Laura Gangoso: «Sin actitud no se va a ningún sitio en el sector de la moda»

Actualmente cursa un Grado Superior de Educación Infantil, con la intención de entrar este año al Grado Oficial. Su tiempo libre está dedicado a su pareja con quien lleva seis años de relación, un ingeniero con año y medio de carrera por delante. La joven no descarta dejar Cantabria si en un futuro este tuviera que marcharse en búsqueda de oportunidades. Además, otro pedazo de su corazón está ocupado por su perro, con el que comparte momentos de relajación tras años duros de trabajo. Y es que su trayectoria laboral es extensa, desde modelo hasta dependienta de ropa pasando por azafata y camarera de noche. Laura es una persona polifacética que, además, es conocedora de idiomas al ser capaz de hablar tanto español como serbio y euskera.

Respecto al mundo del modelaje, todo comenzó en una pequeña agencia santanderina. La directora de la misma la seleccionó junto a otros modelos para ir a Milán, Italia, a castings presenciales y poder tener oportunidad de trabajo. No tuvo suerte de quedarse, debido a las exigencias sobre cánones de una de las agencias más top de Europa. Sin embargo, la experiencia de haber llegado hasta allí le pareció más que gratificante. Cuando regresó a España siguió trabajando a nivel nacional llegando a convertirse en quién es hoy en día.

-En tu biografía te describes como 'freelance model'. ¿Puede explicar este concepto?

-Me considero modelo por libre desde que dejé de ir a la agencia de modelos. Pasé de tener un representante a no tener a nadie. Yo sola empecé a mover mis hilos, a crear mi currículum y enviarlos por correo a pequeños comercios y firmas de Cantabria, con el fin de mostrarme. Además, gracias a las redes sociales en las que iba subiendo mi material y trabajos me pude dar a conocer más aún. Incluso muchos fotógrafos me pedían tarifas por mensajes privados interesándose en realizar una sesión de fotos.

-¿Cómo te iniciaste en el sector del modelaje?

A los 13 o 14 años me empezó a interesar mucho la fotografía y mis padres me regalaron una cámara réflex con la que empecé a hacer fotos como 'hobby'. Comencé a posar yo sola para mi propia cámara y fue cuando me di cuenta de que me encantaba. Era muy camaleónica y no tenía vergüenza. Mucha gente me decía que me metiese en una agencia de modelos, que valía para ello y tenía rasgos muy marcados y diferentes. Mis padres me apoyaron siempre y me apuntaron a una agencia de modelos en Santander con 14 años. Al ser una escuela privada, tuve la suerte de poder aprender mucho y formarme con las diferentes asignaturas que tuve como, por ejemplo, posado y pasarela, estilismo, cuidados corporales, maquillaje, fotografía… etc.

-¿Cómo gestionas el contenido de tus redes sociales?

-Las redes sociales las gestiono yo, y no llevo ningún orden ni me veo obligada a subir contenido diario y seleccionado. En mi caso subo lo que quiero cuando me apetece. También tengo otros trabajos y deberes como, por ejemplo, las clases y el estudio, que me quitan mucho tiempo para dedicar a las redes sociales.

-¿Qué consejo le darías a una persona que quisiera seguir tus pasos?

-En primer lugar, tiene que tener muy claro que no es tan fácil como parece y que es muy sacrificado, tanto en el cuidado personal como mental. Además, te quita mucho tiempo libre. En segundo lugar, antes de nada debe preparase unas 'polaroid', una sesión natural mostrándose tal y como es, sin maquillaje y sin edición, para poder presentarlo a las agencias. También recomiendo tener un 'composite', que es una carta de presentación con tus mejores fotos seleccionadas junto a tus datos más importantes: altura, color de ojos y de cabello, medidas… etc. En tercer lugar, recomendaría no parar de realizar sesiones ya que siempre servirá como refuerzo y experiencia para mejorar y crecer.

-¿Cómo manejas las críticas y el hecho de exponerte?

-Al principio, cuando tenía 14 o 15 años, sí que me afectan las críticas, sobre todo si se me veía algo de «carne» era un escándalo. Hoy en día me lo tomo como un recuerdo gracioso, pero es cierto que lo pasé mal porque en el instituto ya me señalaban. Hoy en día, después de todos los trabajos que he hecho de todo tipo, no me da miedo ni me preocupa absolutamente nada. Al final uno se termina acostumbrando y el público también. ¿Quién no ha visto una foto en biquini de Laura Gangoso? es casi un clásico ya.

-¿Cuál es tu prenda de ropa favorita?

-En concreto no tengo una prenda favorita, ya que en cada estación las prendas suelen cambiar bastante y son muy diferentes. Si me tengo que quedar con una, sería el vestido cortito y amplio para verano, que lo puedes llevar con todo. Me parece súper fresco, viste y es a la vez muy cómodo ya que es de una sola pieza.

-¿Opinas que el sector del modelaje crea unos cánones de belleza inalcanzables o está cada vez más controlado?

-Sí, recuerdo hacer numerosos castings para agencias y por el hecho de no medir 1,73 te descartan directamente. Es más, si no mides eso, mejor ni lo intentes… Yo soy muy bajita, mido 1,65, y sólo por eso me han cerrado muchas puertas. Siempre he dicho que si no fuese por la altura creo sinceramente que me podría haber dedicado a este sector profesionalmente. Es una pena, aunque creo que algo está mejorando poco a poco.

-¿Cuáles son las principales dificultades que te has encontrado en tu camino como autónoma?

-Muchas veces al ser yo sola y no tener a ningún representante, me he encontrado con ofertas de trabajo que he dudado si me iban a timar o si de verdad iban a querer trabajar conmigo. Muchas inseguridades y miedos, ya que ha habido veces que me han querido pagar vuelos al extranjero con todo incluido, pero siempre me preguntaba si eso iba a ser seguro, o si me querían hacer daño o aprovecharse…

-¿Has tenido siempre el apoyo de amigos y familia?

-Sí, siempre, la verdad es que nunca me han reprochado nada y si me hubieran reprochado, la verdad es que me daría igual porque yo sabía lo que quería hacer y hasta donde quería llegar.

-¿Cómo haces tus fotografías?

-Las fotografías que tengo son material del trabajo que hago. Es decir, cuando me contratan y realizo algún trabajo, normalmente me envían las fotografías que posteriormente me sirven como material para poder seguir creciendo. La verdad es que lo agradezco mucho ya que no deberían darlas. Yo vendo mi imagen y no tengo derecho a reclamar ninguna foto después. Pero, en general, me las pasan y lo valoro mucho.

-¿Qué estilo te define?

-Considero que tengo un estilo propio, tanto a la hora de modelar como a la hora de vestir no tengo un estilo en concreto. Soy muy camaleónica trabajando y me transformo muy rápido, como si fuese a actuar. A la hora de vestir, un día puedo ir muy rockera y otro día me pongo colores vivos. Me gusta mucho cambiar y no siempre ir igual.

-Además del modelaje, ¿a qué te gustaría dedicarte?

-Me gustaría dedicarme a la educación infantil, ejercer de maestra de niños de 0 a 6 años es mi sueño desde pequeña, y es el camino que estoy llevando hoy en día. Me encantan los niños.

-¿Qué consideras que debe tener una buena modelo?

-Actitud. Sin actitud no se va a ningún sitio en este sector.

-¿Qué dirías que te hace única?

-Mi forma de ser. Creo que aunque me preguntasen a quién me puedo parecer o asemejar, no sabría decirte a nadie porque me considero única. Las personas que de verdad me conocen lo dicen. En una primera impresión siempre me han dicho que parezco borde, por la mirada y rasgos faciales, pero para nada, soy muy simpática, alegre y me encanta hablar con la gente. También he de decir que tengo mucho carácter, pero sé cuándo sacarlo.

-¿En qué momento decidiste que esto es lo que querías hacer?

Cuando vi que las marcas me llamaban y los fotógrafos se interesaban en contratarme me empecé a dar cuenta de que iba teniendo buen resultado y mi perfil estaba siendo reclamado- Esto me sirvió también como motivación para seguir y crecer profesionalmente, hasta día de hoy que me he visto obligada a parar por la pandemia. Me he tomado una pausa, pero espero poder volver a retomarlo cuando todo mejore.