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La Asociación Hispania Nostra ha alertado del estado de abandono y deterioro de la torre medieval de Cobejo, también conocida como Castillo de los Moros. Una atalaya situada en lo alto de un cerro, aislado del núcleo urbano, ocupa un lugar estratégico para el control de los accesos al interior de Cantabria desde la Cordillera siguiendo al río Besaya. Según explican los conservacionistas, que urgen «la consolidación de la ruina», cerca de ella se encuentra la ermita de San Vicente, con una necrópolis medieval donde se localizaron varias estelas.
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Según explican desde Hispania Nostra, la estructura es una torre defensiva construida en la segunda mitad del siglo XIV, tiene planta rectangular y una altura de siete metros. Sus muros de sillarejo con esquinas reforzadas con sillería tienen otros tres metros de de grosor, «una anchura por encima de lo normal en este tipo de construcciones y que constituye una de sus singularidades», apostillan.
Destacan también los conservacionistas que, salvo tres saeteras que atraviesan el ancho muro, no hay otro tipo de vanos, por lo que, a día de hoy, «no se sabe con certeza si el acceso al interior se realizaba mediante un túnel o utilizando escaleras, bien a modo de patín o bien de madera que se retirarían tras su uso».
Aunque generalmente se acepta que la torre, era el punto de recaudación y custodia del portazgo de las Asturias de Santillana, tampoco hay certeza sobre este aspecto pues existe la posibilidad de que el impuesto se cobrase en el cercano castillo de Los Picones.
También se alude a que por el Becerro de las Behetrías «sabemos que, a mediados del siglo XIV, el portazgo y la guarda de paños y metales, se repartía entre Pedro Ruiz de Villegas, el abad de Aguilar y Garci Lasso de la Vega».
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