Starmer privará de ciudadanía británica a quienes lleguen en pateras

La guía ordena que se rechace la solicitud «si se confirma que la entrada ilegal ha ocurrido en los diez años anteriores». El documento, que tiene el título «Nacionalidad. Requerimiento de buen carácter», afirma posteriormente que a partir del día de su publicación se rechazará normalmente la ciudadanía «a quien haya llegado sin permiso válido o autorización electrónica de viajar, o ha hecho un viaje peligroso». Describe como viaje peligroso el que se hace en un pequeño bote, ocultándose en un vehículo o en otros medios de transporte, salvo en vuelos comerciales.

El Gobierno de Starmer está desplegando iniciativas diversas sobre la inmigración, el asunto que según los sondeos es el segundo (45%) de los más importantes para los británicos, por detrás de la economía (55%). Por su parte, la líder conservadora, Kemi Badenoch, propuso la pasada semana reducir el plazo para solicitar la residencia permanente de los cinco años actuales a diez.

La ministra de Interior, Yvette Cooper, está tramitando en el Parlamento un proyecto de ley que pone fin a la política de extradiciones de inmigrantes irregulares a Ruanda. También el lunes, su ministerio publicó que ha expulsado del país a 19.000 inmigrantes desde que los laboristas gobiernan. Ha publicado que 828 empresas fueron visitadas en enero por agentes de fronteras, que detuvieron a 609 inmigrantes trabajando sin permiso.

Según los sondeos de YouGov, el 73% de la población está insatisfecha con la política del Ejecutivo de Starmer sobre la inmigración. Es un porcentaje similar al que tenía el Gobierno del conservador Rishi Sunak antes de que se publicase la noticia de que en 2022 el balance de la inmigración arrojaba una cifra de unos 700.000 inmigrantes, en su mayoría legales.

Si se mide sólo la posición de los británicos simpatizantes con el Partido Conservador, el rechazo a la política contra la inmigración está cerca del 95%. La diferencia es también notable entre los que votaron por la permanencia en la Unión Europea, 62% de rechazo, y quienes votaron por la marcha, 89%. El Gobierno de Starmer está siendo criticado en su partido.

La imagen de varios agentes de seguridad acompañando a un inmigrante en el túnel hacia un avión que lo devolvería a su país no ha gustado. El número de muertes, 51, de solicitantes de asilo bajo la custodia del Ministerio de Interior, es llamativo. Y la diputada Stella Creasy ha expresado su malestar por que su Gobierno rechace la integración social de los inmigrantes.

El director del 'Refugee Council', Enver Solomon, afirma que el cambio de criterio no es razonable. «Sabemos que hombres, mujeres y niños que son refugiados quieren sentirse parte del país que les ha dado casa y apoyo para reconstruir sus vidas. Hay tantos refugiados de muchas generaciones que trabajan orgullosos como médicos, empresarios o profesionales británicos».