Así fue el atropello mortal de la S-20, según el atestado de la Policía Local

Los hechos comenzaron sobre las 15.40 horas. En ese momento, se recibió una llamada en la Sala del 092, en la que el vigilante de seguridad de la Biblioteca Central, situada en la calle Ruiz de Alda, aseguraba que había sido requerido por el conductor de una furgoneta –de la empresa de seguridad INV–, ya que le acababan de sustraer su vehículo con las llaves puestas, información que fue trasladada a los equipos de servicio.

En ese momento se puso en marcha un dispositivo para localizar la furgoneta. Los agentes desconocen qué itinerario realizó el ahora detenido (tampoco lo han investigado porque no aporta nada reseñable al caso), pero sí saben que fue hasta la zona del Sardinero, de donde venía cuando a las 16.30 horas se recibió una segunda llamada en la Sala del 092, informando que en la Rotonda de la Avenida de la Constitución, confluencia con la calle Justo Colongues, una furgoneta (la que había sido sustraída) había colisionado con otra y el conductor se había dado a la fuga sin aportar datos (y sin causar heridos).

Cinco minutos más tarde, una tercera llamada recibida en la Sala del 092 comunicó que se había producido un grave accidente en la Glorieta de la Avenida de la Constitución, confluencia con la calle Repuente, en la que una furgoneta que circulaba a gran velocidad había atravesado la rotonda por su zona ajardinada, siguiendo una trayectoria rectilínea, saliendo a los carriles de circulación, donde colisionó con un turismo (resultando herida leve una pasajera menor de edad) y prosiguiendo la marcha subiéndose a la acera, circulando por ella 35 metros, impactando con una farola del alumbrado público, y atropellando a una mujer de 72 años, que estaba esperando para cruzar por el paso de peatones regulado por semáforos.

La furgoneta volvió a la calzada, donde, finalmente, tras recorrer 50 metros, quedó detenida al no poder seguir circulando, ya que presentaba daños importantes que impedían continuar su marcha. El conductor abandonó el lugar sin dar ningún tipo de explicación al resto de conductores que se habían detenido al observar la gravedad del siniestro. Huyó hasta un chalé de la calle Resconorio, en el que no estaban sus propietarios, pero sí su perro, que obligó al conductor a saltar a la vivienda anexa. Allí intentó resguardarse pero sus inquilinos se percataron y dieron aviso a la Policía Nacional (16.50 horas).

Al mismo tiempo, agentes de la Policía Local, tras verificar que la furgoneta implicada en los siniestros era la misma que previamente había sido sustraída, iniciaron la búsqueda del conductor por las inmediaciones, comprobando que una persona que había sido detenida por la Policía Nacional «coincidía plenamente» con las características del autor del atropello.

La mujer atropellada falleció a pesar de las maniobras de reanimación cardiopulmonar que realizaron los sanitarios, debido a las graves lesiones que presentaba.

Miembros de la Unidad de Atestados de la Policía Local de Santander y de la Policía Nacional instruyen las correspondientes diligencias judiciales, que entregarán al juez este viernes o el sábado.