La defensa sostiene que el joven de Colindres asesinado en León murió por una negligencia médica

En una comparecencia ante la jueza que instruye el caso, que se celebró el pasado 7 de junio y a la que asistieron todas las partes personadas en el proceso, la defensa de Jorge Cervantes -en prisión provisional desde que tuvo lugar el crimen- sostuvo que la muerte de Mario Fuentes pudo deberse a una negligencia médica, teniendo en cuenta que pasaron tres horas desde que el joven de Colindres recibió la puñalada hasta que certificaron su muerte, sin que desde su punto de vista se arbitrasen los mecanismos adecuados para cortar la hemorragia que sufrió la víctima.

Según recoge el Diario de León y confirman fuentes del caso a este periódico, en dicha comparecencia se solicitaron nuevas diligencias de investigación, como la declaración de los policías locales que acudieron al lugar de los hechos tras la llegada de la Policía Nacional, y que fuesen citados para testificar varios testigos que comparecieron en sede policial pero no ante la instructora del caso, la magistrada Beatriz Serrano.

Además, se solicitó al forense un informe respecto a la causas de la muerte de Mario, si bien ya existe en poder de las partes la autopsia del joven, en la que se detalla las causas de su fallecimiento. Junto a esto, la defensa pidió el historial médico de la víctima, ya que sostiene que Mario padecía una enfermedad pulmonar agravada por el coronavirus (la autopsia reveló que estaba contagiado en el momento de los hechos), que «pudo acelerar su muerte». Un extremo que desde la acusación particular descartan rotundamente.

Con la petición de estas diligencias, la defensa pretende sustentar la tesis de que la herida que presentaba Mario no era mortal de necesidad y que «no había voluntad de matar sino de realizar un corte lateral para provocar solamente heridas». Frente a esto, la acusación particular defiende que el acusado efectuó el navajazo con intención de acabar con la vida del joven colindrés. Y considera que con esta estrategia la defensa busca «dilatar el procedimiento».

Con la pruebas que hay sobre la mesa hasta el momento, la Fiscalía considera inicialmente, y a la espera de las nuevas pesquisas solicitadas por la defensa, que estamos ante un caso de homicidio, penado con hasta 15 años de cárcel. La acusación particular, a la que no le han aceptado la petición de un análisis del contenido del móvil del acusado, va más allá y considera que se trata de un caso de asesinato con alevosía, penado con hasta 25 años de prisión. Y la defensa reduce los hechos a un delito de lesiones agravadas que dio como resultado un homicidio imprudente, penado con hasta cuatro años de cárcel.

Hace apenas unos días se produjeron las comparecencias de los policías (locales y nacionales) que acudieron al lugar de los hechos el fatídico 16 de mayo de 2021. Según detallaron ayer fuentes del caso, uno de los agentes declaró que la puñalada que recibió Mario Fuentes fue «circular» y «profunda», por lo que «no sangraba mucho». Con esta afirmación se desmontaría la tesis de la defensa.

Además, comparecieron varios amigos del encausado, que coincidieron en que Jorge Cervantes, que tiene permiso para acudir a sus exámenes de Derecho, «colaboró» en todo momento con la Justicia después de proferir el apuñalamiento a Mario.