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Un día después del accidente, decenas de técnicos y operarios trabajan en el lugar en el que descarriló un tren de mercancías para recuperar la normalidad lo antes posible en Val de San Vicente y alrededores. Empleados de Adif se pasaron toda la noche del ... lunes despejando de maleza el lugar para abrir sitio a la grúa con la que este martes se empezará a despejar de chatarra ferroviaria el punto en el que se precipitó al mediodía del lunes el convoy, a resultas del cual el maquinista resultó herido y tuvo que ser evacuado al hospital de Sierrallana.
Aunque durante la mañana de hoy, martes, hubo conversaciones para ver si podía reabrirse la carretera autonómica CA-181 (que enlaza la costa con el valle del Nansa y que quedó cerrada ayer) esta apertura no será posible en varias horas. Los profesionales de Adif que dirigen las operaciones en el límite entre el barrio de la Barca de Pesués y Muñorrodero han indicado que necesitan parte de la calzada de este vial para desarrollar los trabajos de recuperación del material ferroviario que quedó tirado en el citado punto.
Si todo va bien en la tarde de este martes, los técnicos «esperan» que la carretera «pueda reabrirse esta noche», aunque no han dado una hora precisa. Por el momento, se han sacado ya dos vagones que quedaron en relativas buenas condiciones, lo que se ha conseguido con maquinaria llegada desde Llanes. El tren que se accidentó estaba formado por dos locomotoras y diez vagones que cargaban más de 500 bobinas de metal de la empresa Continenteal. Recoger los otros restos requerirá a partir de ahora de paciencia y de los buenos oficios de una grúa que ya está allí.
En la citada carretera autonómica que resultó afectada también se ha actuado ya. Se ha asegurado la parte del puente que hubiera corrido riesgo de desprendimiento y, aunque Tráfico había adelantado que podría autorizar que reabriera la circulación en torno a las 13.00 horas de este martes, no será posible.
El hecho de que las comunicaciones por carretera con el valle del Nansa estén interrumpidas afectó a primera hora de la mañana de hoy a las rutas del transporte escolar. Los autobuses que trasladan cada día a decenas de adolescentes al IES José Hierro de San Vicente de la Barquera tuvieron que cambiar de trayecto, lo mismo que los responsables de llevar a los niños del área de Herrerías al colegio público Fuente Salín de Pesués. Ocurrirá lo mismo con la vuelta a sus casas de los estudiantes, algo que afecta a numerosas familias del entorno.
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