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La estampa invitaba a sacar fotos. Porque ver El Sardinero inundado no es un escenario con el que uno se topa de forma habitual y fue algo que, sin duda, llamó la atención de todo el que se enteraba de la noticia. ¿Qué ocurrió? Se ... juntaron dos factores. Por un lado, las intensas lluvias que cayeron al mediodía en forma de tromba de agua. En concreto se registraron 5,4 litros por metro cuadrado en apenas diez minutos, sobre las 13.50 horas, y 44,6 durante toda la jornada -según los datos actualizados por la Aemet hasta las nueve de la noche-. Y, por otro, la falta de mantenimiento del alcantarillado de la zona que impidió que el agua corriera con normalidad.
Los dos motivos se combinaron para provocar que esta zona de Santander quedara anegada hasta casi las 16.00 horas. Precisamente, en esta misma zona, hace poco más de un año -a mediados de septiembre de 2020-, el Ayuntamiento concluyó las obras en el tanque de tormentas. Las actuaciones, promovidas entonces por la concejalía de Medio Ambiente, se llevaron a cabo con el objetivo de mejorar el saneamiento de la red y, precisamente, suavizar las trombas de agua que se acumulan cuando llueve con intensidad. Justo lo que ocurrió ayer. Por eso, vecinos y hosteleros se preguntaban para qué ha servido la obra -que supuso una inversión de 851.000 euros- si al final la Plaza de Italia y sus alrededores se inundó el primer día de precipitaciones intensas del otoño.
La explicación la dio el Consistorio poco después, descartando que un fallo en la obra estuviera detrás del problema. Nada que ver, insistieron. La inundación la ocasionó la «falta de limpieza» de las alcantarillas. Una tarea que, según destacaron, es responsabilidad de Ascán-Geaser, la empresa concesionaria actual del servicio de limpieza -el contrato se rescinde el próximo 11 de noviembre-.
EMERGENCIAS
PRECIPITACIÓN ACUMULADA
ACTUACIONES
El resumen es que la acumulación de hojas impidió que «los imbornales tragaran el agua», explicó la concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo. Y en ese punto se centraron las labores de los equipos de bomberos, en retirar la acumulación de hojas. Es decir, la inundación no tuvo nada que ver con la obra recién estrenada, insistieron desde el Ayuntamiento porque el agua ni siquiera llegó al tanque: «Se quedó en la superficie», añadió la edil, como se desprende de las imágenes. Una vez limpio ese paso, el agua comenzó a correr con la normalidad con la que debería haberlo hecho desde el principio y la balsa fue poco a poco desapareciendo.
Para esas labores se trasladaron hasta El Sardinero equipos de bomberos, que estuvieron casi una hora trabajando en la limpieza de las alcantarillas, y agentes de la Policía Local, para organizar el tráfico que se vio afectado en los alrededores de la Plaza de Italia. Porque las riadas dieron lugar a la balsa de agua que, entre otras tantas incidencias, provocó que un coche se quedara parado en medio del agua. Una situación que obligó al conductor a abandonar el vehículo e intentar pedir ayuda. Es más, esas complicaciones y efectos de la inundación se tradujeron también en llamadas al Servicio de Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria, que no dejó de recibir durante horas avisos que llegaban desde la Plaza de Italia hasta el colegio de Los Agustinos. Porque las precipitaciones de El Sardinero fueron la imagen más destacada de la jornada, pero también hubo que intervenir en otras zonas como la carretera de El Faro de Cabo Mayor, Tetuán y el instituto de Las Llamas. Para los bomberos fue una jornada de idas y venidas.
Aclarado uno de los factores que jugó un papel clave en las inundaciones de ayer, también es importante explicar otro punto. En concreto distinguir entre la cantidad de lluvia que puede llegar a caer en un periodo de tiempo determinado y la intensidad de la misma. Porque más allá de los litros que se registren en una jornada, la clave ayer fue la intensidad, explica José Luis Arteche, delegado de la Aemet en Cantabria. Y las precipitaciones caídas pueden describirse como «aguacero». A las 13.50 horas se alcanzó en la capital cántabra «el punto máximo de intensidad de lluvia», añade. La hora que coincide con el momento en el que se produjo la inundación.
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La tromba de agua fue tal que Santander se situó ayer entre las estaciones de España con más precipitación acumulada. Aunque los 44,6 litros por metro cuadrado de la capital cántabra, al final del día, quedaron por debajo de los casi 50 de Castro Urdiales, que entró en el podium nacional de precipitación acumulada.
Desde luego el escenario resultó llamativo porque vecinos y paseantes de El Sardinero reconocían no haber presenciado algo así nunca. Al menos nada que recordaran. Y el punto de máxima intensidad se registró justo al mediodía, a la hora a la que se produjo la inundación en Santander. Algunos coches tuvieron dificultades para pasar, los viandantes intentaban buscar el mejor camino para llegar a sus destinos mojándose lo menos posible... Y algún surfista rezagado aprovechó el agua y la tabla para trastear en los alrededores de la Plaza de Italia.
A quienes el asunto les hizo menos gracia fue a algunos hosteleros de la zona de La Cañía, que vieron como el agua entraba sin freno en el interior de sus establecimientos provocando daños y pérdidas económicas. Las dudas entre el sector se trasladaron también a la oposición, que no quedó muy convencida con las razones dadas por el Ayuntamiento. Así, Daniel Fernández, portavoz del PSOE, y Miguel Saro, concejal de Unidas por Santander, pidieron explicaciones sobre lo ocurrido y sobre la implicación del tanque de tormentas en la llamativa inundación.
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