Así será Cantabria en la fase uno

Fue Fernando Simón el que lo anunció en la tardía rueda de prensa del viernes. «Cantabria pasa en su totalidad a la Fase 1». Primer paso. Quedaba otro. Conocer la respuesta a las peticiones concretas de la comunidad autónoma para este periodo que se inicia mañana. Para eso hubo que esperar al BOE. Y, al verlo, en el Gobierno regional andaban relativamente satisfechos. Más allá de todo lo conocido días antes (terrazas al 50%, hoteles, comercio con menos de 400 metros cuadrados...), el Boletín recoge la apertura de concesionarios, estaciones para pasar la ITV o centros de jardinería y viveros con más superficie de la establecida como mínimo (en los tres casos con cita previa ). Tres peticiones que se hicieron desde aquí. Además, se permitirá ir a jugar al golf –también con cita previa– y hasta entrenarse en la bolera de forma individual (desde el Ejecutivo, interpretando la norma, consideran que se podrá acudir con un pinche para que pine los bolos). Queda en el aire la petición de permitir la pesca deportiva en ríos o en espacios como la bahía. Pero ni siquiera eso lo descartan en Peña Herbosa. «Lo estamos estudiando porque lo que aparece en el BOE es interpretable».

Lo que «en principio» no se plantean en el Gobierno es tocar los horarios de las franjas de salida para el paseo, el deporte, los niños o las personas mayores. Varias comunidades lo solicitaron. Sobre todo, por el calor que puede hacer en determinados horarios y sus efectos en niños o mayores. La decisión es dar a los gobiernos autonómicos un margen para adelantar o retrasar las franjas dos horas. En las primeras conversaciones mantenidas en Cantabria no se plantean «entrar» en eso. Y más teniendo en cuenta que, con la apertura de terrazas y comercios, y la posibilidad de acudir a esos establecimientos fuera de un horario concreto, esa cuestión parece ahora menos relevante. Hoy, seguro, será un día de dudas. Pero ya es indiscutible que la vida de los cántabros cambiará mañana respecto a la que han tenido en los dos últimos meses. Será una rutina en Fase 1.

Con todo lo que eso conlleva –y que se recoge, con ejemplos, en estas páginas–. Hostelería y comercio suponen el gran cambio. Pero la incidencia será desigual. Las terrazas pueden abrir al 50% de su capacidad y respetando distancias y medidas (grupos de no más de diez, nada de servilleteros o cartas...). Aquí no abrirán muchas. Algunas, sí. Pero no muchas. Y aún menos los hoteles, que también pueden volver a levantar la persiana sin usar las zonas comunes. Sin la posibilidad de desplazarse desde otras comunidades, la mayoría entiende que no compensa.

Sí se prevé una apertura mayoritaria en el comercio minorista. Salvo las peluquerías, la idea de abrir con cita previa desde el lunes pasado apenas tuvo eco (Fase 0). Hacerlo ahora, con restricciones, pero sin reserva, es otra cosa. Lo normal es que sea una excepción el que no abra –ojo a los de más de 400 metros, a los grandes centros comerciales o a las tiendas instaladas en ellos, que no están incluidas–.

Y hay más novedades. Con un aforo limitado, se permitirá acudir a la iglesia y se reabrirán los velatorios. La vida en los juzgados irá aumentado su tamaño y volverá a los centros de alto rendimiento deportivos (CEAR) o a las instalaciones de un equipo como el Racing. Con todo, y en un ámbito social, otro de los grandes titulares de esta nueva etapa es la posibilidad de reunirse. De volver a juntarse, aunque sea hasta un máximo de diez personas. En una casa o en una terraza, pero reencontrarse con familia o amigos (dentro, siempre, de la misma comunidad autónoma) tras semanas de, como mucho, verse a través de una pantalla. Para eso será determinante también que ahora podrán viajar en el mismo coche las personas que convivan sin grandes restricciones. Los de casa.

En Cantabria, esta nueva rutina tendrá escaso efecto en cuanto a visitas a museos. Se permite su apertura con limitaciones pero aquí, salvo el Centro Botín desde el martes, no dará el paso ninguno de los grandes. Tampoco, de entrada, los mercadillos más importantes –los que tienen más puestos– en Santander o Torrelavega. Sí el de Potes, que recupera desde mañana mismo su cita de los lunes. Allí, seguro, hay muchas dudas. Porque si el viernes fue el día de los territorios y ayer el de los boletines, hoy y mañana serán los días de los interrogantes. Los del «¿y puedo...?».

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