Un tercer positivo entre los pescadores de Burela confinados en el albergue de Solórzano

La diferencia es que esta vez, al contrario que en los dos casos anteriores, el positivo no es de un ocupante del 'Mar de Annea', que está amarrado en el puerto santoñés desde el lunes, sino que corresponde a uno de los otros dos buques que se inmovilizaron el sábado ante la posibilidad de que alguno de los profesionales de estos boniteros hubieran tenido contacto con los enfermos ya confirmados, según los rastreadores.

El Ejecutivo autonómico no ha concretado si este tercer portador de covid-19 es tripulante de 'El Sapilo' o del 'Ledicia', ambos con base en la misma localidad gallega, pero se ha demostrado que las sospechas iban por buen camino.

El resto de las tripulaciones ha dado negativo, aunque a lo largo de los próximos días se les seguirán realizando pruebas PCR para mayor garantía. El 'Mar de Annea' estaba en parada técnica desde el lunes en el puerto cántabro. Uno de los trabajadores viajó por carretera hasta Burela para pasar dos días con su familia y allí pudo contagiarse.

«Parece que está controlado, pero nunca se sabe del todo con esta enfermedad», explicaba el alcalde de la localidad, Sergio Abascal, quien recordaba que todas las pruebas –cerca de treinta– que hasta el momento se han hecho a hosteleros y comerciantes de Santoña en cuyos locales pararon los implicados han dado negativas.

La primera noticia sobre la posibilidad de que estos barcos podían traer el virus llegó el jueves. La mujer de uno de los tripulantes llamó al centro de salud de Santoña para informar de que la pareja de otro de ellos había dado positivo. En ese momento se dio traslado a Salud Pública y se activó el protocolo.

Este domingo, Miguel Fernández, presidente de la Cofradía de Pescadores, cuando se enteró de que había un tercer contagiado, daba por hecho que sería compañero de tripulación de los anteriores por la dificultad que existe en el interior de los buques para mantener la distancia social. Pero no. Y se extrañaba de que el nuevo caso perteneciera a uno de los otros dos barcos, porque su encuentro con el 'paciente cero' fue, teóricamente, antes de que este viajara a su casa en Burela.

También en esa cena –el lunes– participaron otros pescadores gallegos y vascos que, a principios de la semana pasada, se encontraban faenando por la zona en busca de bonito. También a ellos se les va a realizar la prueba PCR en sus respectivas comunidades autónomas como medida preventiva. Los tripulantes de uno de estos barcos, con base en Pasajes, ya han obtenido los resultados y todos han resultado negativos.

La primera opción de Salud Pública consistía en que los diez marineros –tres del 'Mar de Annea, tres del 'Ledicia' y cuatro del 'Sapilo'– pasaran la cuarentena obligada en sus barcos, pero la Cofradía de Pescadores medió alegando la incomodidad de este espacio y finalmente se optó por el albergue Gerardo Diego, de Solórzano, propiedad del Gobierno regional. Se buscó un lugar en la misma Santoña, pero fue imposible. Su estancia se prolongará al menos una semana. Está previsto que el viernes puedan salir ya los que no tengan la enfermedad. En la primera planta están los que han dado positivo y los demás se encuentran en la planta baja para evitar contagios.

Tanto el Ayuntamiento de Santoña como la Cofradía de Pescadores, que no tuvieron la confirmación del primer positivo hasta el viernes por parte de Salud Pública, destacan que la coordinación y comunicación entre ambas instituciones y el Gobierno regional ha sido constante desde el primer momento. También con la Dirección General de Pesca, con la que la asociación que reúne a los marineros de la localidad se puso en contacto para preguntar qué había que hacer con el cargamento que traían los barcos sospechosos.

Fernández insiste en que el bonito ha seguido el cauce normal porque el pescado no es un vector de transmisión del coronavirus. En cualquier caso, se descargó el lunes, «antes de que supuestamente se produjera el primer contagio».