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Al margen de los datos ya desgranados durante estos días, el consejero de Industria del Gobierno regional, Eduardo Arasti, está convencido de que el futuro centro de datos que el fondo de inversión Stoneshield Capital proyecta construir en Piélagos y Villaescusa «supondrá una gran oportunidad para las empresas de la región con las que se crearán unas evidentes sinergias». Esto redundará, en su opinión, «en la creación de riqueza, empleo bien cualificado y remunerado y bienestar para nuestra comunidad». Precisamente el horizonte industrial de Cantabria atraviesa momentos de incertidumbre, en gran parte, debidos a las dudas planteadas por las grandes industrias relativas al consumo y producción de energía. Por eso, el Gobierno confía en que el anuncio de la futura instalación tecnológica pueda convertirse en un punto de inflexión. «Durante estos meses hemos intentado orientar nuestro tejido industrial hacia sectores con mayor valor añadido», subraya Arasti, que sentencia: «El 'Proyecto Altamira' es una palanca que debe servir para convertir a Cantabria en una de las regiones que participe activamente en esta revolución tecnológica que está en marcha, y no como mero espectador».
El presidente de CEOE-Cepyme no duda cuando se le pregunta por el 'Proyecto Altamira'. «Se trata de una magnífica noticia para la región que supone una oportunidad real de comenzar a cambiar nuestro modelo productivo, que nos puede situar en el mapa tecnológico de Europa y que certifica como adecuado el modelo de colaboración público-privada», afirma. «Al mismo tiempo, tiene retos e incertidumbres que es necesario resolver», apostilla. Uno de ellos, considera, es el energético. «Es un asunto crucial que debería ser despejado cuanto antes. La potencia eléctrica necesaria para este proyecto, más la demanda de otros anunciados en Cantabria (especialmente los ligados al hidrógeno), va a necesitar de un diseño y una planificación eléctrica que supera las competencias regionales y que puede condicionarlo», explica. Otro desafío es el plazo: «Siete años parece, a simple vista, un periodo muy largo que genera alguna incertidumbre». Por último, apunta el reto que supone para la comunidad saber «absorber esta fuente de inversión y aprovechar una nueva actividad económica que puede cambiar la fisonomía de todo nuestro tejido productivo».
La Cámara de Comercio de Cantabria celebra la llegada a la región del proyecto del futuro centro de datos. «Contar con suelo industrial a disposición, acceso a energías renovables y la puesta en marcha del nuevo cable submarino transatlántico han sido factores determinantes en esta decisión, lo que refuerza el posicionamiento de Cantabria como un destino atractivo para la inversión y el crecimiento empresarial», explica su presidente, Tomás Dasgoas. «Como institución, siempre hemos defendido la necesidad de impulsar infraestructuras estratégicas que, como en este caso, faciliten la atracción de proyectos de alto impacto para nuestra economía. Además, desde la Cámara de Comercio, trabajaremos activamente para garantizar que esta implantación sea un éxito, ofreciendo nuestro respaldo para cubrir las demandas de este nuevo proyecto», subraya. Por todas estas razones, Dasgoas está «convencido de que esta inversión marcará un antes y un después en el desarrollo económico y empresarial de Cantabria, por lo que reafirmamos nuestro compromiso de seguir apoyando iniciativas que generen empleo, innovación y oportunidades para nuestra región».
Acumula mucha experiencia en el sector tecnológico, ya que Bruno Cendón trabaja desde hace años en una gran empresa de Silicon Valley, en California (Estados Unidos). Preguntado por el 'Proyecto Altamira', este cántabro prefiere responder a título personal. «Si es ejecutado con éxito, es algo que puede ayudar a atraer otras inversiones y empleo cualificado», afirma. «Los nuevos modelos triunfan en lugares que justifican su existencia, ya sea por costes, acceso al talento o ambos. Con la revolución de la Inteligencia Artificial (IA), los centros de datos se van a convertir en una 'commodity' con requerimientos de inversión y eficiencia muy altos», subraya. «La clave está en ejecutarlo mejor que el resto y hacer la región atractiva para futuras inversiones», apostilla. «Este anuncio es una apuesta. Como dicen los americanos, 'high risk, high reward' (alto riesgo, alta recompensa)». Por último, cree que «es fundamental en estas operaciones de capital privado que el entorno administrativo sea favorable y ágil: primeras impresiones sólo hay una. Inversores felices atraen más inversiones. Si esto es una apuesta real, conviene que la colaboración público-privada sea modélica en todos los aspectos».
El consejero delegado (CEO) de Evenbytes, Jacinto Pelayo, sólo ve ventajas en la futura llegada de un centro de datos a Cantabria. «Es un avance estratégico clave para la región, especialmente en el ámbito de la transformación digital y el desarrollo económico», asegura. «Impulsará la infraestructura tecnológica local, atraerá a otras empresas y talento con empleo cualificado, aportará seguridad y soberanía de los datos, con la consecuente mejora de la confianza de nuestros clientes», añade. «Son todos beneficios con mayúsculas», apostilla. Para una empresa como Evenbytes, una infraestructura de este tipo «tendría un impacto muy significativo, con una mezcla de ventajas y también algunos desafíos». «Traerá más oportunidades de negocio y colaboración, acceso a servicios locales de calidad, no sólo poder trabajar con los grandes proveedores como Google, Amazon, Microsoft, sino también con empresas punteras europeas como las que tenemos en nuestra región», continúa. «También nos pone algunos desafíos, como mayor competencia y presión sobre el talento local. Nada nuevo, bienvenida sea la competencia de calidad, eso siempre beneficiará a nuestra región».
Las empresas locales ligadas al sector tecnológico celebran la noticia de la llegada del 'Proyecto Altamira'. «Representa una oportunidad única para Cantabria para consolidarse como un referente tecnológico en España y Europa», afirma Alba Martínez, directora de Proyectos de Axolot. «No sólo atraerá inversiones y talento cualificado, también impulsará la digitalización de empresas locales y mejorará la conectividad. Además, generará muchos de empleos, tanto directos como indirectos, lo que supondrá un gran impacto económico en diversos sectores, no sólo el tecnológico», subraya. El porqué de su instalación en Cantabria, a juicio de Martínez, «tiene varias ventajas estratégicas». Esta experta destaca «su ubicación y conectividad internacional, además del fuerte compromiso regional con la transformación digital, con inversiones públicas y privadas destinadas a fomentar la innovación y la tecnología». Por último, destaca las oportunidades que generará a las pequeñas empresas locales del sector: «Desde nuestra agencia de diseño web, la principal ventaja es la mayor velocidad y estabilidad en la infraestructura digital, lo que beneficiará directamente a nuestros clientes».
El consejero delegado (CEO) de Acorde, Manuel Lobeira, desgrana los beneficios de contar con un megacentro de datos como el proyectado en los municipios de Piélagos y Villaescusa. «Las infraestructuras de telecomunicaciones son una gran ventaja: la disponibilidad de fibra óptica permite transmisión eficiente y de baja latencia, mientras que la cercanía de cables submarinos facilita la integración con infraestructuras internacionales», afirma. «Por otro lado, las moderadas temperaturas de Cantabria reducen las necesidades energéticas para la refrigeración de los centros de datos, que suponen un importante coste operativo para estas instalaciones. La estabilidad geológica y la limitada probabilidad de desastres naturales son también importantes ventajas», añade. «Es una fantástica noticia que aumentará la visibilidad tecnológica de la región, además del gran impacto directo en empleo y generación de riqueza que generará, tanto en la fase de construcción como en la de operación. Además, dinamizará la industria local, atraerá más inversión y permitirá diversificar la economía de Cantabria, convirtiéndola en un referente en el panorama digital», concluye.
Jaime Hevia, director de Desarrollo de Negocio de Softec, considera que un proyecto como el presentado esta semana en el Gobierno regional «puede suponer un cambio estratégico para la comunidad, un cambio que llevamos demandando dos décadas». Considera que «si se sabe aprovechar, tendrá impactos económicos, tecnológicos y en las infraestructuras». Otra de las ventajas que destaca es que «provocará un efecto llamada, más empresas del sector digital seguro considerarán establecerse aquí impulsando el desarrollo de un 'hub' tecnológico, esta es una gran oportunidad». Otro de los aspectos a tener en cuenta, en su opinión, es que «puede impulsar nuevas inversiones en renovables en Cantabria» debido a su elevado consumo energético. «El 'Proyecto Altamira' debe ser aprovechado y apoyado desde las instituciones para convertir a Cantabria en un punto clave dentro de la economía digital en España, generando empleo cualificado, mejorando infraestructuras y atrayendo nuevas inversiones tecnológicas. Si se gestiona bien, podría ser el impulso que la región necesita para modernizar su tejido productivo y consolidarse como un 'hub' tecnológico en España y hasta en Europa».
Todos los expertos consultados coinciden en lo beneficioso que resultaría para Cantabria contar con un centro de datos de 500 megavatios. «Sin duda, supone una oportunidad para el desarrollo económico de la región basado en un nuevo modelo productivo, que potencia el sector tecnológico y el crecimiento de un ecosistema que atraiga nuevas inversiones», afirma Alejandro Trigos, director general de Cifra Educación. «En nuestra opinión, se trata de una gran oportunidad, principalmente, por el compromiso y apoyo institucional. También que Cantabria podría llegar a tener capacidad para aportar al proyecto otro tipo de servicios necesarios como la mano de obra especializada, lo que, a su vez, ayudaría a incrementar la formación técnica y la atracción de talento a la región o el suministro de energía a través de otros proyectos como la ampliación de la central de Aguayo y el Plan Eólico de Cantabria», subraya. «Creemos que este proyecto puede suponer un incentivo para la digitalización de los centros educativos de Cantabria. Nuestra empresa les ayuda a optimizar sus recursos y reducir considerablemente la burocracia que tanto tiempo ocupa a nuestros docentes», concluye.
David Pérez, director de Desarrollo de Negocio en Viacore IT, considera que la construcción de un centro de datos de la envergadura del 'Proyecto Altamira' «supone un impulso decisivo a la transformación digital de la región». En su opinión, «creará una infraestructura de alta tecnología que no sólo fortalece el ecosistema tecnológico, sino que también mejora la competitividad y moderniza sectores clave como la salud y la Administración pública». Además, opina que su ubicación en Cantabria se debe a «las medidas incluidas en la Agenda Digital (la simplificación administrativa, los incentivos fiscales y la apuesta por la formación en competencias digitales), que crea condiciones óptimas para que infraestructuras avanzadas se integren en un ecosistema colaborativo y competitivo», lo que coloca a la comunidad «en un destino estratégico para proyectos tecnológicos de gran envergadura». Para una empresa de desarrollo de 'software' a medida, como es Viacore IT, un megacentro de datos «amplía el ecosistema tecnológico local, abriendo oportunidades para colaboraciones, nuevos proyectos en áreas como 'cloud computing', 'big data' o inteligencia artificial (IA)».
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