«Queríamos una calle con vida, de comercios abiertos y de tránsito»

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Álvaro Machín

«Al final era el precio que nos podíamos permitir. En otras zonas más clásicas muchas veces eran locales muy grandes. Pequeños había pocos. Los grandes eran muy caros y los pocos pequeños que había volaban o, si se quedaban sin alquilar, es porque eran también muy caros». Arrancaron, «obviamente con vértigo». «No venimos del sector comercio. No sabes si te tiras a la piscina... Pero era la línea lógica que debíamos seguir y entendemos que el comercio local da vida a la ciudad, que, sin él, no sería igual. Vértigo sí da, son muchos gastos al mes todo el año. Pero era algo por lo que teníamos que pasar». Están «contentas». «Hay unos meses mejores que otros y vas compensando». Ayudó que les dieran el Premio Santander Comercio Innovador «por su propuesta innovadora y creativa». Es lo que les distingue. «Una propuesta un poco distinta. No hay otro sitio en el entorno en el que puedas encontrar algo así». Ilustraciones en diferentes formatos, pósteres, postales, complementos... Diseños propios y originales, apuesta por el kilómetro cero y proveedores locales. «Es lo que nos permite destacar. Si hubiéramos abierto algo con cosas que ya existen no estaríamos tan contentas. Resulta más fácil si la propuesta es nueva. Conseguimos llamar la atención», dicen.

Y dan las gracias a las instituciones que les dieron el premio (un empujón muy positivo) «y al apoyo» que les ha dado «la gente que estas Navidades ha regalado cosas» suyas.