«Enviaron a la cría de delfín a una muerte segura»

El ejemplar, «menor de un año y por lo tanto en edad de lactancia», como aseguraron desde la ONG, fue llevado a alta mar con ayuda de una zódiac del personal de Medio Natural y miembros de la Cruz Roja presentes en ese momento, «y no puesto a disposición de un centro especializado en el cuidado de animales, que hubiera sido lo adecuado». Al otro lado de la discusión se encuentra la Administración cántabra y la Consejería de Medio Rural, que puso en valor el rescate del delfín y el trabajo de los efectivos del dispositivo: «El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria no dispone de los medios suficientes para acoger a un delfín en una piscina. Se le llevó donde podría estar su madre y el resto del grupo. Fue la mejor opción».

Marta Cueva es auxiliar veterinaria en el colectivo del Principado, y el sábado le llegaron las imágenes de la intervención a través de las redes sociales. «Lo que revela este rescate es la gran falta de protocolo que existe en el Gobierno», denunció. «Sé que lo hicieron con buena intención, pero enviaron a la cría a una muerte segura». La razón, a su juicio, es que no tiene apenas posibilidades de permanecer con vida. «Es una cría en solitario, de menos de un año, dependiente de su madre y que ha quedado a merced de cualquier cosa», aseguró Cuevas, quien apeló a una mejor infraestructura para poder atender a estos animales. Eso ayudaría, como añadió más tarde, a «conocer los motivos por los que quedó varada, sus características y ofrecer la mejor solución para los animales».

Igualmente, la veterinaria fue muy crítica con el traslado del ejemplar, atado por la cola y llevado con la zódiac hasta un lugar más profundo. «Es someterla a un estrés brutal. Habría que transportarla a bordo de la lancha», recomendó.

Todo lo contrario opinan en la Consejería de Medio Rural, desde donde aseguraron ayer a este periódico que «el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Villaescusa no cuenta todavía con los medios necesarios para acoger a un delfín en una piscina». En esa línea, el departamento, que se ha hecho cargo de otros animales cuando los medios lo han permitido -como el caso de la osezna encontrada precisamente en Asturias y acogida en el centro cántabro hace unas semanas- aseguró que los efectivos condujeron al ejemplar a una zona en la que previsiblemente pudiera volver donde su grupo, «la mejor solución que se le podía ofrecer en esos momentos».

No sólo eso. Según informaron, la operación de trasladar a una cría de delfín a zonas más profundas es «el protocolo más adecuado y habitual, sobre todo cuando la cría en cuestión no puede volver por sí sola, como fue el caso del sábado».