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Quienes hayan paseado por el entorno de la bahía durante este pasado fin de semana –más largo para los vecinos de Santander por la festividad de la Virgen del Mar–, habrán podido observar la presencia en sus aguas de un llamativo buque. Un día, junto ... al extremo cada vez más alargado del Puntal. Otro, más cerca de las playas de Somo y Loredo. ¿Su cometido? Extraer la arena acumulada en el canal de acceso al Puerto para asegurar la navegabilidad de los buques, manteniendo un calado nominal cercano a los 13 metros. «Se trata de una operación imprescindible para garantizar el acceso de los barcos a la totalidad de las instalaciones portuarias en condiciones adecuadas de seguridad, operatividad y navegabilidad mediante el restablecimiento de los calados», explicaba al respecto el presidente de la Autoridad Portuaria de Santander (APS), César Díaz, al inicio de las tareas, a mediados de la pasada semana.
De los trabajos se encarga la draga de tolva de succión por arrastre Tristão da Cunha, un buque pertenece a la empresa belga Jan De Nul N.V., adjudicataria del contrato de dragado de la bahía durante el periodo 2020-2024 por un importe de 3,3 millones de euros. Esta embarcación fue construida en el año 2019 y cuenta con una eslora de 89,3 metros, una capacidad de 3.500 metros cúbicos y un calado en carga de 5,7 metros. Aunque la Autoridad Portuaria desarrollaba regularmente esta tarea con su propia maquinaria, desde hace cuatro años se apoya en la citada adjudicataria para realizar el servicio. En concreto, estos días se prevé la retirada de hasta 180.000 metros cúbicos de arena en las zonas del Puntal y el Canal Exterior, lo que supone 60.000 más que hace tres años, lo que da una idea de la creciente acumulación de tierra al fondo de la ensenada proveniente de la erosión de las playas de Loredo y Somo.
El tiempo estimado de los trabajos es diez días, por lo que durante esta semana todavía se podrá ver al Tristão da Cunha en diferentes puntos de la bahía acometiendo la recogida de arena.
Este dragado de mantenimiento, habitual cada primavera, se desarrolla en plena alerta por el futuro de la bahía de Santander: el Instituto de Hidráulica Ambiental (IH) ya ha avisado de la previsible ruptura del Puntal en un plazo de veinte años si no se toman urgentes medidas correctoras. Las previsiones apuntan a que este dique natural se romperá, se desgajará de la playa de Somo y complicará la navegación en la bahía, con las consiguientes consecuencias medioambientales y económicas, con el Puerto convertido en uno de los principales damnificados a causa de la falta de calado para que entren los buques de mercancías.
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