El comercio de Torrelavega se une contra la «ruinosa» zona de bajas emisiones

La Comisión de Movilidad dio luz verde el pasado viernes a la delimitación de esa zona, a la que no podrán acceder los vehículos más contaminantes. Los límites de ese espacio los marcan cuatro calles en las que no se aplicará la medida: José María Pereda, Julián Ceballos, La Llama y Julián Urbina. La concejala del área, Jezabel Tazón, ha hecho hincapié en que todas las ciudades de más de 50.000 habitantes están obligadas a tener la ZBE y que el equipo de gobierno (PRC-PSOE) ha apostado porque el espacio afectado sea el «mínimo».

Sin embargo, hay partidos políticos y diversos colectivos que están en contra. Es el caso de la Asociación de Hostelería de Cantabria y la Asociación Empresarial Apemecac, que han decidido formar la 'Plataforma Salvar Torrelavega de una Zona de Bajas Emisiones Ruinosa'. Sus representantes en la ciudad, César Muriedas y Miguel Rincón, respectivamente, y el portavoz del colectivo, Ángel Herreros, confían en que otras asociaciones se sumen a la iniciativa. Todas ellas están invitadas a participar en una reunión informativa que se celebrará esta tarde, a las 20.00 horas, convocada por la Cámara de Comercio.

La Plataforma recuerda que Pontevedra ha sido la primera ciudad 'indultada' por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, por sus bajos niveles de emisiones contaminantes y por fomentar la prioridad del peatón sobre los coches, «como viene haciendo Torrelavega desde hace 40 años». «La concentración y buena planificación de las calles peatonales -explica-, facilitan disponer de tres grandes supermanzanas, que promueven la convivencia de las personas con el tráfico imprescindible y aseguran el sostenimiento económico de los más de 10.000 puestos de trabajo afectados».

El colectivo destaca que la capital del Besaya fue «pionera» a la hora de construir la ronda de circunvalación, el Bulevar Ronda, que facilita la movilidad y minimiza el tráfico en el centro. También remarca los buenos datos sobre emisiones contaminantes, «mejores que los obtenidos por Pontevedra, lo que obliga a Torrelavega a solicitar al Ministerio el mismo indulto».

En el caso de que la capital del Besaya fracase en ese intento, la Plataforma propone una ZBE más reducida, para mitigar su impacto económico. Tendría 80.000 metros cuadrados y la formarían tres 'supermanzanas' del centro urbano, áreas peatonalizadas. El colectivo entiende que si el Ayuntamiento sigue adelante con su propuesta, 22 calles se convertirán en «sancionadoras» (multas de 200 euros para los vehículos más contaminantes), lo que tendrá consecuencias «perversas» para el comercio, la hostelería y los servicios en general, ya que «en un corto espacio de tiempo se registrará una dramática disminución de la facturación».

El portavoz de la Plataforma pone como ejemplo que, según un estudio realizado en establecimientos de óptica, la medida afectará a entre el 65% y el 70% de los clientes, puesto que «precisan de transporte en vehículo para resolver sus problemas de visión». Un problema extensible a todo tipo de consultas sanitarias (médicos, odontólogos, fisioterapeutas, psicólogos, etc.). «El área sanitaria de especialidades de Torrelavega afecta a 200.000 personas y los tribunales de justicia y sus profesionales a más de 190.000, consolidando a Torrelavega como cabecera de comarca», señala Herreros.