Un pastiche de Hitchcok y Polanski

En esta ocasión le ha tocado el inevitable turno a Alfred Hitchcock y Roman Polanski, triturados por Brian de Palma. Ecos de 'La semilla del diablo' y 'Doble cuerpo' se escuchan involuntariamente mientras degustamos la no lo suficientemente perversa historia de una joven -interpretada por Marine Vacth, con la que ya trabajó en 'Joven y bonita'- que se enamora de un terapeuta que parece tener una personalidad oculta, más bien oscura. Eso, o un hermano gemelo desviado. Lejos de mirarse en la inquietante 'Inseparables' de David Cronenberg, no le habría venido mal al director francés escuchar al responsable de 'Una historia de violencia', incluso a Paul Verhoeven y sus 'Delicias turcas' o dar un repaso a 'Eyes Wide Shut', de Stanley Kubrick, a la hora de retorcer una premisa que promete más de lo que da el filme, menos bizarro de lo deseado una vez rodado.

El relato se inspira en la novela 'Vidas gemelas', escrita por Joyce Carol Oates bajo el seudónimo de Rosamond Smith. Imperfecciones aparte, supone el bienvenido regreso de Ozon al thriller erótico, una tendencia desnaturalizada por el éxito de '50 sombras de Grey' y sucedáneos, sin la obligatoriedad de ofrecer suspense al espectador, por supuesto, pero culpables de extender una idea del amor sensual sumamente obvio. Aunque le falte gasolina, la pieza firmada por el responsable de la sutilmente desconcertante 'Sitcom' cuenta con algunas escenas de primera y una sorpresa final con derecho a ser discutida con algarabía.