Las nuevas adjudicatarias de los comedores escolares cántabros se preparan para dar el servicio

La responsabilidad es mucha y hay que hacerlo bien. Por eso, estas nuevas adjudicatarias no están dejando nada al azar. Deben proveerse de materia prima y recursos materiales, organizar cada uno de los comedores que van a atender, los menús de los alumnos con sus peculiaridades, conocer al personal... Hay muy poco tiempo y las tareas son muchas.

Los 41 comedores escolares que dejará de servir Comer Bien han sido repartidos entre cinco empresas, las que quedaron en segunda o tercera posición en cada licitación. Para todas ellas es una oportunidad de incrementar su nicho de negocio, pero también una importante responsabilidad.

«Esto es un negocio y cuántos más comedores tengamos mejor nos va, pero ante este tipo de situaciones lo más importante es resolver el problema porque no podemos dejar sin comer a los más de mil niños nuevos que tenemos que atender», apunta Antonio Sánchez, gerente de Gasca Catering. Esta entidad suma ahora una decena de colegios públicos a los siete que ya gestionaba.

Y evidencia estas palabras con un ejemplo: dice que, «solo en bandejas y termos hemos invertido casi mil euros. Hay que preparar muchísimas cosas y hemos tenido días». Sánchez desconoce sin embargo lo que va a ocurrir con los salarios que Comer Bien adeuda a los trabajadores que ahora Gasca va a subrogar, pero apunta que, «seguramente tendremos que asumir esa deuda y luego repercutir el coste a la Consejería de Educación». La mayor parte de los trabajadores de los comedores afectados cobraron por última vez el 30 de diciembre.

Por su parte, la empresa Ausolán sumará diecisiete comedores a la treintena que atiende ya en Cantabria. Cuenta con una cocina central, situada en Medio Cudeyo, desde donde elaboran los menús que reparten después entre los colegios que tienen el servicio de catering. En otros centros se elaboran los menús desde sus propias cocinas. Ellos subrogarán los contratos de setenta y cinco personas. Para su directora de operaciones, Laura Gago, lo más importante es que «nadie se va a quedar sin servicio, sin comida. Estamos teniendo una importante capacidad de respuesta para solucionar el problema y ese es el aspecto más positivo de todo esto».

José Ramón Alberro es el coordinador de Catering de Personas, firma que suma a partir del lunes cinco comedores escolares a los nueve que ya gestiona. «En nuestro trabajo siempre tenemos que adaptarnos a los cambios. Por eso estamos totalmente preparados para asumir esos servicios a partir de la semana que viene. Nos ponemos a disposición de la Consejería de Educación para cubrir un servicio que entendemos que es esencial», explica.

Por su parte, la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC) de UGT ha exigido a la Consejería de Educación el pago de las nóminas pendientes de la plantilla de Comer Bien SL. Considera que «no basta con adjudicar el servicio a otra empresa mientras la plantilla se queda sin cobrar lo que se le adeuda» e insta a la Administración a garantizar que la concesionaria «pague lo que debe porque no deja de ser dinero público gestionado por una empresa privada». Espera finalmente que «no vuelva a repetirse una concesión de un servicio público esencial que termine perjudicando a los trabajadores».