*Ni jubiladas ni falta que hace Estrellas ni ni*: «Estamos mejor que nunca»
María Luisa Merlo, Marisol Ayuso y María José Alfonso no paran de trabajar cumplidos los 80. Ahora lo hacen en la película de Paco Arango Mi otro Jon. Tres actrices con solera y mucho humor, que como ellas mismas dicen, se han ganado el derecho a hacer lo que les da la real gana.
Viernes, 06 de Octubre 2023, 12:26h
Tiempo de lectura: 7 min
Tres amigas que van a poder hacer realidad su sueño más descabellado: eso une a Marisol Ayuso, María José Alfonso y María Luisa Merlo, tres leyendas del cine y el teatro español, en la película Mi otro Jon, rodada en La Palma, para que no olvidemos la tragedia del volcán de Cumbre Vieja, y con cameo de Mariano Rajoy, que se estrena el cines el 20 de octubre. Nos tomamos un café con ellas para descubrir sus sueños... y sus pesadillas.
Marisol Ayuso | 80 años
«No me apetece tener relación con ningún hombre. Esta profesión es lo que me da la vida»
Es hija del actor Pedro Pablo Ayuso y de Marisol Domínguez (descendiente directa del rey Carlos IV). Debutó como bailarina en el Teatro Maravillas, con Marujita Díaz, en 1960.
XLSemanal. Ha cumplido 80 años y no ha parado de trabajar, ¿no tiene ya ganas de descansar?
Marisol Ayuso. Esta profesión la quieres y la odias. Con la edad hay veces que te cansa. Pero a mí me da la vida.
XL. Y un día la llama Paco Arango y le ofrece un papel.
M.A. Vino a verme al teatro y me contrató. Me hizo mucha ilusión. Con María Luisa Merlo había tenido poco trato; pero con María José Alfonso, mucho: en Barcelona alquilamos un apartamento juntas durante un tiempo. Tenemos muy buen recuerdo de aquella Barcelona tan divertida. Y trabajar con Carmen Maura me apetecía muchísimo.
XL. Como su personaje, ¿se iría a vivir con sus amigas a una residencia?
M.A. No lo sé, depende de la residencia, del dinero que tengas, de cómo estés de salud… Yo vivo con mi hija, que tiene 50 años.
XL. ¿Y qué tal se llevan?
M.A. Bueno, la convivencia siempre es muy difícil: ya sea con compañeros, con madre, con hijos, con hermanos…
XL. ¿Quién tiene más carácter?
M.A. Ella tiene bastante… y yo también. Pero de algunas cosas yo ya paso porque no tengo ganas de discutir [sonríe]. Para mí, mi hija es lo más importante en esta vida. No me apetece tener relación con un hombre, hace tiempo que no tengo interés en eso.
XL. Usted tuvo muy mala suerte con los hombres; entre otros motivos, por ser una joven muy atractiva. Casi casi se casa con un 'adinerado maltratador'.
M.A. Por la poca experiencia... Tenía 19 años y ocho días antes de la boda me di cuenta de que me empezaba a tratar muy mal. Me exigió que dejara mi trabajo, y mi vida se empezaba a convertir en un infierno. Lo dejé gracias a mi madre, que me apoyó. Menos mal.
XL. Poco después sufrió el acoso de un productor y no se atrevió a denunciarlo, pero sí lo hizo la hermana de Gracita Morales, a quien también intentó acosar en su camerino.
M.A. Fue muy desagradable, yo no me atreví a decir nada. En aquella época costaba mucho salir adelante y esas cosas pasaban. Por eso te digo que a esta profesión igual que la amas la odias.
XL. En la película, a las amigas de Carmen Maura no se les han quitado las ganas de ligar. ¿A usted le apetece salir de juerga?
M.A. Pues la verdad es que no [ríe]. Estoy muy a gusto en mi casa haciendo lo que me da la gana. No me compensaría nada hacer el sacrificio de arreglarme, peinarme, vestirme ni salir a ligar: estoy muy bien como estoy.
María José Alfonso | 83 años.
«Yo solo he dejado de trabajar cuando he parido»
Estudió Arte Dramático. Debutó en TVE en 1961 en Escala en hi-fi. Un año más tarde, en el teatro, con Fernando Fernán Gómez en La fierecilla domada; y, en el cine, con La gran familia.
XLSemanal. Confírmeme que nace en Madrid en el año…
María José Alfonso. Eso lo miras en Internet… Por dentro tengo 25 años, lo que sí te digo es que soy de Chamberí y ya está.
XL. ¡Chulapona de Chamberí!
M.J.A. ¡Pues eso! [Se ríe]. Como soy tan mayorcísima, ya no recuerdo ni cuánto llevo trabajando. Yo quería ser médico y pisé la universidad solo para apuntarme al grupo de teatro.
XL. ¿Sus padres no se mosquearon?
M.J.A. Me apoyaron; pese a que en aquella época todos los que nos dedicábamos al teatro éramos gais o prostitutas.
XL. Cuenta Marisol que ella lo pasó mal con los hombres, ¿y usted?
M.J.A. Yo tuve mucha suerte, no tuve problemas. Si alguien me decía una tontería, le mandaba a paseo. Y he conocido a muchos 'grandes', que ahora hay poquísimos. Bueno, prácticamente no existen. En esta profesión, cuando te quitan la tarta, te quitan hasta las miguitas, a mí me han dejado hasta las miguitas. Yo solo he dejado de trabajar cuando he parido.
XL. ¿Y cuántas veces ha parido?
M.J.A. Dos. Esto te lo confieso y no sé por qué, porque mi vida particular no tiene nada que ver con la profesional. Y aquí lo dejamos.
XL. ¡A la orden! [Risas].
M.J.A. Yo no he parado, pero sí es verdad que las mujeres a partir de cierta edad se vuelven invisibles para el trabajo; y ya no te digo los ancianos. Hay personas mayores que están bien de salud y que se enamoran, se vuelven a casar… Porque la gente también tiene vida a partir de los 70, pero se vuelven invisibles.
XL. ¿Le sorprendió que Paco Arango la llamara?
M.J.A. La verdad, cuando leí el guion, me pareció bastante surrealista [ríe]. Pero pensé que me iba a gustar mucho colaborar con él porque es un ser adorable; aparte de su entrega a una causa muy bonita, la Fundación Aladina, y su ayuda al pueblo de La Palma.
XL. Su personaje les dice a sus amigas: «En vez de con un macizo, he soñado con Rajoy».
M.J.A. ¡Jajaja! Cuando me dijo Paco que íbamos a hacer un cameo con Rajoy y que me tocaba a mí, me hizo muchísima gracia.
XL. Entonces, soñar con Rajoy tiene su punto.
M.J.A. No me líes [ríe]. Yo prefiero soñar con Paul Newman o con Antonio Banderas... Pero me sorprendió el señor Rajoy. Será muy gallego, pero tiene sentido del humor.
XL. Sí, tiene retranca.
M.J.A. ¡Mucha retranca! Tiene ese sentido del humor tan necesario en la vida. Aunque insisto: me hubiera apetecido más hacer un cameo con Antonio Banderas.
XL. Es una película que habla de cáncer y de una señora que al final se muere… Y la llaman 'comedia' y 'canto a la vida': esto solo lo sabe hacer Arango.
M.J.A. ¡Es verdad! Porque es un canto a la vida a través de la muerte; y también es un canto a la muerte, pero sin tristeza ni angustia, con ternura.
María Luisa Merlo | 82 años
«Estoy mejor que a los 60. Se lo debo a la meditación y a la vida espiritual»
Hija de actores, debutó como bailarina en Te espero en el Eslava, en 1957; y en el cine, de la mano de José María Forqué, en De espaldas a la puerta, en 1959.
XLSemanal. Se nota que se lo han pasado bien rodando esta película.
María Luisa Merlo. La verdad es que me acuerdo poco de ella [ríe].
XL. ¡Qué me dice!
M.L.M. La película es maravillosa, pero para mí fue facilísimo hacerla. Yo creo que, por eso y porque con Arango se trabaja muy bien, es por lo que no la recuerdo tanto.
XL. ¡Vaya! Pues se la voy a recordar para que hablemos de ella [risas].
M.L.M. Es que, cuando estamos trabajando en otra cosa, necesitamos concentrarnos y ahora estoy haciendo teatro.
XL. Lo entiendo, además, hace meses que se rodó [le cuento la trama].
M.L.M. ¡Ah! Es verdad, divertidísima [ríe]. Claro, claro, yo quería ver un hombre desnudo porque mi marido había muerto, los hijos no me hacían mucho caso, estaba en una residencia con amigas… Ese era mi sueño, sí.
XL. Ahora que ya la recuerda, ¿qué es lo que más le gustó?
M.L.M. Que tiene mucha alma y que toca todo: el humor, la ternura…
XL. ¿Se puede pensar en la muerte con tanta paz e incluso humor como nos la presenta Paco Arango?
M.L.M. Yo no pienso en ella. Cuando tenga que venir, vendrá. No sé lo que me queda por delante, yo estoy mejor que a los 60, será porque me he trabajado la cabeza mucho. A los 60 estaba fatal, me dolía todo y ahora no me duele nada. Estoy estupenda y se lo debo a la meditación y a la vida espiritual. Tengo mis maestros en Estados Unidos y me voy a Los Ángeles de vez en cuando, pertenezco a una escuela mística.
XL. Hija, esposa, madre e incluso suegra de actores... Presume de familia, pero lo cierto es que ha sido hija única, y reconoce que ha sido una niña mimada que aguanta mal no salirse con la suya.
M.L.M. ¡Es verdad! A los 9 años dejé de ir al colegio, tenía profesores en casa y de mayor nunca soporté a los hombres mucho tiempo [ríe]. Pero me encantan mis hijos, mis nietos y mis dos bisnietos, me voy con ellos de juerga, estoy mimadísima: igual que me mimaron mis padres, me miman mis hijos. Se ve que no lo he hecho muy mal, y eso que me separé de Carlos (Larrañaga) en un momento en el que era muy difícil educar a cuatro hijos.
XL. Y, además, ha hecho una película divertida.
M.L.M. Sí, sí; he hecho el papel de una loca divertidísima que quiere ver un hombre desnudo… Además, yo no dudé en colaborar con Paco porque mi madre tuvo cáncer y Carlos (Larrañaga) también. [Los beneficios se destinarán, a través de la Fundación Aladina, a la ayuda de niños enfermos de cáncer].
XL. Y usted sigue haciendo lo que le da la real gana.
M.L.M. Eso siempre, ya no consiento que nadie me marque nada.
-
1 ¿Cómo han convertido las adolescentes la medicina estética en algo tan habitual como ir a la peluquería?
-
2 Tres propuestas para que tu dieta antiinflamatoria sea, además de saludable, sabrosa
-
3 Pódcast | Drogas, abortos, abusos... el dolor de Maria Callas en el rostro de Angelina Jolie
-
4 Cada vez más cerca del otro planeta 'habitado': así trabaja el telescopio Tess
-
5 Transnistria, un lugar atrapado en el tiempo (y muy apreciado por Putin)