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Santander
Lunes, 25 de septiembre 2017
El redactor del Plan General (PGOU) de Castro Urdiales ha afirmado que el Ayuntamiento «no perdió ni un metro» de cesión de suelo o equipamiento por la apertura del vial entre el colegio Arturo Dúo y el polideportivo Pachi Torre. Este técnico ha declarado este ... lunes como testigo en el juicio contra 19 acusados por un presunto delito de prevaricación en el denominado caso Santa Catalina.
Entre los acusados están los exalcaldes de Castro Rufino Díaz Helguera y Fernando Muguruza, además de otros concejales de la Corporación y técnicos municipales a quienes se acusa de un presunto delito de prevaricación urbanística por la apertura de un vial público (la calle Poeta José Hierro) entre el polideportivo Pachi Torre y el colegio Arturo Dúo de Castro. El vial, que tenía informes negativos de la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (Crotu), se abrió para unir la calle Leonardo Rucabado, la principal vía del casco urbano, con la zona de Santa Catalina, donde se construyeron urbanizaciones.
El Ministerio Fiscal sostiene que ese vial no estaba recogido en el planeamiento y entiende que pudo suponer un menoscabo patrimonial para el Ayuntamiento de unos 2,4 millones de euros.
Pero el redactor del Plan General ha señalado que no hubo pérdida de suelo para equipamiento, porque, según su punto de vista, el vial puede considerarse como tal. Este testigo ha reconocido que cuando redactaron el Plan General de Castro, que fue aprobado en diciembre de 1996, antes de la reforma de la Ley del Suelo de 2001, se cometió «un pequeño error» porque no dibujaron el viario interior dentro de la unidad de ejecución que incluía el equipamiento del colegio Arturo Dúo y el polideportivo Pachi Torre.
«Cuando hicimos el Plan General pensamos que era suficiente con el viario que habíamos trazado. Luego la realidad mostró que no, no somos ni Dios ni los mejores del mundo», ha manifestado.
El redactor del Plan también se encargó después de un estudio de detalle que pidió uno de los promotores de la zona, que se presentó en junio de 2001 en el Ayuntamiento y que se aprobó en noviembre. En ese estudio de detalle, al que el Consistorio dio el visto bueno, se preveía que parte de la zona de equipamiento se destinara a viario.
El redactor ha afirmado que dentro del equipamiento puede haber calles, porque, «es necesario que así sea», porque el Plan General contempla que el equipamiento tenga un uso y «porque es lo habitual». «No es incompatible una cosa con la otra», ha asegurado. Y ha insistido en que con la apertura de la carretera «no desapareció ni un solo metro de equipamiento», porque solo se creó una calle cuya finalidad era «servir a todos los vecinos de la zona».
Este testigo sostiene que, en este caso, no es aplicable el artículo de la Ley del Suelo que determina que cuando se cambie el destino de terrenos para dotaciones y equipamientos, esa modificación debe llevar aparejada el establecimiento de servicios similares. También ha reiterado que no se estaba «quitando equipamiento», sino que solo se estaba definiendo otro uso para ese suelo que se destinó al vial. «No se frustran ni se merman las expectativas de equipamiento», ha abundado.
También ha declarado como perito la secretaria del Ayuntamiento de Castro entre mayo de 2008 y el mismo mes de 2009, que en contra de lo que ha dicho el redactor del PGOU, ha explicado que no es lo mismo equipamiento que viario, ya que responden a finalidades diferentes y son de distinta naturaleza.
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