Desfiles y bendición de perros en La Patrona

La iniciativa, organizada por el Refugio Canino Torres, incluyó un mercadillo solidario, dos desfiles caninos y la bendición de las mascotas a cargo de la parroquia, que también celebraba este lunes la fiesta local de San Roque, un día después de conmemorar el 120 aniversario del templo.

Paula Abascal, voluntaria de la protectora de animales, dijo a este periódico que para su colectivo era uno de los días más importantes del año y explicó por qué: «Esta jornada se celebra en nuestra ciudad y nos ayuda a seguir dando a conocer la labor que realizamos, a encontrar casa a los perros y nuevos voluntarios y colaboradores de la asociación, así como a seguir recaudando fondos gracias al mercadillo». Paula también mostró su satisfacción porque la iniciativa fue «como una vuelta a la normalidad». «Qué ganas teníamos», confesó.

Otra voluntaria, Lidia Gutiérrez, se encargó de la presentación y descripción detallada de cada 'modelo' que desfiló por la pasarela, una veintena de canes de diversas razas y tamaños, algunos ataviados con el pañuelo de las fiestas. Unas 200 personas siguieron el evento, organizado con todas las medidas sanitarias.

El párroco, Juan Carlos Rodríguez, también estaba contento: «Llevamos a cabo la bendición de mascotas desde 2017 y este año no pudimos hacerla en San Antón, en enero, por la pandemia, así que decidimos trasladarla al verano, con la ciudad en fiestas, para que los niños puedan participar mejor y disfrute toda la familia». «Esto también lo hacemos –añadió– por las mascotas, que nos ayudan a ser más sociables, cariñosos y responsables, valores que no podemos perder».

Rodríguez recordó también que era la fiesta local de San Roque, al que siempre se le caracteriza con un perro porque «cuando estuvo malo fue un perro quien le llevaba un panecillo todos los días y eso le salvó la vida». Ayer no era San Antón, patrono de los animales, pero la cita con el rociado de agua bendita volvió a ser un éxito. Una treintena de animales, casi todos perros, fueron bendecidos por el cura en el mismo escenario de los desfiles y junto a la talla de San Roque, sacada al exterior después de la misa en el templo. Así concluyó la jornada, que Rodríguez espera repetir el año que viene en la misma fecha, dado que «todo ha salido bien».