Borrar

Yevgeny Prigozhin Dirige Wagner, un ejército de mercenarios El chef multimillonario que servía a Putin y ahora quiere su puesto

Comenzó vendiendo perritos calientes, pero tras pasar por la cárcel acabó cocinando para Putin… y no solo exquisiteces gastronómicas. Yevgeny Prigozhin está detrás del ejército de mercenarios, el grupo Wagner, que ejecuta desde hace años operaciones secretas por todo el planeta y que ahora se han dado a conocer por sus brutales acciones en Ucrania. Esa guerra ha hecho tan popular a Prigozhin que se perfila como candidato a sustituir a Putin. Esta es su historia.

Martes, 02 de Noviembre 2021

Tiempo de lectura: 7 min

Hace un tiempo visité la residencia del embajador ruso en Londres, en «la milla de oro de los billonarios», en Kensington. Tras los saludos de rigor, y mientras tomábamos un té, le pregunté a Andrei Kelin si había mercenarios rusos operando en Libia y Siria. «Estados Unidos, Francia o Reino Unido, toda potencia cuenta con sus propios mercenarios. Los hay operando en todas las regiones del mundo. Pero no, no sé nada sobre unos mercenarios en Libia», dijo.

Sus evasivas eran previsibles. Pocos días antes, 33 presuntos mercenarios rusos habían sido detenidos en Bielorrusia acusados de planificar «acciones terroristas». Según se dijo, los sospechosos formaban parte del Wagner Group –descrito por los expertos como «el ejército invisible de Putin»–, que agrupa a 5000 profesionales y está presente en 12 países; entre ellos, Sudán, República Centroafricana, Madagascar y Mozambique. Entre estos profesionales hay bielorrusos, moldavos y serbios , aunque la mayoría son rusos, incluyendo antiguos soldados de las Spetsnaz (fuerzas especiales) y funcionarios del GRU (inteligencia militar).

Cada miembro tiene su propio número de identificación –la letra ‘M’ seguida por varias cifras– para encubrir su verdadera identidad.

Una fuente militar ucraniana asegura en un informe que, a cambio de concesiones sobre minerales preciosos –diamantes, oro, uranio, gas–, los mercenarios de Wagner ofrecen protección a los funcionarios de alto rango, al tiempo que adiestran a las fuerzas armadas, realizan operaciones «sucias» y ayudan a organizar campañas electorales, con sus propios «agentes de influencia» duchos en hacer que los votantes cambien de idea.

El FBI incluyó al chef en la lista de las diez personas más buscadas, por su interferencia en la campaña a la presidencia de Estados Unidos en 2016. Está acusado de financiar una conocida ‘granja de trolls’

En círculos militares occidentales se da por sentado que los contratistas de Wagner combaten en frentes diversos siguiendo las órdenes de políticos, generales y oligarcas rusos, pero el Kremlin insiste en que no tiene nada que ver con esos operativos.

Ahora los mercenarios de Wagner han dejado de ser tan 'secretos'. Su participación activa en la guerra de Ucrania, el que hayan reclutado para sus filas a presidiarios y que se atribuyan logros militares rusos como la reciente toma de la ciudad ucraniana de Soledar son un claro indicador de que ya no son clandestinos.

alternative text
Vida de oligarca.Prigozhin acompaña a Putin durante una visita a su empresa de ‘catering’, Concord. El empresario, casado y con dos hijos, no repara en lujo: mansión con helipuerto, yate de seis millones, tres jets privados… Su hija celebró su boda en el palacio de Konstantínovski, una de las residencias oficiales de Putin en San Petersburgo, en su día construida para los Románov.gtres

Pero ¿qué relación exacta hay entre esta turbia fuerza combatiente y el Estado ruso? La respuesta es Yevgeny Viktorovich Prigozhin, de 59 años, un antiguo vendedor de perritos calientes que con el tiempo se ha hecho multimillonario y ‘hombre de acción’. Todo ello, claro está, después de conocer al presidente de Rusia.

Prigozhin nació en 1961 en el por entonces Leningrado. Su padre murió joven y su madre trabajaba en un hospital. Durante la adolescencia entrenó para convertirse en campeón de esquí. Pero en 1979, justo después de cumplir los 18, un tribunal lo declaró culpable de hurto; y, dos años después, otro juez lo condenó por robo, estafa y corrupción de menores. Pasó los siguientes nueve años en una cárcel soviética.

Tras su puesta en libertad montó un puesto de perritos calientes. Después, una cadena de supermercados; y, más tarde, una serie de restaurantes en San Petersburgo, según la biografía escrita por Meduza, una publicación digital.

Con el tiempo asumió el servicio de catering para los banquetes del Kremlin y, tras servir en persona al mismísimo presidente, empezó a ser conocido como ‘el chef de Putin’.

El dinero empezó a fluir. Su restaurante y empresa de catering, Concord, creada inicialmente para proporcionar comidas para colegios, obtuvo un contrato aún más lucrativo: aprovisionar a las fuerzas armadas rusas. Según la fundación contra la corrupción dirigida por Alexéi Navalni -el crítico del Kremlin hoy encarcelado-, Prigozhin acaparó en cinco años contratos gubernamentales por valor de tres mil millones de dólares.

Una noche de 1980, Prigozhin y un amigo se acercaron a una chica y le pidieron un cigarrillo. El compinche de Prigozhin la agarró por el cuello hasta que perdió el conocimiento. Cuando volvió en sí, sus botas y sus pendientes de oro habían desaparecido

El director del programa Eurasia del Warsaw Institute, Grzegorz Kuczynski, asegura que Prigozhin financió Wagner desde el primer día.

El diplomático explica que el grupo se lucra a través de los denominados ‘supercontratos’. Prigozhin es propietario de una serie de empresas que reciben contratos gubernamentales pagados con sumas mucho más elevadas que las lógicas para los proyectos declarados. «La diferencia entre el coste real y el pago se convierte en un ‘fondo de reptiles’, escondido en los libros de contabilidad de las empresas de Prigozhin, y se usa para financiar los operativos de Wagner», explica.

La ‘granja de trolls’

Prigozhin también ha sido acusado de financiar la Internet Research Agency, la famosa ‘granja de trolls de Internet, radicada en San Petersburgo y que apoyó a Donald Trump en las elecciones de 2016. En febrero pasado, el FBI incluyó a Prigozhin en su lista de las diez personas más buscadas y ofreció una recompensa de hasta 250.000 dólares por toda información que facilitara su arresto. La reacción de Prigozhin fue escribir al FBI para exigir que quitaran su nombre del listado, alegando que sus derechos humanos estaban siendo violentados.

Desde que el FBI lo incluyó en la lista, Prigozhin no ha rebajado su perfil: ha ofrecido una recompensa de medio millón de dólares por la captura de Mijaíl Jodorkovski, antiguo oligarca ruso reconvertido en activista.

alternative text
Jodorkovski y Navalni investigan al chef… y lo pagan. Mijaíl Jodorkovski (izquierda), el oligarca ruso crítico con Putin que pasó varios años en la cárcel antes de exiliarse en Londres, es uno de los grandes enemigos de Prigozhin. El activista acusó chef de haber matado a tres periodistas que lo investigaban (financiados por Jodorkovski). Otro de los denunciantes del chef es Alexéi Navalni (derecha), que, tras ser envenenado, está en una cárcel rusa.GETTY IMAGES

Jodorkovski fue encarcelado en Rusia por evasión de impuestos y estafa después de criticar a Putin en televisión en 2003. En 2013 fue indultado y desde entonces vive en Londres con su mujer y sus hijos.

Los organismos británicos de seguridad consideran que Jodorkovski sigue en la lista negra de Putin. El miedo a que se convirtiera en la próxima víctima aumentó tras el intento de asesinato del agente doble Serguéi Skripal y la hija de este, Yulia, en Salisbury en 2018. Putin no se olvida de Jodorkovski. El año pasado lo describió como «un timador de baja estofa» cuyo personal de seguridad había estado involucrado en asesinatos por encargo. Jodorkovski lo niega.

Desde su casa en Londres, el activista no cesa de criticar a Prigozhin en su blog. Ambos «están en guerra» desde el asesinato de tres periodistas rusos en la República Centroafricana. Estos se encontraban en el país -uno de los más pobres del continente, a pesar de su riqueza en diamantes y uranio- por encargo del Investigation Control Centre (una plataforma periodística costeada por Jodorkovski), con el propósito de investigar las operaciones de Wagner en el terreno.

Según Russia’s Investigative Committee, los tres periodistas fueron asesinados por unos elementos locales que hablaban árabe entre sí en el curso de un robo a mano armada. Sin embargo, Dossier Center -otra organización fundada por Jodorkovski- asegura que los hechos no se corresponden con un robo. Los indicios apuntan a que el asesinato de los tres reporteros fue obra de profesionales y fue premeditado. Las autoridades de la República Centroafricana no investigaron el crimen.

alternative text
El jefe ya no se oculta. Prigozhin ha pasado de la máxima discreción a una notable visibilidad con la guerra de Ucrania. De hecho, ha reconocido por primera vez que él creó el grupo Wagner. No solo eso, se ha permitido criticar a la élite rusa, rompiendo el 'código de silencio' del Kremlin.

Cuando el FBI hizo pública la recompensa que ofrecía por Prigozhin, a Jodorkovski le faltó tiempo para expresar su opinión. «Es una lástima que entre los cargos aún no aparezca el asesinato de periodistas, pero por algo se empieza», escribió en su blog. Fue la gota que colmó el vaso. Prigozhin se vengó poniendo precio a la cabeza de Jodorkovski. En un comunicado difundido a través de Concord, el oligarca ofreció 500.000 dólares por la captura de su rival… Con el detalle de que tan solo estaba dispuesto a pagar esa suma al ciudadano ruso que lo capturase, pues no quería enriquecer a los extranjeros.

Fuentes londinenses próximas a Jodorkovski, de 57 años, descartan que la abultada recompensa suponga diferencia alguna. «Le llueven amenazas todos los días desde hace años. Su vida está en peligro de forma constante».

Pese a las amenazas, Jodorkovski prefiere moverse sin guardaespaldas, pues considera que, si Putin o sus secuaces de verdad quisieran matarlo, ninguna medida de seguridad podría impedirlo.

Eso sí, Jodorkovski ha respondido a su manera. «El historial delictivo del chef personal de Putin es de sobra conocido», dice en un vídeo. A continuación divulga un extracto del juicio a Prigozhin en 1981, en el que se revelan algunos detalles expuestos por la Fiscalía.

Hacia la medianoche del 20 de marzo de 1980, Prigozhin y un amigo andaban por la calle y se fijaron en una chica que iba vestida con un bonito abrigo. Se acercaron y le pidieron un cigarrillo. Cuando esta abrió el bolso, el compinche de Prigozhin la agarró por detrás y le apretó el cuello con el brazo hasta que la muchacha perdió el conocimiento. Cuando volvió en sí, sus botas y sus pendientes de oro habían desaparecido.

«Por mucho dinero que hoy tenga, el tipo nunca dejará de ser un mangante de tres al cuarto», concluye Jodorkovski.

@The Times Magazine

Etiquetas: Putin
MÁS DE XLSEMANAL