El Ayuntamiento se enreda con los informes sobre la Biblioteca de Menéndez Pelayo

La cita se produjo a petición de la oposición, que quería conocer el contenido de ambos informes: el de TSA, que señala que el agua de los bomberos afectó a algunos de los volúmenes, y el de los propios bomberos, que lo niega. Así, la directora general de Cultura, Eva Guillermina Fernández, explicó punto por punto el primero, apoyada por el concejal del área, Javier Ceruti, mientras que la concejala de Turismo, Miriam Díaz, defendió el informe de los bomberos, ya que ella era la responsable de Cultura en 2017, cuando se produjo el incendio. «TSA es una empresa prestigiosa y lo único que pedimos es que matice los párrafos en los que apunta que fue el agua de los bomberos lo que afectó a los ejemplares, ya que no fue así. El resto del informe es correcto», asegura la edil.

Ya ha trasladado informalmente a TSA que realice los cambios, pero la petición no se ha llevado aún a cabo de forma oficial. «Desde el Grupo Popular hemos pedido en la Comisión de Cultura que se soliciten estos matices, pero es la Concejalía de Cultura quien debe hacerlo oficialmente ya que es la responsable del área. Si no lo hacen, lo pediremos desde nuestro grupo», apunta Díaz.

Pero no tiene pinta de que Ceruti vaya a llevar a cabo la petición, pues desde Cs defienden «absolutamente» el trabajo realizado por TSA. Eso sí, también defienden la labor de los bomberos, que con su actuación salvaron las colecciones del MAS y de la propia Biblioteca, que aunque se mojaron, no se calcinaron. Además, añaden que TSA señala el agua de los bomberos como una de las causas, aunque hay más como las malas condiciones del edificio en cuanto a filtraciones, iluminación o conservación. También recalcan que la empresa ha realizado los informes, además del traslado y la conservación de los archivos, a través de una licitación que comenzó antes de que Cs llegase al Ayuntamiento, mientras Díaz gestionaba Cultura.

Desde que el MAS se incendió, hace cinco años, hasta hoy, ha cambiado todo el equipo involucrado en gestionar la Biblioteca de Menéndez Pelayo. La directora se jubiló -la plaza está ahora vacante-, la Concejalía cambió de color político y la Dirección General está en otras manos. Son las razones por las que Díaz considera que a TSA le ha podido faltar información a la hora de redactar su informe. «Queremos hacerle llegar el documento redactado por los bomberos para que tenga en cuenta más fuentes». Apunta la concejala que, tras el incendio, también se redactaron textos «donde quedó claro que el agua que sofocó el incendio no afectó a la Biblioteca». Aunque eso no quiere decir que no hubiera libros húmedos en el edificio: «Un día lluvioso como los que tenemos ahora podía provocar filtraciones, porque efectivamente la Biblioteca no estaba bien aislada y por eso hace años que se encargó la redacción del proyecto para rehabilitarla».

Un proyecto que se ha tenido que modificar recientemente para incluir más medidas que garanticen la conservación y la seguridad que exigen el interior del edificio para garantizar el buen estado de los ejemplares.