Secciones
Servicios
Destacamos
La expulsión de los vehículos sin etiqueta ambiental -Cero Emisiones, Eco, C o B- del centro de la ciudad debido a la implantación de una zona de bajas emisiones (ZBE), de aquí a, como tarde, 2025, preocupa mucho a los comerciantes de Torrelavega. Aún ... sin afectar a los vecinos que residen en este perímetro, la medida desterrará al 25% de los conductores del municipio, un dato que atañe a dos de los protagonistas más importantes que ayudan a sacar el negocio adelante: por un lado, una proporción de clientes potenciales a la que los negocios no pueden permitirse renunciar; y, por otro, todos esos transportistas que aparcan en el corazón de la ciudad y proveen de productos a un sector ya de por sí afectado por las heridas de la pandemia, la depresión económica actual y el encadenamiento de crisis de los últimos años.
El Ayuntamiento quiere amortiguar el mazazo de esta imposición con la creación de cinco aparcamientos disuasorios alrededor de la zona de bajas emisiones y con una normativa lo bastante laxa como para conciliar los objetivos medioambientales con la supervivencia del comercio. Esa es precisamente una de las demandas que trasladan los locales. «Cuando llegue, habrá que plantear alternativas, poner soluciones. Un pase temporal, autorizaciones, algún tipo de excepción para las mercancías... Algo», medita Salvador Vicente, presidente de la Asociación de Comerciantes de Torrelavega (Comvega), partidario de fijarse en los modelos que otras ciudades están implantando en el marco de esta obligación.
La Cámara de Comercio de Torrelavega también simpatiza con esa última idea. Su presidente, Carlos Augusto Carrasco, viene haciendo un seguimiento en ese sentido y cree conveniente inspirarse en los modelos más permisivos. De lo contrario, los malos presentimientos que los socios de la entidad le hacen llegar pasarían a ser una realidad. Si la ZBE se traduce en una fuga de consumidores a las grandes superficies del extrarradio y en una caída de ventas, la medida puede ser como «un tiro en el pie», como reproduce el responsable, atento a las propuestas «reducidas» de otros ayuntamientos de España y también partidario de una letra pequeña rica en «excepciones» para el sector.
Vigo y Avilés, «donde la ZBE se ceñirá a las calles semipeatonalizadas», son dos de los modelos que el presidente de la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios, Comerciantes y Autónomos de Cantabria (Apemecac), Miguel Rincón, pone sobre la mesa para esquivar la pérdida de clientes. Ni decir tiene el «retraso» con que las nuevas plazas de estacionamiento pueden llegar en comparación al cierre de puertas en este perímetro 'limpio'. Si los conductores vetados no tienen dónde dejar el coche, la ZBE puede terminar siendo una «barbaridad», como define Rincón.
Noticia Relacionada
Los dos aparcamientos más grandes y a la vez cercanos al centro que el Ayuntamiento quiere construir para aliviar el tráfico de aquí a los próximos años son el de La Carmencita (525 plazas) y el del Mercado Nacional de Ganados (240). El primero tiene previsto iniciar las obras en febrero del año que viene; el segundo sigue a la espera de la Consejería de Obras Públicas para salir a licitación, con vistas a estar terminado en 2024.
Zonas de estacionamiento al margen, lo que el presidente de la Asociación EmTorre, Julián Crespo, no tiene tan claro es que toda una vida de hábitos y recados con el coche vaya a terminar de un día para otro. «Por mucho aparcamiento disuasorio que haya, la gente quiere entrar al centro. Eso no lo vamos a cambiar. Y si no pueden, se irán a un centro comercial», vaticina el responsable, no demasiado optimista a la hora de señalar ni la capacidad de la ciudadanía para comprar un coche eléctrico ni el número de puntos de recarga disponibles en Torrelavega y Cantabria.
Por lejos que esté del centro, el presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Tanos, Alfredo Pozueta, no es ajeno a la «faena, otra más», que supone la implantación de la zona de bajas emisiones. «Hay que buscar el mínimo perjuicio posible», apela, en línea con su homóloga en la Asociación Nueva Ciudad, Marta Saiz: «Todos vivimos con prisa y el coche es importante. El centro lo va a sufrir muchísimo».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.