Educación propone mantener la jornada reducida en septiembre y compensar las horas a lo largo del curso

En esta línea irá la propuesta que el próximo martes trasladará la Consejería de Educación a los representantes de los profesores en la Junta de Personal Docente, que este viernes se han reunido durante una hora con el titular de Educación, Francisco Fernández Mañanes, y con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, a quien habían pedido que mediara en el conflicto.

Los sindicatos han salido del encuentro «relativamente satisfechos» por la actitud de Revilla, favorable a encontrar una salida al conflicto y por la nueva propuesta que les trasladará el Ejecutivo el martes. Los que no están tan contentos son los representantes de los padres, a quienes Mañanes prometió eliminar la jornada reducida de junio y septiembre, que la FAPA considera perjudicial para la conciliación laboral y familiar.

La reunión de hoy se ha producido un día después de que acabara sin acuerdo el encuentro que mantuvieron con el consejero y de que por la tarde se celebrara una protesta convocada por los docentes frente a la sede del Gobierno.

Según ha informado el Gobierno en nota de prensa, Revilla ha instado a la Consejería y a la Junta de Personal Docente a consensuar un acuerdo que ponga fin a las diferencias surgidas en torno a la negociación del calendario escolar del próximo curso.

El presidente regional confía en que se alcance una solución que esté dentro de la legalidad en la nueva reunión de la Mesa Sectorial convocada para el martes.

La postura de la Junta de Personal Docente es mantener, de momento, las huelgas parciales convocadas para el 14 y el 20 de junio en protesta por el posible aumento de la jornada lectiva al comienzo y final de curso, tal como reclama la Consejería de Educación tras la petición cursada por la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnado (FAPA) Cantabria.

La propuesta del consejero llegará después de que el último informe encargado a los servicios jurídicos del Gobierno haya determinado, según el titular de Educación, que la jornada lectiva de 25 horas semanales se entiende en términos de cómputo anual y que, por lo tanto, puede mantenerse la jornada reducida en junio y septiembre, o en parte, si se compensan las horas durante el resto del curso.

Tras la reunión, los sindicatos han insistido en que «el trabajo del docente no es exclusivamente dar clase», sino que «va mucho más allá» y han reiterado que los profesores precisan de horas, por ejemplo, en septiembre para preparar el curso, y también para reunirse con otros docentes para labores de coordinación, un tiempo que si desaparece hará que se vuelva a planteamientos pedagógicos del pasado ya «superados».

En ese sentido, Fernández Mañanes ha señalado que «tiene todo el sentido del mundo» que en septiembre los profesores dispongan de horas para preparar el curso y «supone» que si para los docentes es «prioritaria la jornada reducida» o «al menos parte de ella», como la de septiembre, estarán «dispuestos a ceder» y «buscar alternativas» sobre cómo compensar esas horas a lo largo del curso.

En este sentido, ha reconocido, a preguntas de los medios de comunicación, que la necesidad de compensar durante el curso la jornada reducida de junio y septiembre podría suponer tocar los días de vacaciones inicialmente planteados para el próximo curso.

Fernández Mañanes ha insistido en que la Consejería está, como a su juicio «ha estado siempre», dispuesta a negociar y a «buscar una fórmula» que, respetando la legalidad, permita a los centros educativos organizar el curso «de la mejor manera posible» y que el alumnado esté «lo mejor posible».

Los representantes de la Junta de Personal Docente han planteado este viernes como posibilidad una especie de «moratoria» o «alto al fuego», que pasaría por iniciar el curso en septiembre con el actual horario reducido y, a lo largo del otoño, «con más tranquilidad, en un ambiente mucho más sereno, atendiendo a todas las partes, llegar a una solución definiva sobre este conflicto».

«Vamos a buscar el momento, la ocasión y las circunstancias para que sea posible el acuerdo. Creemos que en el otoño va a ser mucho más fácil y vamos a tener mucho más tiempo», ha dicho Jesús Aguayo, del sindicato STEC, el mayoritario en la Junta de Personal Docente.

Aguayo ha avisado de que modificar el horario, sobre todo el de inicio de curso, es «tremendamente complicado para todos». «Están las rutas de transporte que habría que modificar los horarios, están los mismos convenios a que han llegado los colegios con las empresas prestatarias del servicio de comedor escolar, habría que modificarlo también», ha subrayado el representante sindical.

También ha destacado que «políticamente» es un «conflicto» porque los docentes «no están dispuestos a ceder». Sin embargo, el consejero, cuestionado por esta posibilidad, ha señalado que él «preferiría» que el próximo curso escolar se iniciara con la orden que apruebe el calendario escolar y que toda la comunidad educativa y, en general la sociedad, sepa «cuál es». «Creo que es lo razonable y es por lo que va a trabajar esta Consejería», ha aseverado.