El asesino confeso de Rebeca grabó dos vídeos de ella cuando agonizaba

En dos de esos vídeos –que fueron proyectados hoy durante la penúltima sesión del juicio con jurado que se celebra en la Sección Primera de la Audiencia Provincial y cuyo veredicto se conocerá este viernes– el acusado grabó a la víctima mientras agonizaba. «Tanto sufrimiento y mira aquí, como acabas, ¿ves Rebeca? ¿Pensabas que me ibas a ganar, no?».

Posteriormente, Tomás Maestre hizo una tercera grabación, de camino a su casa para contar a su madre y su hermana lo que había hecho y antes de entregarse a la policía y confesar los hechos. «Esto es una persona que acaba de fracasar ahora mismo y que lo único que quiere es pedir perdón a su familia, a su madre, porque, realmente, ha sido una cosa que no tiene perdón de Dios, aunque Dios perdona todo. Si ustedes fuesen testigos de todo lo que esta persona me ha hecho a mí... Esto no es una cosa de borrachera. No lo justifico ni puedo engrandecerme, ni decir que estoy orgulloso con lo que he hecho, jamás», afirma aludiendo a lo que hizo su exnovia para «llegar a este límite».

Tras la proyección de estos vídeos y la práctica de dos periciales más, las partes procedieron a sus conclusiones y sus informes. Tanto el Ministerio Público, como el Gobierno de Cantabria y la Asociación Clara Campoamor (acusaciones populares) –estas dos últimas piden 30 años de cárcel (25 por asesinato y 5 por amenazar a las dos compañeras de Rebeca)– elevaron a definitivas sus conclusiones. De su lado, la acusación particular (representa a la familia de la víctima) subió de 23 a 25 años su petición de prisión, mientras que la defensa sigue pidiendo 15. Todas las acusaciones consideran al acusado autor de un asesinato, puesto que entienden que hubo «alevosía» y «ensañamiento» en la actuación de Tomás.

En su informe, el fiscal aseguró que el acusado «no ha dicho toda la verdad», de ahí que durante su declaración «sólo quisiera responder a las preguntas de su abogado para no caer en contradicciones». «El verdadero Tomás es el que hemos visto en los vídeos, el que pide perdón a su familia y graba la acción en un vídeo como si fuera una hazaña. Lo que ha hecho en el juicio es un pequeño teatrillo».

El representante del Ministerio Público reprochó al acusado que no contara «cómo ocurrieron los apuñalamientos». «La cosió a puñaladas. Ha entrado en contradicciones, omisiones y mentiras», añadió el fiscal después de descartar que la confesión que hizo el acusado sirva para «disminuir la pena».

Uno de los hechos que ha sorprendido a la acusación pública es que no estuviera manchado el cuchillo que dejó el acusado junto a la víctima después de matarla, «cuando había tanta sangre». «Las compañeras de Rebeca oyeron cómo después de la brutal agresión se pone a lavar el cuchillo», afirmó el fiscal, que tiene claro que Tomás «fue a matarla con un plan frío y calculador». «Todo lo que hemos visto revela que hubo premeditación, enfado y venganza de acabar con la vida de Rebeca», defiende. A lo que la acusación particular añade que la muerte fue con una «maldad brutal», por «despecho» y «con una superioridad manifiesta como hombre».

De su lado, la acusaciones populares califican la agresión como «brutal, macabra y espeluznante», mientras que la defensa descarta que hubiera alevosía en la actuación de Tomás, porque considera que la víctima sí tuvo posibilidad de defenderse, como refleja el corte que presentaba en una mano Rebeca. El abogado del acusado admite el ensañamiento y descarta el delito de amenazas a las compañeras de Rebeca, así como el agravante de violencia de género.

La vista concluyó con la última palabra del acusado. «Expresar mis condolencias y mi pesar por esa salvajada que hice esa noche y que tuvo ese fatídico final. Estoy arrepentido, no solo he acabado con la vida de Rebeca de esa forma tan cruel, he destruido otras muchas».