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El Ayuntamiento de Santander lo tiene claro, apuesta por no perder para la ciudad y los ciudadanos ni un solo metro del Paseo Marítimo de la ciudad después de conocer el informe elaborado para el Puerto que destaca el mal estado de la estructura del Muelle de Maura ... , de manera que ha optado por cerrarlo al paseante. De esta forma, 711 metros cuadrados de zona hasta ahora abierta al público quedarán en los próximos días totalmente vedados al paso.
Una parte ya está cerrada desde el martes y las obras continúan con la instalación de barandillas de hierro y acero. Solo en el paseo, entre el cantil del muelle y el paso subterráneo de coches, se ha cerrado un pasillo de cinco metros de ancho y 47 de largo, lo que estrecha la zona destinada al carril bici y a los peatones hasta el punto de que éstos se ven obligados a pisar la zona dedicada al paso de ciclistas.
Ayer, el presidente de la Autoridad Portuaria, Jaime González, y el concejal de Infraestructuras, César Díaz, se reunieron para debatir el asunto. Un encuentro convocado hace días para otros temas relacionados con el Frente Marítimo y la cesión de espacios a la ciudad, en la que se abordó (era obligado) la situación de esta zona acotada al público y se debatió sobre su futuro.
El informe encargado por el Puerto establece que el Muelle de Maura, realizado en hormigón, «se considera agotado estructuralmente y con su vida útil finalizada». Por ello, «ante el grado de deterioro» que presenta apunta que «es necesario introducir medidas urgentes para garantizar la seguridad». Los expertos contratados por el Puerto no recomiendan la rehabilitación de la estructura, sino que son partidarios de su derribo. Pero el Ayuntamiento no quiere perder una parte importante de este tramo que conduce desde Puertochico por el borde del mar hasta el Centro Botín y la Estación Marítima, con su recién inaugurado nuevo paseo.
Tanto Díaz como González corroboraron que las vías de comunicación están abiertas. El presidente del Puerto precisó, como ya hiciera el martes, que «cualquier actuación que se lleve a cabo se hará en coordinación con el Ayuntamiento de Santander». Y sobre las alternativas se habló en el encuentro de ayer. El Consistorio estaría dispuesto incluso a financiar parte de la obra, puesto que el muelle no tiene valor alguno para la actividad portuaria desde hace dos décadas, que es el tiempo que hace que se usa como zona de paseo de la ciudad. La obra de urbanización de este paseo se realizó, siendo alcalde Gonzalo Piñeiro y consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria José Luis Gil, dentro del plan de saneamiento de la bahía, con fondos de la Unión Europea. El viejo muelle se convirtió en paseo, se plantaron árboles, se colocaron bancos, se instaló el monumento a los niños raqueros y se enlosó el suelo con piezas de granito. Debajo quedó el antiguo muelle de piezas de piedra de sillería.
El estudio encargado por el Puerto sólo hace referencia al citado Muelle de Maura, pero no se descarta analizar también cómo se encuentra el resto de muelle desde la Estación Marítima hasta los raqueros que está realizado en hormigón, al igual que la zona acotada al paseo ciudadano.
La modernización del puerto llevó a sustituir las viejas estructuras de madera por las de hormigón armado que hoy están en tal mal estado, razón por la que los expertos contratados por el Puerto para el análisis de su estructura recomiendan su derribo. Pero, como matiza la Autoridad Portuaria, aunque los ingenieros aconsejan que «cualquier actuación futura pasa por la demolición de la parte afectada, esto nos da la oportunidad de destapar el muelle de sillería original e incluso recuperarlo» para disfrute del ciudadano, porque ahora permanece oculto a la vista. Apoyándose en él y con una anchura de cinco metros entrando en la bahía, se construyó el nuevo muelle de hormigón en mal estado que ha sido cerrado por el Puerto. Fue realizado a base de pilotes prefabricados que fueron hincados en el lecho marino para luego realizar una estructura de pilares, vigas y viguetillas de hormigón armado, con estructura de hierro.
Los muelles de Santander no son sólo la historia del puerto, sino la misma historia del desarrollo de Santander en base a los tráficos portuarios. El Muelle de Maura fue realizado en el año 1941, aclaró ayer la Autoridad Portuaria de Santander. Fue construido en hormigón para sustituir la antigua estructura de madera con forma de martillo de salía del viejo muelle realizado a base de piedra de sillería y relleno, en el que atracaban los barcos para descargar sus mercancías. El muelle de Santander tuvo varios salientes con forma de martillo, de los que permanece a la vista parte del llamado de Maura. Hacia el Centro Botín, el denominado muelle de Albareda, fue también rellenado y realizado en piedra de sillería, por lo que su estabilidad no está en entredicho
La simple observación deja claro el mal estado, con piezas reventadas y oxidadas. El presidente del Puerto explicó que no hay peligro para el paseo de los ciudadanos, solo que hay que evitar que se produzcan aglomeraciones que podrían acarrear graves sucesos en viejas estructuras, como el hundimiento de un muelle de madera en Vigo, en agosto pasado que causó casi 400 heridos y un gran revuelo político.
Cuando en febrero de 2016, debido a la corrosión de la estructura, se desprendieron los contrapesos de la Grúa de Piedra el Ayuntamiento de Santander abrió un expediente y requirió al Puerto a que estudiase el estado del muelle sobre el que se asienta. La base de la grúa es maciza y está en perfectas condiciones, por lo que una vez que acabe el cerramiento realizado por el Puerto los paseantes podrán llegar hasta su base.
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