El café, el hilo conductor de un negocio próspero como el Amarella
DÓNDE COMER... ·
Esta cafetería ubicada en la plaza de Machichaco en Santander ofrece una veintena de especialidades con elaboraciones cuidadas y una interesante relación calidad-precio
Para los amantes del café encontrar un establecimiento donde tengan un nivel de excelencia siempre es una satisfacción y un motivo para frecuentarlo. Si además el local es agradable y cuenta con una carta de picoteo con una excelente relación precio-calidad, tenemos ... la combinación perfecta para que el negocio sea próspero y disponga de una clientela fiel y en progresión.
Esto sucede con Amarella, una cafetería ubicada en la plaza de Machichaco en Santander, que puso en marcha el pasado verano, en un momento muy complicado, Jaime Bárcena (Santibáñez de Carriedo, 45 años), un empresario de hostelería que también regenta desde hace 14 años en Sarón el Buda Café y que empezó muy joven emprendiendo hasta ver cumplido su sueño de contar con un negocio propio en la capital.
Y, volviendo al café, Jaime es un enamorado de esta bebida, que mima a partir de una cuidada selección de cafés de alta calidad y de fincas de Dromedario. Siempre arábica, siempre preparados con mimo y con estilo tanto por él como por Carmen Ortiz, barista con un título de campeona regional. Y como el cliente rápidamente se ha dado cuenta de que aquí los cafés son especiales, el resultado es que el promedio supera los 500 cafés servidos cada día.
En Amarella, con la ayuda de la terraza, han sorteado la crisis del covid con buena nota. Ahora que se retoman los interiores, tiene más sentido hablar también de lo que hay antes o después de un exquisito café.
No es un local de menú del día, pero sí por contra ofrece una veintena de especialidades que dan opciones a picar algo –también a comer o a cenar–, al margen de la oferta de la barra, con pinchos y tortillas. Además, aquí ofrecen en la mayoría de las especialidades la posibilidad de pedir media ración. Los precios, entre 10 y 15 euros la ración.
Desde un tartar a un entrecot
El tartar de bogavante y viera sobre tortitas de maíz es una excelente manera de comenzar para luego poder saborear unos mejillones en salsa, un turrón de foie, una cecina con arbequina, las croquetas de jamón ibérico o gamba o una de las ensaladas de la casa (templada de langostinos, de pechuga de picasuelos en escabeche o de bacalao y pil pil de hongos).
Cada día hay un plato de cuchara (8,50 €). Recomendables igualmente el arroz meloso marinero, los huevos mármol a 65º con bogavante crujiente y patata, las verduras en dos cocciones con salsa romesco o el mollete de cabecero de lomo ibérico.
Uno de los platos que más salen es el de albóndigas de merluza y gambas, pero quien prefiera carne, hay una hamburguesa de ternera, una costilla de cerdo confitada con piña o una panceta elaborada a baja temperatura con vieira y patata trufada.
Entre las últimas novedades incoporadas a la carta están el entrecot de ternera procedente de una ganadería de Santa María de Cayón y los pimientos rellenos de bacalao. Entre los postres de elaboración propia destaca la tarta de limón. Y para terminar, siempre un café... o dos...
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