despachase a gusto dando a conocer los problemas, márgenes de rentabilidad, que los trabajadores sólo puedan ir de dos en dos a la cafetera o los altos salarios».

Precisamente el sueldo es uno de los caballos de batalla que impide el acuerdo. «¿Por qué no se fija la dirección en los salarios de otra empresa del sector químico ubicada a escasos kilómetros de la nuestra –en clara alusión a Solvay– y no en las condiciones que establece un convenio regional de un sector que siempre son de mínimos?», reflexionó el comité de huelga, que censuró «la política de negacionismo de la dirección, que sólo quiere la política del no por el no». Por su parte, Ernesto Sánchez-Lastra y José María Roncal habían afirmado un día antes que Aspla tiene un convenio propio (...) y estamos un 50% por encima del sector, aproximadamente, en función del grupo profesional, algo que es cierto».

En la documentación remitida, los trabajadores incluyeron el importe de los gastos de personal, los sueldos, salarios y asimilados y las cargas sociales. Estos pasaron de 42,79 millones en 2017 a 48,71 en 2021.

Otro de los puntos de fricción, critican, es el trato laboral. «Se puede tener la mejor empresa, la más puntera del mercado, estar a la vanguardia tecnológica, pero si no se cuida al mayor activo que son sus trabajadores... Cuando decimos trabajadores, decimos todos, porque esta dirección diferencia claramente entre los dos colectivos, los de oficinas y los de producción. El trato es totalmente distinto», aseguraron.

Por último, el comité de huelga recuerda en el comunicado que Aspla recibió el pasado 5 de diciembre una subvención de 1,15 millones para la planta de Torrelavega y Reocín, por lo que considera que el Ejecutivo cántabro «algo que tendrá que decir, ya que subvenciona a una empresa con grandes beneficios que no quiere asumir que sus trabajadores tengan una subida salarial acorde al IPC de los años venideros, con sus respectivos atrasos cuando exista revisión de los salarios».