La demanda de terceras dosis se reactiva para los desplazamientos por vacaciones

El inicio del verano ha dado un impulso a la vacunación en Cantabria. Terminada la fase de los más pequeños -los menores a partir de 5 años-, que recibieron la segunda dosis hasta el mes de abril, el contador de la Consejería comenzó a descender de manera vertiginosa. En abril se pusieron cerca de 6.000 sueros, que cayeron hasta los casi 3.000 en mayo. Sin embargo, aquí cambió la tendencia. Del color azul se pasó al amarillo a las puertas del comienzo de la temporada estival. Desde entonces -y hasta esta misma semana-, Sanidad ha administrado 7.594 vacunas, el 69,4% correspondientes a dosis de refuerzo. Por su parte, el segundo pinchazo -para completar la pauta- supuso el 17% del total. Destaca que el 5,9% lo coparon las personas que hasta ese momento habían decidido no vacunarse y, por tanto, se estrenaron con la primera dosis. Por último, el 7,4% de esos casi 7.600 pinchazos lo protagonizaron los pacientes de alto riesgo, los que estrenaron la cuarta.

Sanidad tiene claro el porqué de este impulso. Se basa en la información que solicitan los usuarios antes de pasar por el centro de salud, y ordenan este ranking en función de tres motivos diferentes. El primero, explican desde Atención Primaria, «es la población que fue positiva hace cinco meses coincidiendo con la sexta ola de enero y que ahora les toca la administración de la tercera dosis tras haber pasado este tiempo de espera».

Pero el verano también ha servido de acicate. Los desplazamientos tan típicos de esta parte del año ha ayudado al repunte. En mayo se pusieron 2.192 vacunas de la tercera dosis, en junio 2.590 y 989 en lo que va de julio. Para Atención Primaria este empuje viene motivado «por la movilidad por viajes o vacaciones y por la población que acude por motivos de ocio o laborales a otros países donde se exige tener las tres dosis».

Además, existe el temor a que la octava ola, que continúa desbocada en España -y eso que sólo se hacen públicos los datos de los mayores de 60 años-, se complique mucho más y el resto de países comience a recuperar antiguas obligatoriedades, como tener la pauta completa o contar con un certificado digital de vacunación.

Sanidad recuerda que todas aquellas personas que están pendientes de recibir alguna de las dosis pueden pasar por los trece centros de salud que hay repartidos por la región, pero deben hacerlo a través de un sistema de autocita. Los interesados pueden solicitarlo a través de la página web del Servicio Cántabro de Salud (SCS) y reservar fecha y hora. Para dar cobertura a todo el territorio, ha instalado estos puntos en los centros de salud de los principales núcleos de población como Santander, Torrelavega, Camargo, Castro Urdiales, Santoña, Laredo, Los Corrales de Buelna y Reinosa.

También pueden acudir los más pequeños -a partir de 5 años- en los tres centros pediátricos establecidos: El Alisal (Santander), Tanos (Torrelavega) y Santoña.

Lo que aún está en el aire, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, lo aventuró para el otoño y luego rectificó, es si toda la población tendrá que recibir una cuarta dosis a partir del otoño. Miguel Ángel Revilla la pidió esta misma semana «para los mayores y las residencias».