La mirada transparente del fotógrafo Mario Setién: captando momentos únicos desde Cantabria

Por todo esto, me resulta divertidísimo hablar con fotógrafos profesionales, de los que viven de ello y lo aman por encima de todas las cosas. Esta vez he tenido la oportunidad de hablar con Mario Setién, un fotógrafo de esta nuestra 'tierruca' que tiene mil y una anécdotas y pensamientos sobre el sector. ¡Os dejo con él!

-¿Quién es Mario Setién a nivel personal y profesional?

-Soy Mario Setién fotógrafo profesional, natural de Santander donde nací hace ya más de 40 veranos (parece mentira, pero las primaveras nos hacen mella a todos). He tenido buena parte de mi vida inquietudes artísticas latentes dentro de mí, hasta que ya bien crecidito, cuando ya ganaba un sueldo, pude comprar mi primera cámara, y creo que puede sorprender lo que voy a decir a continuación: era una cámara de vídeo, jaja. Eso sí, tras ella, han venido muchas más, sobre todo de foto.

Durante varios años he compaginado mi trabajo de ingeniero en una multinacional con el de fotógrafo, primero como aficionado, posteriormente ya como profesional, hasta que llega un momento donde en un chasquido dedos todo cambia, y desde hace varios años tengo la suerte de dedicarme en exclusiva a este maravilloso y competitivo mundo, que es la fotografía profesional. En lo personal, estoy casado, soy padre de dos criaturas y el poco tiempo que me deja la familia y la fotografía, lo uso para hacer deporte. Un poco de 'gym', para compensar un poco de 'ñam'. También 'mountain bike', paddle surf y cualquier otra cosa con la que pueda mover la patata y estar muy vital, que es lo que se necesita en este trabajo.

-Realizas diferentes tipos de fotografía: Bodas, Comuniones, Fotografía de empresa e incluso reportajes de moda, ¿Con cuál de los estilos te sientes más identificado? ¿Cuál de ellos te resulta más «fácil» o cómodo de realizar? ¿Por qué?

-Ante todo, creo que un fotógrafo profesional tiene que ser flexible, y ha de conseguir la mejor foto posible de cada momento, independientemente de las circunstancias o complicaciones que haya. Al espectador le da igual las dificultades de la toma, quiere ver un fotón. En mi caso personal, aunque estoy especializado en algunos tipos de fotografía, me atrevo a torear casi con todo.

Una buena parte de mi tiempo soy fotógrafo de bodas, bautizos y comuniones, lo que llamamos simpáticamente en este gremio «trabajar en la BBC» (que conste que BBC se pronuncia en inglés), pero especialmente me encanta trabajar con artistas, músicos, deportistas, actores y modelos profesionales. Son personas especiales que son capaces de «llenar» una fotografía sin que ellos se den cuenta. Sí que es verdad que también hago algo de fotografía de moda, tanto para alguna marca como para particulares. No todo lo que me gustaría la verdad, porque por estas tierras tenemos una gran carencia de este tipo de industria que te impide, que forme una parte importante de tu trabajo. Yo sería feliz haciendo sólo portadas de Vogue.

Si quieres vivir (en serio) de la moda como fotógrafo, estilista, maquillador, modelo, etcétera, como poco tienes que ir a vivir a Madrid o a Barcelona. Es mala idea ir y venir desde la tierruca, a medio plazo pasa factura. Sé que desde Cantabria DModa lleváis años ayudando a que esto cambie y que Cantabria consiga tener su trocito de protagonismo en el mundo de la moda. Aprovecho para daros las gracias.

Los reportajes más complicados son siempre los de bodas, es donde tienes que estar más despierto, donde no hay cabida a la repetición, y los recuerdos que se obtengan de la boda, dependen de la capacidad del fotógrafo profesional. Si el fotógrafo tiene buen nivel, serán memorables, y si por el contrario no tiene nivel, muchos grandes momentos se desvanecerán tan rápido como han ocurrido. Sin que haya una buena fotografía que te los recuerde y finalmente se olvidarán.

Aunque a mí me encante hacer bodas, es un trabajo que no recomiendo a ningún compañero fotógrafo que lea esto, porque en contra de lo que puede parecer, (que es algo muy «guay» y que vas a todas las fiestas), es un trabajo muy duro, muy vocacional, poco reconocido a ojos de los familiares, que lo toman por un trabajo poco serio. Tienes una responsabilidad enorme, hay que tener mucha mano izquierda y no es algo apto para los delicados del corazón por los sustos que te llevas.

Estamos hablando de que normalmente la jornada de un fotógrafo es de entre 10 y 16 horas seguidas por boda, con la tensión por las nubes y en fin de semana, más todo el trabajo de selección y edición de miles de fotografías que te llevas a casa. Ningún chollo, te lo garantizo.

Por otro lado, no me da miedo confesar que la fotografía de boda es la especialidad que más fotografía me ha enseñado, ya que has de trabajar muy rápido, muchas veces sin tiempo para pensar, tomando decisiones constantemente a cada disparo en base a tu experiencia y estás obligado a hacer fotos buenas sí o sí, en sitios dispares con iluminaciones muy complicadas. Es que con buena luz todos hacemos buenas fotos. Esto te da unas tablas tremendas. Tras una boda el resto de trabajos me parecen fáciles, porque alguno de ellos, llegado un caso de fuerza mayor, incluso lo puedes dejar para otro día, en cambio una boda no.

Ahora bien, siempre me pongo un poco nervioso, lo justo, cuando muchas personas dependen de mí en una sesión de fotos grande: los estilistas, peluqueros, maquilladores, el cliente, modelos etc. Yo soy el que en el momento de mirar por el visor y hacer 'click' en la cámara, está dando por bueno todo el trabajo de los demás, soy el último filtro y no me puedo confundir, y eso es mucha responsabilidad. Todos somos muy creativos desde el sofá de casa o cuando hacemos algo sin cobrar, pero cuando hay ya presión, la cosa cambia y la mente se te llena de muchas cosas que no dejan hueco a mucha creatividad.

-Uno de tus últimos posts en tu blog habla de fotografía gastronómica. ¿Cuál es tu opinión al respecto de la fotografía del sector? ¿Qué piensas del trabajo que hacen empresas de la alimentación en su trabajo fotográfico? (Mójate un poco, risas).

-La fotografía gastronómica es una disciplina que de un tiempo a esta parte me está atrayendo, y ya forma parte de mi negocio. El trasladar todos los matices que sientes en un plato que estás oliendo ante ti a una imagen que luego se verá en papel, o peor aún, en una pantalla, y que el espectador lo perciba de la misma manera, es un reto muy grande. Aunque ahora por el tema del COVID, la gastronomía no está pasando por el mejor momento, cada vez más restaurantes se lanzan a tener buenas fotografías de su local y de su comida que les diferencien de la competencia y que consigan transmitir sus propuestas gastronómicas de manera casi instantánea.

En esta vida en los que no tenemos tiempo de nada, una imagen transmite más rápido que las palabras, hasta 60.000 veces más rápido en concreto. Para que cuando hayamos conseguido captar la atención por unos segundos más, tengamos tiempo de explicar nuestra propuesta de valor también con texto.

Cada día me encuentro con muchas empresas que están infravalorando su presencia en Internet desaprovechando una parte del pastel cada vez mayor, con una imagen poco atractiva y nada optimizada, pues utilizan sus páginas webs (si es que las tienen) como «tarjetas de visita», esto es, tienen «cuatro» visitas al mes de amigos que conocen la URL, en vez de usarlas como herramientas de atracción de clientes, para que puedan ser encontradas de manera fácil por gente de su zona, que no les conoce, pero que sí está buscando los servicios que venden o sus productos con la tarjeta de crédito en la mano.

Me he encontrado con empresas dignas de enseñar el antes y el después, en las que parecen otras empresas totalmente diferentes y es que una buena imagen transmite calidad y confianza. Si ya es difícil hacer que un cliente entre por la puerta, imagina si ya lo has asustado antes de cruzarla por una decepcionante presencia en Internet. Lo peor es que nunca sabrás que lo perdiste a él y a otros muchos, y claro el negocio va bajando poco a poco sin saber por qué.

-También has participado en algún que otro reportaje de moda, ¿cómo te preparas para ellos? ¿Cómo trabajas con la modelo, famosa, 'influencer' o marca que te contrata? ¿Qué aspectos crees que debe tener una buena fotografía de moda?

-Una buena fotografía de moda ha de cumplir el cometido comercial que tiene, que normalmente es vender la ropa o algún complemento relacionado con la imagen (joyería, cosméticos, etcétera) donde el modelo debe ser escogido cuidadosamente porque es quien va a intentar de alguna manera sumar para mejorar la impresión que nos vamos a llevar de ese producto. No nos olvidemos que el objetivo es vender, por lo que el modelo no es el protagonista de la foto (salvo alguien muy famoso), fallo habitual en muchos fotógrafos de moda nóveles, sino que el modelo debe de complementar a la ropa, y el fotógrafo ha de saber ejecutar la foto de la manera adecuada, para que los ojos del espectador que recorren la foto, terminen en lo que se quiere destacar.

Y lo siento, voy a decir un secreto a voces: la belleza, aunque claro que ayuda, no lo es todo en moda, sino que lo más importante es tener lo que llamamos «rollo» y carisma, donde juega un papel fundamental la personalidad del modelo, su 'acting' o el meterse en el papel, su 'posing' o calidad de posado, y su capacidad para transmitir. Esto no lo consigue sólo una cara bonita, tiene que haber mucho más tras ella y conseguirlo lleva algo de suerte, una pizca de talento y mucho de trabajo duro.

El objetivo buscado, ideal, en la fotografía de moda es crear una imagen diferente, algo que nos llame la atención, que nos haga pararnos unos segundos más en ella, que nos interese leer el texto que pueda haber alrededor de la misma y nos cause deseo, deseo de ser como esa persona o de tener lo que ella tiene. Hacer fotos así no es cuestión de suerte, no al menos cuando haces muchas de estas en cada sesión de fotos.

Para prepararte en una sesión así tienes que dedicarle tiempo a leer entre líneas de lo que te está pidiendo el cliente, ver otros trabajos que hayan realizado en el pasado, y asegurarte si quieren algo en esa línea, o por el contrario buscan otra totalmente diferente. A veces ocurre que te contratan por tu manera de entender la fotografía, pero a la hora de la realidad, no te dejan ser tú sino te imponen un estilo totalmente marcado, vestuario, poses, luz, sitios, modelo, y es cuando te preguntas porqué te contratan a ti, si no te dejan ser tú.

La verdad que hay mucha diferencia a la hora de trabajar entre una modelo profesional, una famosa y una 'influencer'. Bueno a veces no tanta, porque aunque la modelo posee un talento, las famosas y las 'influencers' llevan algo especial dentro, si no, no se explicarían sus legiones de fans. Algo tendrá el agua cuando la bendicen, ¿no? Sí te diré que una modelo profesional es la más consciente a la hora de hacer las fotos de cuál es su rol, mientras que la famosa o influencer pretende mayor protagonismo, que por otro lado se le puede dar al ser un rostro más conocido. Está claro que hoy en día, llamar la atención con una cara conocida es algo a lo que recurren algunas marcas.

-¿Qué opinas de la situación actual del mundo de la moda? Es decir, ahora con las redes sociales y los 'smartphones' todos 'nos creemos capaces' de ser modelos, saber de moda, incluso de fotografía... ¿Crees que se ha desvirtuado todo un poco o que estamos avanzando?

-Hoy en día, a cualquiera le hacen creer en las RRSS que es modelo, fotógrafo, maquillador, estilista, etcétera. Vivimos del 'like fácil', en un país de Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como, y creo que de esta manera estamos faltando al respeto a gente que lleva muchos años dedicados 24 horas a esto, con una experiencia y capacidad de crear a años luz de los demás. Pero esto sólo ocurre prácticamente en España y en los países latinos, en otros países se valoran a estos profesionales mucho más (y se remuneran como merecen). Así que muchas veces te ves obligado a añadir una coletilla. Hablo de la coletilla «profesional» al final: modelo profesional, fotógrafo profesional, maquillador profesional cuando no debiera ser así.

Fíjate que muchas personas que trabajamos en este gremio, tenemos la manía de pagar facturas y comer todos los días, y si me apuras, varias veces al día. Cómo te van a pagar algo, si hay 100 que lo quieren hacer gratis, aunque el resultado se quedará al final en nada. Explícame cómo alguien puede centrarse en su trabajo, dedicar gran parte de su vida a esto para alcanzar un buen nivel, si el trabajar le cuesta dinero.

Con respecto a la situación del mundo de la moda, lo tengo muy claro: El mundo de la moda está cambiando. No acabo de decir nada nuevo, siempre ha sido así, no hay que preocuparse, sino ocuparse de no quedarse pasado de moda. Ahora mismo hay mayor interés por el mundo de la moda que antes, todos vamos cortados por el mismo patrón, no es raro encontrarte a alguien con las mismas gafas, mismo corte de pelo e incluso mismo jersey, por lo que siempre intentamos no ser como los demás, aunque al final sí lo somos.

Sí que es verdad que la misma prenda en una persona y en otra puede no tener nada que ver, porque el estilo y la personalidad hacen mucho, es algo que bien saben los 'influencers'.

-¿Qué son para ti, como profesional, las redes sociales?

-Aunque no es algo 100% imprescindible y me explico más adelante, las redes sociales son muy importantes. Si nuestro posible cliente potencial está ahí usándolas, también nosotros tenemos que estar ahí, para intentar llamar su atención y nos tenga en su 'top of mind'. Cuando digo que no es algo imprescindible es porque hay casos puntuales de profesionales a los que les va muy bien sin estar, ya que ellos se mueven a otros niveles, tienen otros contactos profesionales, y eso les garantiza suficiente trabajo de manera continua. Olé por ellos.

En mi caso concreto sí son imprescindibles porque quieras o no, es mi escapare virtual y lugar de encuentro con mi comunidad, de amigos, clientes, futuros clientes, curiosos, 'lovers' y también, claro que sí, de 'haters', que también tengo unos cuantos. Yo creo que tienes que estar donde están tus clientes, si van a la playa, tú también, y si están en las RRSS, pues ahí tienes que estar tú.

-Para acabar me gustaría conocer alguna anécdota (que se pueda contar claro). Alguna que te haya hecho crecer, aprender y alguna que te haya divertido por la situación.

-Como anécdota, es algo que nos ha pasado a casi todos: no tienes ni idea de fotografía, pero hoy te compras una cámara grande, mañana vas a un evento, y escuchas: dejad hueco al fotógrafo. No por comprar un balón hoy, mañana eres futbolista, ahora bien, en fotografía sí. Ser fotógrafo es mucho más que portar una cámara y hacer fotos, fotógrafo es la persona, no la cámara. «¡Jo! con esa cámara, harás fotos maravillosas»- Pues nada, toma esta bonita guitarra y toca 'Corazón Partío'. La cámara es la herramienta con la que consigues sacar una idea que tienes en la mente, que sólo ves tú, en algo que puedan admirar los demás también. Hoy es una cámara y un objetivo, y mañana igual es un ordenador, o un chip. ¡nunca se sabe!

Con respecto a lo que he aprendido y que no me esperaba cuando decidí entregarme completamente a la fotografía y el vídeo profesional, es que yo pensaba: qué bien, todo el día haciendo fotos y editándolas. Nada más lejos de la realidad. Al final no dejamos de ser una pequeña empresa, que ha de calcular y pagar sus impuestos, realizar contratos, presupuestos, contestar emails, llamadas, formarse en muchos ámbitos, página web, vamos lo que se llama la gestión del negocio, por lo que el tiempo dedicado al final a hacer puramente lo que más me llena, fotos y vídeo, es muy inferior a lo que cualquiera puede pensar, y la cosa no está ahora mismo como para realizar muchas contrataciones.

Con todo esto entenderéis que la fotografía profesional actualmente es algo muy vocacional, que no hay oro ni plata, y que a final del año, después de pagar todas las facturas, algo que asusta, la verdad, tienes con suerte un sueldo normal como el de cualquier otro asalariado, habiendo trabajado muchos días más de 12 horas de lunes a lunes.

Con respecto a lo que más me ha hecho crecer en la fotografía es, sin duda, el dedicarme a ella las 24 horas. Yo es algo que veía claro en su momento, cuando lo compaginaba con mi trabajo «normal». Me daba cuenta de que, si no daba más a la fotografía, entre otras cosas, más horas al día, difícilmente la fotografía me iba a dar algo a mí.

La fotografía lo es todo para mí, es mi vida, es mi amor, es mi hobby, es mi trabajo y cuando lo sientes así, aunque no lleves la cámara en las manos, tus ojos y mente van haciendo fotos, analizando la luz de cada sitio y como cae sobre las personas, fijándote en cada expresión, línea, color y textura, imaginando cómo será la luz en otros momentos del día, y valorando si este sitio aparentemente sin interés puede ser o no, el sitio que usarás para tu próxima sesión de fotos donde intentar hacer una foto memorable, y no una fotografía insulsa más, como las millones y millones que se hacen a cada rato.

A eso he venido a esta profesión y por eso la doy tanto, buscando que recompense mi esfuerzo con fotos que comuniquen, emocionen, transmitan al espectador, se queden en su retina... eso es el siguiente nivel y quien consiga eso sí se le puede llamar «fotógrafo», los demás son sólo personas que hacen fotos.

Espero que hayáis aprendido algo más de fotografía con la mirada tan especial que pone Mario Setién a cada uno de sus trabajos y esa cercana de la que siempre hace gala. Como siempre digo, os invito a seguirme en redes sociales y descubrir mis pasiones creativas/narrativas que vuelco Instagram (@adrianadelvalyruiz). ¡Nos leemos pronto!