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Emocionada y con lágrimas contenidas, Denisse Zuñiga, junto a sus dos hijas, Denisse y Marina Alsar, recogieron de manos de la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, la Orden del Mérito Civil a título póstumo, al navegante Vital Alsar. «Esto es justicia divina. ... Vital amaba su tierra. Luchó por la paz y fue un hombre íntegro en todos los aspectos humanos que pueda haber. Gracias por todo». La viuda del marino, llegada de México junto a su familia, agradeció con estas palabras el reconocimiento del Estado español al que fue su marido.
En una sala repleta de familia, amigos, miembros de la Asociación Vital Alsar, representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, además de la alcaldesa Gema Igual, el portavoz municipal del PSOE, Daniel Fernández, y el presidente del Parlamento, Joaquín Gómez Gómez, entre otros, Quiñones describió a Alsar como un «gran navegante y pacifista», un «referente indiscutible, un visionario y un defensor irrefutable de los derechos de todas las personas». Es otro de los homenajes que Alsar recibirá en estos días en Cantabria, tras la misa de ayer o la paloma de la paz que se instalará el Sábado en Gamazo.
Hoy la delegada destacó cómo este navegante, fallecido hace un año en México, «un día desafió y venció a lo imposible con sus experimentos de supervivencia y de convivencia en el mar, dedicó una vida a llevar su mensaje de paz por el mundo en distintas embarcaciones de madera. Consiguió inspirar a miles y hacer soñar a lo grande a varias generaciones de distintos países».
También puso en evidencia que los ideales de Alsar siguen más vigentes hoy que nunca, al recordar que, «en momentos como los actuales, en el que vemos que los derechos humanos siguen siendo perseguidos en muchos lugares del mundo, en un momento como el actual, en el que las mujeres vemos como en países como Afganistán todas nuestras conquistas de estos 20 años tardan solo décimas de segundos en dar marcha atrás, ejemplos como el de Vital Alsar son muy importantes».
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El reconocimiento entregado este jueves «reconoce una vida al servicio de la sociedad española, una vida ejemplarizante con la que enseñar a las próximas generaciones que se puede vivir sin odio al diferente, sin discriminación a quien no piensa igual, sin desprecio a quien nos adentra en culturas, idiomas, tradiciones distintas a las nuestras pero tan ricas y legitimas como las que conocemos», insistió Quiñones.
Los jóvenes santanderinos, cántabros y españoles «tienen en Vital Alsar un buen espejo en el que mirarse para aprender a recorrer el camino de la vida sin prejuzgar, sin condenar lo distinto, sin valorar a las personas por el color de su piel, por el lenguaje con el que se expresan, por su condición sexual o por su religión y cultura».
Por todo ello, deseo que «sirva este reconocimiento del Gobierno de España para dar testimonio público del valor de su figura universal y de ese ejemplo de vida que debe permanecer en el ideario colectivo de cántabros y santanderinos para siempre».
Por su parte, el presidente de la Asociación Vital Alsar, Javier Cantera, se acordó de los navegantes y expedicionarios que ayer y durante estos días, en los que Santander rinde homenaje a este aventurero, han dejado a un lado sus quehaceres para estar junto a la familia del navegante, procedentes de diferentes países.
De Vital dijo que «era de esas personas que tienen capacidad de cumplir sus sueños, inspirando a miles, haciéndonos soñar a lo grande y en azul».
Recordó el mensaje intercultural que abanderó durante toda su vida «para unir pueblos y culturas en armonía». Por «derecho propio se ha convertido en un referente de la cultura oceánica universal Idealista soñador y más vital que su propio nombre.
También destacó la parte de su intelecto que hizo que importantes instituciones académicas acogieron en el seno de sus enseñanzas sus hazañas: «Sus experimentos marinos de supervivencia y convivencia en mar se han estudiado en la Sorbona (Universidad de París), o en la Universidad de Sevilla, basados en sus valores y fe en la humanidad, el amor y respeto al prójimo».
Recordó cómo «comenzó a forjar su leyenda a mediados del siglo XX, con las primeras expediciones, en los años 60 y 70, cruzando el Océano Pacífico sobre primitivas balsas, construidas por él y su tripulación, como hacían los aborígenes».
Fue batiendo récords mundiales, –«sin él saberlo», aclaró Cantera– y así fueron llegando los reconocimientos, incluso una nominación a los Oscar por un documental sobre una de sus expediciones 'El reto del Pacífico'.
«Prosiguió cruzando mares y océanos y sus estudios marinos demostraron nuevas capacidades de supervivencia del náufrago y la viabilidad de la navegación transoceánica, a través de los planes indígenas», señaló el presidente de la asociación y también navegante junto Vital.
Por último, desveló cómo «ayudó a refutar las teorías arqueológicas eurocentristas del evolucionismo, del siglo XVII, constatando que, además de las corrientes oceánicas, la civilización humana no circuló de este a oeste, sino de oeste a oeste del globo».
Ya por la tarde, familiares y amigos se trasladaron hasta la ermita de la Virgen del Mar, «a quien mi padre adoraba», contó a este periódico su hija Marina. «Hemos presentado las cenizas de mi padre y hemos rezado una oración por su alma», agregó.
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