María Jesús Susinos: Una alcaldesa «maternal» aclamada por sus vecinos

Licenciada en Derecho por la Universidad de Cantabria y grado en Ciencias Políticas y Gestión Pública por la Universidad Internacional de La Rioja, Susinos se incorporó a la vida política municipal hace veinte años, en 2003, cuando pasó a formar parte de la Corporación como concejala de Servicios Sociales y primer teniente de alcalde.

Sobre aquella concejalía edificó a pico y pala una carrera política que avanzó en julio de 2011, cuando la popular tomó posesión del acta de diputada en el Congreso, que revalidó en la X Legislatura -fue portavoz adjunta de Empleo y Seguridad Social- y que ya no renovó en 2015.

Ese año, el de su vuelta a casa, Susinos encabezó la candidatura del PP al Ayuntamiento de Entrambasaguas saliendo elegida alcaldesa por mayoría absoluta. Con esa holgura ganaría también las elecciones de 2019 y 2023, quedando de manifiesto la confianza que sus vecinos tienen en su regidora, que desde hace nueve años forma parte de la Ejecutiva de la Federación de Municipios de Cantabria.

Edil, diputada nacional y alcaldesa, la nueva consejera de Ganadería, que además de todo eso es vicesecretaria de Política Social del Partido Popular de Cantabria desde el 13º Congreso Autonómico del partido y presidenta de la Junta Local del PP de Entrambasaguas, dio otro impulso a su currículum político en 2023, cuando, a resultas de las elecciones autonómicas del 28 de mayo, recogió del cesto popular el acta de diputada regional a la que ayer mismo renunció voluntariamente para concentrarse en su nuevo cargo público.

No por gusto sino por imperativo legal cedió también el bastón de mando de su Ayuntamiento, donde ayer lamentaban profundamente su marcha forzosa. «María Jesús es como una madre. Una madre que se implica. Una madre que se preocupa. Una madre que sabe cuidar bien de sus polluelos», entendiéndose como tales a todos aquellos que forman su equipo de trabajo en el municipio.

«Trabajadora», «perfeccionista», «rigurosa» y «concienzuda», Susinos, cuyo perfil es engañoso «porque para nada es tan dura como de entrada aparenta ser», es siempre la última en irse a casa durante las fiestas de su pueblo. No porque le vaya la marcha, no. «Porque se tiene que cerciorar de que todo ha ido bien».

Por esa implicación con su pueblo, donde se le ha visto jugando al deporte vernáculo, los bolos, por esa cercanía con sus vecinos, que le han escuchado canturrear -no se le da mal, se dice por ahí-, por ese don que parece que tiene para hacer política municipal, a la nueva consejera le ha costado dejarse convencer para renunciar a un cargo al que se siente muy apegada y desde el que ha pedido insistente a los gobiernos que apoyen a los municipios «sin sectarismos».

Es su hora, su tiempo, su momento de mirar no solo por Entrambasaguas sino por los otros 101 ayuntamientos cántabros que así, de la noche a la mañana, han caído en sus manos. Las manos protectoras de una mujer «entregada totalmente a su familia» y de firmes convicciones morales y religiosas que afronta con la mayor ilusión un nuevo desafío político.