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En el cuadro que publicó este periódico con los datos recogidos hasta el viernes y que resume las cifras del coronavirus en Cantabria, se informaba de 28 casos activos en la región. En el que acompaña este texto, de 50. Cerca del doble. La ... cifra se disparó el fin de semana con 22 nuevos contagios detectados. En dos focos principales, que son, además, ejemplos de las situaciones repetidas que están dando lugar a brotes por todo el país. Uno, con origen en un caso importado. Un hombre que llegó en avión desde Sudamérica a Madrid y que luego se trasladó en coche hasta Cantabria. Siete positivos (algunos se contagiaron en ese trayecto por carretera). Según Sanidad, permanecen aislados en su domicilio (en Santander) y el foco está «absolutamente controlado» (ya se han hecho pruebas a sus contactos directos y todas dieron negativo). El otro es el que aún preocupa. Una fiesta a comienzos de la pasada semana en una casa en Campoo de Suso con una veintena de jóvenes de otras localidades. El jueves aparecieron los primeros síntomas. Por ahora, nueve positivos. Los 57 contactos directos que ya se han sometido a la prueba no se han contagiado. Contactos primarios. Los servicios sanitarios están ahora rastreando y haciendo pruebas a los contactos secundarios.
«Estamos preocupados porque 22 casos no los teníamos hace muchos días. La ventaja es que ninguno ha requerido hospitalización –sólo dos personas permanecen ingresadas– y que esos casos están estudiados y controlados con todos sus contactos. Eso disminuye la preocupación de cara a la estructura sanitaria, porque no tendrá repercusión en esa estructura y están controlados. Pero no debe disminuir la preocupación entre la población. Esto nos demuestra que el virus sigue estando ahí y hay que evitar las situaciones de riesgo», explicó el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez.
Por partes. Un viaje desde Sudamérica a Madrid en avión –ya se ha dado aviso a Sanidad Exterior– y un desplazamiento en coche hasta Santander. Ahí se produjeron los primeros contagios de los siete detectados. Según el consejero, «un caso muy cerrado y perfectamente controlado». Tanto, que Rodríguez descartó poner «edificios en cuarentena» (tal y como ocurrió con el foco de Nicolás Salmerón, que ya se ha dado por resuelto) y explicó que otras siete PCR entre sus contactos directos dieron negativo (el estudio estaba ya finalizado el pasado sábado).
Segundo. Fiesta de jóvenes en una casa privada de Campoo de Suso (ninguno era de la zona). Nueve contagios (con una edad media de 21 años) y otras 57 pruebas negativas entre los contactos. «Ahora estamos con los contactos de los contactos». El consejero estimó que si esos 57 con una relación «primaria» dieron negativo «es previsible que no encontremos muchos más casos». «Pero –terminó la frase– no me atrevo a aventurar».
El resto, hasta los 22 del fin de semana, se completa con los «casos aislados». El goteo que se ha registrado en los últimos días. Lo que cuenta, en todo caso, es la evolución. De 28 a 50 casos activos. O los números concretos de positivos localizados en los últimos días: dos el viernes, ocho el sábado y doce el domingo (todos son casos leves). Tanto es así, que la situación obligó a llamar a más rastreadores para ponerse a trabajar el fin de semana. Según Rodríguez, «en cartera» hay 87 rastreadores formados. «Pero no están los 87 todos los días. Tiramos en función de la necesidad». Así las cosas, y teniendo en cuenta la evolución hasta ahora, contaban con dos «de guardia» los sábados y domingos. Este fin de semana acabaron siendo «diez o doce personas». «Los brotes –siguió el consejero– son algo con lo que vamos a tener que convivir. Se van a producir. Y se están centrando en Cantabria y en toda España en varias circunstancias. Una son las reuniones familiares, otra los casos importados del extranjero y otra, la más habitual, el ocio nocturno o juvenil».
Unos brotes que surgen y otros próximos a cerrarse. En el albergue de Solórzano permanece los cuatro pescadores de Burela que dieron positivo días atrás. Ya sólo ellos cuatro. Se pasaron el día mirando el reloj pendiente del resultado de la PCR. Si da negativo, se irán para casa, igual que hicieron seis de sus compañeros el viernes pasado a las cinco de la tarde.
Fin de su etapa de aislamiento en la región. Una situación que sufren ahora mismo 197 personas en Cantabria, más allá de los que han dado positivo. Es el número de contactos de los contagiados localizados en su búsqueda por los rastreadores y a los que «se les ha aconsejado el confinamiento en el domicilio». En casa, por si acaso. «A mí me gusta hablar en este sentido, más que de confinamiento, de cuarentenas en domicilio», concretó Miguel Rodríguez.
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Melchor Sáiz-Pardo
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