El juzgado paraliza un derribo en la calle Alta por la oposición de una de las propietarias

El Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº 1 de Santander ha paralizado el derribo del número 17 de la calle Alta por la oposición de una de las propietarias y ha posibilitado que el Ayuntamiento presente alegaciones hasta mañana. La dueña del inmueble recurrió la resolución del pasado 7 de julio, donde se declaraba en ruina el edificio y, al entender que el derribo es «inminente», la mujer solicitó como medida cautelar su paralización. En un auto fechado el 14 de julio, el magistrado Juan Varea precisa que la ruina, por cualquier motivo que sea, siempre implica una afectación a intereses generales y de terceros, por el claro riesgo que puede existir para sus bienes y personas.

En este punto, el juez matiza que lo único alegado por la recurrente son motivos formales de nulidad pero no justifica la inexistencia de riesgo. Frente a ello, los informes hablan de «inminente colapso» por «la inestabilidad en un muro que puede generar daños a terceros». El magistrado considera preciso dar audiencia a la parte demandada, pero «dando un plazo perentorio para evitar la prolongación del riesgo».