El zinc, el nutriente neuroprotector contra el covid

La razón de insistir con el zinc es un muy reciente estudio (British Medical Journal) publicado en noviembre de 2021, donde se analizan 28 ensayos publicados en todo el mundo con la idea de aclarar científicamente si la suplementación con zinc podría prevenir los síntomas y acortar la duración de las infecciones respiratorias virales, como el resfriado común o la gripe (y por extensión el covid).

Muchos opinaban que el efecto beneficioso del zinc (que ya se conocía desde hace dos siglos gracias a un médico alemán) solo se ejercía en aquellas personas aquejadas de alguna deficiencia de zinc en su sangre. Pero los resultados de este estudio reciente mostraron que, en individuos adultos, que no padecían deficiencia de zinc, la suplementación con el elemento podría aminorar los síntomas de las infecciones respiratorias virales y acortar su duración.

Otros datos positivos fueron que el zinc producía una reducción del 80 por ciento en el riesgo de desarrollar formas graves de la afección, en especial se reducía el pico de gravedad de la enfermedad que suele ocurrir entre los días segundo y cuarto.

Ya conocen el dicho de que estos procesos gripales duran siete días sin tratamiento y una semana con tratamiento. El zinc precisamente ayuda a las propias defensas del individuo a luchar y vencer a la infección.

Se sigue investigando el efecto del zinc, esta vez sobre el SARS-CoV-2. Estos estudios muestran de una manera científica que es una buena idea el incluir en nuestra dieta alimentos ricos en zinc durante los meses fríos, en los que estos virus respiratorios hacen su 'agosto'.

Estos son los ocho alimentos con mayor concentración de zinc. La reina es la ostra, con más de 60 miligramos de zinc por cien gramos. Le siguen, ya muy de lejos, otros alimentos como hígado (7 miligramos por 100 gramos), almejas, carnes rojas de vacuno, carne de pollo y pavo y queso.

Entre los alimentos vegetales destacan por su contenido en zinc los copos de avena (3,5 miligramos por 100 gramos), pipas de calabaza y frutos secos, sobre todo avellanas y almendras.

Como bebidas es la cerveza la que más zinc contiene, por la levadura.

Un dato interesante es que la acción protectora del zinc se aviene muy bien a trabajar en cooperación con otro remedio bien probado que es la vitamina C. Seguro que a alguno ya se le habrá ocurrido la broma: ostras con zumo de limón al primer estornudo. Bueno, es una idea, pero mejor incluir cada día, en el desayuno, un buen vaso de zumo de naranja recién exprimida o, mejor aún, un licuado de naranja triturada sin cáscara.