El guía Carlos Rubio, con las marismas de Santoña al fondo. a. C.
«Un oasis de descanso para las aves»
Sin salir de aquí- Santoña ·
El humedal más grande del norte de España es un observatorio natural privilegiado para contemplar a las aves marinas, que se detienen en este enclave en los meses de invierno para coger fuerzas y alimentarse durante su largo viaje migratorio desde Europa hasta África
El bullicio que desprende el monte Buciero -tan concurrido en los últimos años- contrasta con la tranquilidad que se respira en las marismas de Santoña. Sólo el sonido de las aves cuando posan sus alas en el agua salpica el silencio que impera en un humedal único. «Es el más grande que hay en el norte de España. Para ver unas marismas de tal magnitud nos tendríamos que ir al sur de España». Concretamente, hasta Doñana.
Carlos Rubio es guía del Centro de Interpretación del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel desde hace nueve años. Una profesión en la que combina su pasión por la naturaleza con el papel de comunicar. «Me gusta ser guía para trasladar todo lo que he aprendido a los visitantes, y que sepan valorar lo que tienen en función de sus conocimientos».
Y en Santoña, tienen un gran estuario en el que se llegan a dar cita en los meses de invierno más de 100 especies de aves, entre las que destaca la presencia de la Espátula. Es un lugar cobijado con figuras de protección regional, nacional y europeo «por ser el humedal más utilizado por las aves en su viaje migratorio desde el norte de Europa hasta Mauritania y Senegal, y al regresar de nuevo al continente europeo». Algo así como «su oasis de descanso» en el que cogen fuerzas y se alimentan en su largo periplo.
«Ahora es buen momento para contemplar las aves con su plumaje nupcial, es especial verlas con ese colorido»
Los meses de enero y febrero son los ideales para contemplar la mayor concentración de aves en la marisma. Han llegado a detenerse hasta 20.000. Una cifra, explica el guía, que ha bajado en los últimos años porque «no hace inviernos tan duros en Europa».
Recién inaugurada la primavera, es «un buen momento para ver cosas especiales en este paraje», apunta Rubio. Los cántabros que se acerquen estos días podrán contemplar el plumaje nupcial de la fauna. «La mayoría de aves que habitan en la marisma tienen dos tipos de plumaje; el de invierno, que es un gris tenue para que pasen desapercibidas, y ahora, en época de cría, están mudando y se ponen con todo su colorido». En esa transformación están el zampullín cuellinegro, el somormujo o el eider. «Tenemos un caso muy curioso con un eider que lleva ya cinco año en Santoña», desoyendo la llamada de la migración. «Es una especie muy rara en España, vienen a pasar el invierno muy pocos ejemplares y vuelven rápido a criar a Europa». Sin embargo, este pato marino se ha 'empadronado' en la villa. «Es muy fácil de ver desde el paseo de la Arenilla, el que parte del albergue».
OTRAS PROPUESTAS
Patrimonio histórico
La villa de Santoña cuenta con emblemáticas fortificaciones de la época napoleónica. Los fuertes de San Martín, el de San Carlos y el Mazo así como las baterías alta y baja de Galvanes y la de San Felipe.
Faros
Al pie de los acantilados del monte de Santoña, se erige el faro del Caballo, con impresionantes vistas de la bahía, y el faro del Pescador.
Puerto pesquero
Santoña es el primer puerto de Cantabria, En 1960, su lonja batió el récord mundial de kilos subastados de bocarte.
Los prismáticos son un compañero imprescindible en una ruta por este enclave. «Sobre todo, si se quiere identificar a las aves». El humedal cuenta con varios puntos de observación estratégicos. «El mejor sitio para la gente que no es experta es el dique de Bengoa. Las aves van a descansar a este lugar y se pueden contemplar más de cerca». Para ver la inmensidad del humedal, el guía recomienda subir el Fuerte del Mazo que regala una vista panorámica de esta belleza natural. «Otro sitio que no es muy conocido es la cantera de Montehano, que te eleva un poco y tienes una extensión de todo lo que es la marisma hacia Colindres y Laredo». Y es que, aunque Santoña goza de la mayor superficie, con 2.500 hectáreas del humedal, éste abarca un total de 11 municipios.
«Antes de recorrer el humedal, es recomendable visitar el Centro de Interpretación del Parque Natural»
Para conocer su extensión, cómo se formó este estuario en el que se junta el agua del mar y del río, es más que recomendable visitar el Centro de Interpretación de este Parque Natural, ubicado en el puerto. Y mejor hacerlo antes de adentrarse en el paisaje «En el centro tenemos una representación global de los diferentes ecosistemas que tiene el parque. Es muy visual, con dioramas y maquetas de aves. Te permite saber unas nociones para cuando vayas de paseo interpretar lo que estas viendo».
También se aconseja acudir para recibir información y mapas de las especies que se pueden ver en cada punto de observación. «Nosotros les hacemos una planificación en función de las necesidades que tengan». Otra opción son las rutas programadas por Naturea Cantabria. Esta Semana Santa habrá rutas al Candiano, por Cabo Quejo, al Buciero y por la ribera del Agüera.
El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez.
Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Sesión cerrada
Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este.
Para continuar disfrutando de su suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.