La Guardia Civil abre un expediente disciplinario por falta grave a tres agentes por el crimen de Liaño

Un día después de que hallaran asesinadas a Eva Jaular y su bebé (el pasado 17 de diciembre), la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, desveló que la dirección de la Guardia Civil había abierto una información reservada (investigación) para saber si los protocolos que se siguieron tras el quebrantamiento de la orden de alejamiento por parte del sospechoso habían sido los adecuados. «De momento es una investigación paralela a la del crimen y cuando tengamos los resultados, si se abre la información reservada, se darán a conocer», apuntó. «Por el momento es un proceso común en este tipo de casos para ver si los guardias que estuvieron allí actuaron conforme a la ley e hicieron bien su trabajo», añadió. Este martes, la delegada ha confirmado la apertura del expediente sancionardor a los tres agentes y ha indicado que está en manos de un instructor que será quien analice todo el caso y haga una propuesta de sanción, un proceso, ha dicho, que puede «llevar meses».

El pasado 14 de enero, El Diario Montañés publicó que uno de los dos agentes (a los que han abiertos expediente) que se personó en casa de Eva cuando esta alertó, sobre las 14.30 horas, de que su expareja se encontraba en su vivienda, declaró que José Reñones, en prisión provisional, mostró una «actitud colaboradora y pacífica» cuando le indicaron que debía abandonar la vivienda.

Este guardia civil aseguró que comprobó que los enseres del sospechoso estaban repartidos por varias estancias de la casa, lo que podía denotar, a su entender, consentimiento por parte de la mujer. «No portaba armas ni objetos peligrosos y manifestó que Eva le había dejado entrar. No percibí que su presencia (la de Reñones) fuera una amenaza real para su expareja», indicó. Tras valorar todas las circunstancias, un tercer agente que no se encontraba en la casa (el sargento al que también han abierto expediente) «nos dijo que nos cercioráramos de que el sospechoso abandonaba la vivienda y que le indicáramos que al día siguiente (17 de diciembre) tenía que personarse en el cuartel para tomarle declaración por lo sucedido». Este testimonio coincide con lo que manifestó el sospechoso, que también apuntó que antes de llegar al cuartel un agente le llamó preguntándole por el paradero de Eva y su bebé. Los tres agentes ya han declarado por su intervención en los hechos.

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Según ha informado la Delegación de Gobierno en Cantabria, el expediente abierto ahora lleva un trámite regulado «con todas las garantías» y «tardará meses en resolverse». «Es un tema interno que no tiene nada que ver con el ámbito judicial. Son mecanismos internos que la Guardia Civil pone en marcha cuándo después de la información reservada se ha apreciado algún tipo de negligencia en el cumplimiento de las obligaciones profesionales. Siempre que hay un caso de violencia de género se revisan todos los protocolos de actuación», detallaron.

Una vez instruido el expediente, el instructor puede proponer o no una sanción y después una instancia superior ratificarla. En el caso de que Régimen Disciplinario concluya que el sargento y los dos guardias cometieron una falta grave, pueden ser sancionados con suspensión de empleo de uno a tres meses, pérdida de cinco a veinte días de haberes con suspensión de funciones o pérdida de destino.