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El Gobierno regional calcula que reparar el argayo de Ruente que mantiene cortada la carretera de acceso al valle de Cabuérniga costará más de dos millones de euros. Ahora mismo, «el objetivo a corto plazo es abrir lo antes posible un carril», ha dicho el titular de Obras Públicas, José María Mazón.
El consejero mantendrá una reunión informativa con los vecinos afectados esta tarde, a partir de las 19.00 horas. Pero antes, visitará la zona y hablará con los técnicos «que son los que pueden poner fecha». En función de lo que le digan, comunicará el plazo «más preciso posible» a los vecinos para que la carretera autonómica CA-180 pueda ser transitable, al menos en uno de sus dos carriles.
Pero Mazón, sabedor de que en este tipo de obras puede haber «sorpresas», ha asegurado que lo del plazo «no es un tema matemático». La reunión informativa se celebrará en el Ecomuseo 'José María de Cos', ubicado en la localidad de Valle, y también acudirá el director general de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, y los ingenieros del Servicio de Carreteras que trabajan para restablecer la situación.
En un marco más general sobre la cuantía de los daños causados por las inundaciones en toda la región, Mazón ha explicado que se está realizando en estos momentos «valoraciones globales e individuales». El consejero ha mantenido la estimación de los 15 millones de euros adelantada hace unos días por el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC).
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